Supernatural: The Rupture
Supernatural cierra con ‘The Rupture’ su primer gran arco argumental. Llevándose con él numerosos corazones de los espectadores. ¿Qué hemos perdido y ganado después de este capítulo?
Como ya veníamos diciendo, Supernatural ha cerrado en su tercer capítulo, el primer gran problema que se presentaba en la temporada. No sin eso abriendo otros tantos. Que el principal plan de actuación para el capítulo lo propusiera Belphegor, de nuevo es sospechoso. Desde un principio era imposible confiar 100% pese a que “ayudara” a los protagonistas. Mucho más, después de que en el pasado capítulo supiéramos que Ketch iba tras él para matarlo por encargo. Tanto que le ha costado la vida a manos de Ardat, el demonio que le hizo el encargo. Otra despedida más.
EVERYBODY WANTS TO RULE… HELL
Con todos divididos en sus respectivos puestos y tras la visita de Cas y Belphegor al infierno, Ardat aparece en el último momento para evitar, y confirmar, que los planes de Belphegor dictan mucho de lo prometido. El demonio en el cuerpo de Jack es simplemente uno más con complejo de dios, que quiere “tragar” todas las almas del infierno para convertirse en un ser todopoderoso. Un nuevo Dios, ahora que no hay ninguno.
Podríamos decir que es una sorpresa pero no lo es. Lo que si lo acaba siendo, es el giro que toman los acontecimientos. Como es normal Cas no está dispuesto a permitir que Belphegor consiga sus planes. Eso, sumado a todo lo que está cargando el ángel en sus hombros, provoca que no dude en matarlo. Pero claro, entonces el plan inicial se va a paseo. Hasta que Rowena hace su último sacrificio.
Rowena siempre ha tenido un as en la manga en todos los planes en los que ha participado. La bruja es mucha bruja, y por eso mismo tiene un último recurso para devolver las almas al infierno. Uno que le costará su propia vida. ¿Recordáis quién tenía que acabar con la vida de Rowena según la profecía? Como para olvidarlo.
DE TAL HIJO, TAL MADRE
Al más puro estilo de Supernatural, Rowena se sacrifica para contener todas las almas en su cuerpo y lanzarse dentro de la brecha hacia el infierno. Para ello tiene que morir. La propia bruja le confirma a Sam que ella no se preocupa tanto por nadie o nada como para autosacrificarse, por eso mismo, si tiene que morir, tiene que morir a manos de Sam tal y como lo dice la profecía. Después de los lazos que habían creado, no iba a ser fácil para el pequeño de los Winchester. Sin embargo Rowena sabe qué cartas jugar, sabe que Sam no sacrificaría al mundo y a su hermano solo por no matar a la bruja.
No podemos negar que la muerte de Rowena ha llegado muy pronto en la temporada. Y más en Supernatural, una serie que a día de hoy sigue sin hacer las paces con los personajes femeninos. Rowena no ha sido la primera de la familia en sacrificarse por los Winchester. Su propio hijo, Crowley ya lo hizo hace un par de temporadas. Incluso la despedida de la bruja hacia Sam, Dean y Cas, es muy similar a la de su hijo.
Y hasta aquí, crisis evitada. Por ahora. Porque ha sido “demasiado fácil” para que esto fuera todo lo que Dios podía echarle encima a los Winchester y compañía. Ellos mismos deberían darse cuenta de que solo han tardado tres días en acabar con un apocalipsis lanzado por el propio todopoderoso. Pero esto es Supernatural, Y EN SUPERNATURAL NO SE LE DA VUELTA A LOS AGUJEROS DE GUIÓN.
Sabemos que Chuck está jodido. En el capítulo pasado lo vimos un poco desesperado buscando la ayuda de Amara y como esta le daba puerta fácilmente. Así que no tardarán muchos capítulos en traer de vuelta a Chuck con nuevos problemas. Si se quiere marchar de verdad de este planeta, de este universo, va a tener que llegar de nuevo a los Winchester. Al menos a Sam. Porque no podemos olvidar el disparo. Que sigue ahí. Y sigue siendo una conexión entre ambos.
THE RUPTURE
El título del capítulo ha tenido todo este tiempo doble significado y no lo sabíamos. Porque ‘The Rupture’ se podía referir a la brecha abierta hacia el infierno. Pero en última instancia también ha significado la ruptura de Castiel y los Winchester. Sabíamos que las cosas no estaban bien con el ángel. Un problema tras otro, faltas de comunicación, la muerte de Jack, el rechazo de Dean, la pérdida de poderes… todo estaba lanzando a Cas en una espiral depresiva que no iba a acabar bien para él.
Para un ángel que llegó a la serie “sin sentimientos” ha habido un largo viaje de más de 10 años para que Cas se sienta simplemente un medio para los Winchester, en lugar de un miembro de la familia como ellos decían. Belphegor ha ayudado en este capítulo a que Cas acepte dicha idea en su cabeza. Que ya existía, pero los últimos acontecimientos no han ayudado. ¿¡Es que nadie piensa darle un poco de amor a este ángel!? Y sí, estoy mirando directamente a los ojos de los guionistas que no han tratado como se merece al personaje desde hace mucho tiempo.
Y ahora, que ya no hay apocalipsis por el que luchar, que ya no hay Jack, no hay Chuck y ni siquiera Sam y Dean parecen necesitarlo, Cas dice: hasta aquí. Cas la ha jodido más de una vez. Todos lo han hecho. Pero la reacción de Dean desde lo de Mary es un tanto desmesurada, volcando toda su rabia y frustración en el que se supone que es su mejor amigo. Dean se jacta de que todo lo que han hecho hasta ahora, ha sido guionizado por Chuck, pero a la hora de cupabilizar a Cas… ha sido Cas y solo Cas.
Cuando los Winchester han metido la pata o han estado jodidos, el ángel ha estado ahí sin condiciones. Ahora cuando las cosas son al revés, Dean es el primero en darle la espalda. Dean Winchester, te queremos, pero se te ha ido de las manos. Make Cas great again!
Almu Hache
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