Súperseries

Héroes, superhéroes, justicieros… Incluso series que explican el funcionamiento de la agencia que les da cobertura. Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que vivimos un bum televisivo de este género.

Pero, ¿qué personajes engloba esta temática? ¿Hablamos de súper humanos con superpoderes? ¿De justicieros enmascarados buscando venganza? ¿O de alguien que un buen día se hartó de tanta basura y decidió repartir mamporros por su cuenta y riesgo?

Pues de todo un poco, la verdad. Por definición, un superhéroe es aquella persona que adquiere un superpoder —o lo trae de serie— y decide darle buen uso enfrentándose al mal, generalmente a un supervillano que suele ser su némesis.

Obviando la animación, donde todos los superhéroes han sido llevados al dibujo animado y cuya temática daría para doscientos post como este, prefiero centrarme en las series de carne, ordenador y hueso. Y aquí es justo dedicarle un lugar destacado a “Smallville”, la cual narra las vivencias del joven Clark Kent —o Superman, el superhéroe por antonomasia— durante diez temporadas. Es cierto que el kryptoniano ha tenido varias adaptaciones televisivas, pero es “Smallville” la que obtiene un mayor reconocimiento. —¿Recordáis “Las aventuras de Loise y Clark”? ¿No? Pues eso—

“Héroes” y sus cuatro temporadas emitidas entre 2006 y 2010 por la NBC, cosechando un gran éxito de audiencias, es otro ejemplo de cómo la ficción adapta la ciencia-ficción. Cuenta el día a día de un grupo de personas en apariencia normales, con sus trabajos, su familia y sus vidas, que trata de entender y asimilar los superpoderes que poseen. De esta serie habrá más que posiblemente una quinta temporada.

A pesar del éxito de estos dos ejemplos anteriores, no se ha prestado especial atención, históricamente, a los súper humanos en cuanto a series de TV se refiere, pero esta tendencia ha cambiado durante el pasado año y las productoras han apostado claramente por este género, trayendo series como “SHIELD” —ese peculiar y pintoresco grupo de agentes especiales cuya misión es salvar al mundo y aliviar la carga de trabajo de los Vengadores— “Constantine”, la cual podría incluirse en esta categoría o “The Flash”, que llegará a España próximamente, aunque no con la velocidad de la que hace gala su protagonista. —Festival del humor—

Además, otras “súper series” llegarán a la parrilla norteamericana —y esperemos que a la española— como, por ejemplo, “Supergirl”, donde nos mostrarán las aventuras de la prima de Superman. Incluso se rumorea, con bastante fuerza, que el hombre de acero aparecerá en el episodio piloto. El universo de esta serie parece estar entroncado con el de “Arrow”.

Otro “superhéroe” que llegará a Netflix será “Daredevil”, aunque incluirlo en la categoría de superpoderosos me genera ciertas dudas. ¿Tiene o no tiene superpoderes? Lo que sí tiene, y es lo que nos importa, es una serie de TV propia, la cual esperemos que le haga más justicia al personaje que la película. Y que también llegue a España, por supuesto.

Sin embargo es en los justicieros o héroes sin poderes donde encontramos un mayor número de series dedicadas a narrar sus aventuras.

Haciendo historia, podemos encontrar la mítica serie de la ABC “El llanero solitario”,  un ranger de Texas enmascarado y empeñado en impartir justicia a balazo limpio, protagonizada por Clayton Moore y Jay Silverheels. Como curiosidad, el nombre del indígena aliado del Llanero era “Tonto” en su versión original, pero se cambió a Toro al traducirlo al español, ya que Tonto podría ser ofensivo. —Normal—

Pero si hay una serie de justicieros que hizo historia es, sin duda, “Batman”. Dicha serie, emitida también por la ABC e interpretada por Adam West en el papel de Batman y Burt Ward en el de Robin, cosechó un éxito sin precedentes, siendo numerosos los famosos de esa época que realizaron cameos e incluso una sub cultura que llega hasta nuestros días.

De vuelta a nuestra época, “Arrow” es sin duda el ejemplo perfecto de lo que pretenden estas series: acción, aventura, drama personal del héroe y una trama no demasiado difícil de seguir. Si además se añaden al “equipo” Arrow” otros justicieros como Arsenal, Black Canary o Felicity Smoak, —ella es la mejor, la más grande— el éxito está asegurado. Prueba de ello es su reciente renovación para una cuarta temporada, con otro más que probable crossover con “The Flash”. ¿Habrá spin-off de “Atom” o se integrará como miembro del equipo?

Caso especial es el de “Gotham”. Una serie centrada en el universo Batman donde la génesis del propio Batman no sea más que una excusa, una historia secundaria, me parecía un proyecto con demasiado riesgo. Y arriesgaron. Y les salió muy bien. La serie es, sin duda, policiaca de manual, con todos sus tópicos, —poli bueno; poli malo, Capitana intransigente pero permisiva; polis corruptos, forenses locos aunque efectivos…—pero con el encanto de asistir a lo que mencioné antes: la génesis del caballero oscuro y la de muchos de sus enemigos. Pero lo más grande, a mi juicio, de esta serie es el Pingüino: Robin Lord Taylor sostiene con su interpretación una serie que, en líneas generales, es muy recomendable.

¿Y en España, qué? La verdad es que el “heroicismo patrio” no nos ha aportado grandes alegrías, a pesar de que la calidad de nuestra ficción suma y sigue en cada nueva serie que se emite. Pero hay un héroe, un justiciero, que está cosechando un éxito incuestionable a pesar del maltrato al que su cadena le somete, y no es otro que nuestro querido Gonzalo de Montalvo, o “Águila Roja”

La serie de TVE que narra las aventuras de este maestro-ninja-padre-erudito y de su criado y ayudante Sátur —el Robin español— mantiene un público fiel así como unos datos de audiencia muy potentes temporada tras  temporada. La buena elección de los actores, siendo David Janer el más flojo de todos, —también a mi juicio— la más que brillante ambientación y localización, así como unas aventuras que rozan —traspasan por mucho— lo increíble, son los ingredientes perfectos para que la gente se enganche a disfrutar de las escenas de acción y del amor imposible entre Gonzalo y Margarita capítulo tras capítulo.

Personalmente me declaro fan incondicional de la serie. —Tenía que decirlo—

Ahora bien. A pesar del indudable éxito que tienen estas series entre su público, hay un hecho innegable: no gozan de grandes audiencias en las televisiones generalistas. —No así en las de pago, donde “Arrow”, por ejemplo, sí hace buenas audiencias en Calle 13, moviéndonos siempre en los números que hacen dichos canales.—

¿Y a qué se debe? Siguiendo con el ejemplo de “Arrow”, cuyas dos primeras temporadas se emitieron en Antena 3, la serie acabó relegada fuera del prime time por sus bajas audiencias.  Parte de la respuesta hay que buscarla, posiblemente, en que su mayor target de público, el más incondicional, no espera a que la serie se estrene en un canal generalista, ya que es más que posible que esto jamás suceda, por lo que suele optar por visionarla en webs de internet a las pocas horas de su emisión en EE.UU. El segundo hecho significativo es que otra parte de su público tiene alguna plataforma de pago, —las “””””regalan”””” con el ADSL— por lo que las ve antes de que se emitan en abierto.

Con este panorama… ¿llegarán las generalistas a emitir “superseries” que no sean de su propia producción y que gocen de buenas audiencias? Al ritmo que está cambiando la forma de consumir televisión, lo veo muy difícil.

Este es, a grandes rasgos, un buen resumen de los superhéroes pasados, presentes y futuros. El año 2015 será sin duda la gran explosión, esperemos que este filón no acabe quemando un producto que es entretenido y bueno, si se sabe cómo hacerse.

A ver quién se acuerda de este:

¡Larga vida a las series, Seriéfilos Enfurecidos!
Que las series os acompañen.

Por Francisco Hergueta (Twitter: @Fhergueta)