Suits 7×15: Tiny Violin y 7×16: Goodbye

¡Hola Seriéfilos! Último post de la temporada de Suits, que acabó con un capítulo doble hace unos días. Impresiones generales: bueno, parece que algo hemos remontado. El decimoquinto capítulo me pareció muy bueno. Al igual que en el anterior, no sobraba nada de la trama. El cierre de temporada tengo algunas pegas, algunas cosas que me han faltado para que hubiera sido un buen cierre. A partir de aquí empiezo con los spoilers sin piedad, leed bajo vuestra responsabilidad:

7×15: Tiny Violin

Como ya comentaba, este capítulo me ha gustado mucho. En general, todas las tramas y escenas tenían un sentido y un por qué. Hemos vuelto a ver a Scottie (Abigail Spencer) que siempre es un placer. También me han gustado los pequeños momentos de Harvey y Donna, que nos han ido dejando en este capítulo y en el siguiente. Para tenernos ahí, pendientes, hasta la próxima temporada.

Mike vuelve a tener el corazón con la clínica

Vamos a empezar con Mike, que comienza con una visita de Nathan. Este le trae un caso de la clínica, ya que no tienen los recursos para poder abarcarlo. Unos niños afectados por una fábrica de baterías, justo el punto débil de Mike. Además, no empiezan con buen pies, se les pasa el plazo para presentar la denuncia, pero justo antes de que el juez rechace el caso, aparece Mike, con las pruebas necesarias para que el juez considere aceptar el caso. Esta escena habría sido paja de no ser porque sirve para presentar a Andy Forsyth. Andy le ofrece trabajo a Mike, llevando un bufete que se dedica al mismo tipo de casos que lleva en la clínica. Incluso puede hacerlo junto con Rachel. ¿Lo malo? Pues que es en Seattle y tiene que contestar en 48 horas.

Mientras, él sigue con su caso de la clínica, ajustando las tuercas, porque sabe que puede conseguir más dinero para los niños. El buen drama llega cuando Nathan le dice a Mike que se ha pasado. La clínica ha perdido sus apoyos económicos y además, ha sido Forsyth aprovechando que Mike comentó que andaban cortos de recursos. Acorralado, Mike se ve obligado a pedirle el dinero a Donna. Termina saliendo el tema de que, en el fondo, es Donna la que no cree que Mike está preparado para ser name partner, vamos que esto no sale como él esperaba. Finalmente, aparece Louis, que ha sido informado de la situación, y junto a Donna, van a hacer una donación anónima para poder seguir con el caso. Este momento me pareció súper bonito y una gran forma de cerrar el capítulo. Entre medias, también aparece Rachel, queriendo hablar del trabajo de Seattle, y dejando caer que sería interesante.

Louis y Harvey tienen que sacar todo el arsenal

Mientras tanto vuelve Standley Gordon. Este señor que hemos visto hace unos capítulos, que pensábamos que solo quería vengarse de Jessica, pero no. Ahora vuelve con una demanda al bufete, junto con todos los abogados que se han marchado, diciendo que han sido perjudicador por trabajar en él. Tenemos que volver a verle el careto a Jack Solof, que tiene más pinta de vagabundo que otra cosa. Además, está usando una declaración de Dana Scott diciendo que también ha salido perjudicada. Scottie no es parte de la demanda, y le gustaría poder ayudar a Harvey, pero no tiene forma de hacerlo sin perder credibilidad. Remarcable también, los 3 segundos que tarda en darse cuenta de que Harvey sigue enamorado de Donna.

En un momento de lucidez, y con ayuda de Donna y sus recientes conocimientos sobre el alquiler del bufete, descubren el verdadero plan. Los abogados que se marcharon trabajan ahora en el bufete de Robert Zane. El cuál además, ha alquilado tres plantas más de oficinas. Pretendían volver al bufete y votar una fusión, dejando a Harvey and co en minoría. Qué sucio sería esto por parte de Robert, de no ser porque él mismo no sabía nada y acaba de descubrir que sus socios le han traicionado.

Terminamos el capítulo con la gran aparición de Jessica, para pedir ayuda a Harvey. Le han quitado la licencia y no puede llevar sola un caso en Chicago, y necesita ayuda del mejor. Harvey duda s ir, ya que el bufete está en medio de una batalla campal. Al volver a casa se encuentra a todos en su cocina, que le piden que vaya a ayudar a Jessica. Ella se sacrificó por todos, se lo deben. Finalmente Harvey accede, no sin antes hacer que Mike prometa ayudar a Louis y dejar el caso de la clínica si lo necesitan.

A. MA. ZING. I HAVE NO WORDS FOR THIS SHOW, IT'S JUST SPECTACULAR

7×16: Goodbye

Seguimos con el último capítulo de la temporada, empezando por Louis. El pobre, tras la marcha de Harvey a Chicago se queda un poco cojo, y no sabe cómo manejar a Standley. Aquí aparece Alex por un total de 2 minutos. Propone que le nombren managing partner y mira ni lo voy a terminar de contar porque esta locura solo la han puesto para que Louis se de cuenta de que le hace falta Mike. Finalmente a Mike se le ocurre una idea, un poco menos loca, y que podría funcionar. Que Robert Zane vaya a Specter Litt, con unos cuantos abogados de confianza y así mantener a Standley a raya. Supongo que esto significará que veremos a Robert mucho más en la siguiente temporada.

Hasta siempre Mike y Rachel

Mike sigue trabajando en el caso de la clínica, junto con Rachel. Justo cuando descubre que esa fábrica fue asegurada por cinco veces más que el resto, Donna llega para pedir que Mike ayude a Louis. Aunque más tarde le vemos ganando el juicio, donde consigue un millón para cada familia. 10 veces más que la oferta anterior. Ese es nuestro Mike. De forma paralela a esto, Mike y Rachel deciden adelantar la boda, y Rachel le pide a Donna que la organice.

La boda de Mike y Rachel. Algo que llevábamos esperando desde la primera temporada. Precisamente por esto, porque era algo tan esperado, que venía de tan lejos, me han faltado cosas. Primero creo que se han dedicado pocos minutos a la bota. No el capítulo entero, pero ya que duraba más de lo normal unos 5-10 minutos más no me hubiera importado. He echado muy en falta un discurso de padrino de Harvey. Pero sobre todo, he echado en falta despedidas, porque Mike dice que no van a volver de la luna de miel. Es decir, solo hemos visto la despedida de Mike y Harvey, que aunque yo casi lloro, me habría gustado ver también la de Rachel con Louis y Donna. Ah, y me ha sobrado Sheila, siempre me sobrará Sheila.

Harvey y Jessica no tienen las cosas fáciles en Chicago

Jessica se ha metido a defender un caso un tanto turbio. En este están implicados, el alcalde de Chicago, una gran empresa de demolición y todo un bloque de vecinos, entre los que se encuentra su tía y su familia. Lo malo es que Harvey descubre que el “arma” principal del caso es tía de Jessica en medio del juicio, lo cual complica un poco las cosas. Que ya se terminan de complicar cuando la licencia de Harvey para ejercer en Ilinois se extravía. Finalmente Harvey termina volviendo a Nueva York, para la boda. Mientras, Jessica tiene todo más controlado de lo que esperábamos. Ese soborno que le dio Harvey al constructor, se lo ha devuelto a Jessica, pero mientras tenía contratado a un paparazzi para que hiciera unas fotos. De esta forma ella habría despedido a su abogado a las horas de recibir el soborno. Si es que es una grande, qué bien se lo monta.

Cuando pensábamos que estaba todo zanjado, aparece el alcalde queriendo hablar con ella. Le ofrece trabajar para él, a cambio de dejar la demanda, cosa a la que se niega. Y aquí es donde me dejó loca porque luego llega a casa, y le dice a Jeff que tiene nuevo trabajo. Supongo que este será el comienzo del spin-off, incluyendo la conversación completa con el alcalde. Ya vemos más o menos por dónde irán los tiros con esta nueva serie.


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Suits 7×15: Tiny Violin y 7×16: Goodbye

de Sara Paspal Tiempo de lectura: 6 min