Younger 3×05: P is for Pancake

¡Enfurecidos!

¿Que tal lleváis la semana? Es jueves y parece que no se acaba, ¿verdad? Suerte Younger ameniza esta cuesta arriba. Este capítulo lo ha tenido todo: amor, valentía, vergüenza, gracia… Me ha gustado mucho. ¿Y a vosotros?

Cuidado, si no habéis visto el capítulo vais a encontraros spoilers.

¿Estamos ante un deal-breaker? El asunto del embarazo sin duda ha dejado un extraño sabor de boca en Liza y Josh. Aparentemente Josh en su juventud tiene intención de tener hijos, mientras que Liza con su hija universitaria parece tener suficiente. Ella ya lo ha vivido, y no se ve siendo madre de nuevo a los 40 años después de haber tenido casi en la adolescencia a su primogénita. ¿Puede ser que nos encontremos ante un problema sin solución? Este tipo de decisiones no son de las que se toman a la ligera, y pueden ser auténticos motivos por los que romper una relación.

La valentía viene de mano de Charles al plantar cara al joven millonario que está invirtiendo en su compañía y que quiere “reescribir” los grandes clásicos de la literatura universal. “El Gran Gatsby no tiene porqué morir”, ¿estamos locos? Quizá con esto está poniendo en riesgo de bancarrota a su empresa, pero estará trabajando por mantener la historia tal y como debe ser. ¿Debería ficharlo TVE para El Ministerio del Tiempo? Liza que de por sí tiene sentimientos por él, verlo plantando cara por todos sus trabajadores y metiéndose en un hoyo del que difícilmente va a poder salir por la pasión que les une ha provocado una sonrisa tontorrona en ella.

Veamos: si ponemos en una balanza la relación con Josh frente a los sentimientos cada vez más intensos por Charles cada capítulo que pasa ambas partes se están igualando. Si esto sigue así, pronto vamos a tener una nueva pareja o al menos una infidelidad (aunque esto es algo que no es propio de Liza). Repasemos por qué Liza se hizo pasar por una millenial: tuvo una hija y después de dejar su trabajo para criarla no encontraba un puesto en ninguna empresa. Las mujeres digan lo que digan no tenemos las mismas oportunidades. Puedes ser buenísima en tu trabajo que si has tenido una hija y lo has dejado unos años estás condenada a no volver a trabajar de lo que te gusta. Entiendo perfectamente que Liza no quiera volver a pasar por lo mismo. Sin embargo Josh quiere tener hijos. ¿Que pensáis?

Mientras nuestra protagonista está hecha un lío, su amiga Kelsey parece estar pasando página. Después de apuntarse a una página de citas en internet, parece haber encontrado a un chico genial. Es entonces que surge la teoría de la tortita. Cuando llevas mucho tiempo sin hacer tortitas (sin tener citas), la primera siempre se te va a quemar por que has perdido práctica (y la vas a liar, seguro), pero ya la segunda te sale perfecta (es decir, que ya no va a salir mal). Pensó que este chico era su segunda tortita, la buena, y quería reservarlo y tener algunas otras micro-relaciones antes. Hasta que se enteró de que no vive en Nueva York, sino en Rooselvelt Island, que también es pertenece a la ciudad, pero no es Nueva York centro. ¿Realmente el lugar donde vive en tan grave como para dejarlo escapar teniendo en cuenta de que es un chico aparentemente genial? ¿No la estará liando Kelsey? ¿Volveremos a ver al chico de ojos verdes?

Lauren parece estar muy feliz con su tradicional nuevo novio, y Maggie tampoco parece estar haciéndolo mal. En sus clases de jardinería a conocido a una mujer que la tiene completamente enganchada. Una mujer que es tan conservadora como lesbiana. Extraño, ¿verdad? Ya nada es lo que parece y lo estamos descubriendo gracias a éstas dos que han cambiado su espontánea relación por el tradicionalismo de sus nuevas parejas.

¡Nos leemos pronto, Seriéfilos!