Pretty Little Liars 7×03: Houston, ¡tenemos un problema!
¡En este capítulo de Pretty Little Liars me maté yo, señores! Tercer capítulo de esta temporada y ya he tenido que usar un par de inhaladores para sobrellevarlo. Tras un segundo episodio algo flojito, nos han metido este capitulazo entre pecho y espalda, que personalmente, me ha dejado las bragas por los tobillos. ¿Quieres saber qué narices ha pasado en Rosewood esta semana? ¡Pues sigue leyendo, tía! Aunque cuidadito con los spoilers, porque pienso contarte todo con pelos y señales. ¿Estás listo?
Empezaré comentando que me parece fantástico que las chicas hayan recobrado la inteligencia en la séptima temporada. Sí, parece que razonan, que tienen momentos de lucidez, que tienen preocupaciones y todo, ¡y eso es motivo de alegría y de júbilo! Sobre todo para Alison, quién se encuentra retenida en un psiquiátrico y sus amigas ya han comenzado a idear para sacarla de allí. Sí, las mismas que no dudaron en señalarla como la asesina de Charlotte. ¿Quién necesita enemigos teniendo amigos así? Pregunto.
Sí, amigos, Alison continúa encerrada en el psiquiátrico de turno bajo la supervisión de Elliot, que la tiene a la pobre aislada del mundo y drogadita hasta las trancas. Pero como ya advertí, parece que Aria y compañía parecen haber calado al doctor y quizás muy pronto tiren de la manta y se descubra todo. Tendremos que esperar y ver.
Pero haremos un alto entre tanta información para hablar del salseo sentimental. ¿Cómo les va en el amor a nuestras chicas? A unas mejor que otras en realidad. Spencer está muerta de celos con Haleb y para colmo Toby va a comprometerse con su novia, Hanna ha dejado a su prometido, Aria sigue con el mismo tira y afloja con Ezra y Emily… Bueno, Emily en su línea.
Vale, después de este pequeño receso para comentar los asuntos del amor que tanto nos encantan continuemos con la verdadera chicha de esta historia. La hazaña que están intentando cometer las chicas para sacar a Alison del loquero y es que tras muchos intentos al fin logran ver a su amiga. Algo dormida, algo atada a una camilla… Pero al menos, logran verla tras amenazar al director del psiquiátrico. Sí, las liars ya son adultas y han aprendido a amenazar a la gente y no conformarse con un simple “no”.
Aunque esta visita solo lleva a que las chicas pongan todas las alarmas posibles y comiencen a investigar quién es Elliot en realidad. ¿Y qué mejor manera de descubrirlo que cometiendo un allanamiento de morada? Algo que lleva siendo tendencia en Rosewood desde hace siete años.
Aria entra a la casa de los Dilaurentis y mientras tanto Hanna y Spencer permanecen fuera haciendo guardia. Hashtag tensión. Si, amigos, Spencer sabe lo del beso de Hanna y Caleb y si no sacaba el tema la Hasting reventaba.
¿Te ha quedado claro, tía? De verdad, chica, cuanta insegurOH, ESPERAD. Aria continúa dentro, ¡nos importa un pedo los rollos sentimentales de estas dos! ¿Qué habrá encontrado la Montgomery en el interior de la casa? ¿Algo interesante? ¿Algo que nos sirva como prueba para recuperar a Alison? Pues bien, encuentra una gran cantidad de botes, lentillas, documentos… Vamos, todo un arsenal que al parecer se utiliza para fabricar máscaras de latex y demás. ¿Os suena de algo? ¡Exacto! Lo mismo que usaron para hacer creer a Alison que había visto a Wilden y que estaba un poquito regular del coco.
Tras este descubrimiento, Hanna y Aria se dirigen a un pueblecito situado allí donde Cristo perdió la chancla, porque al parecer, Elliot y Alison habían pasado algunas noches en un hotel. O al menos eso es lo que decían algunas facturas que Aria ha encontrado durante sus andanzas en casa de los Dilaurentis.
La sorpresa que nos hemos llevado, bueno, más bien la sorpresa que se han llevado ellas, que por cierto, se encuentran con una niña muy creepy y se acaban enterando de ciertas cositas muy relevantes.
Maravilloso. Aunque para maravilloso el dato que, sin comerlo ni beberlo, acaban conociendo: Charlotte y Elliot estaban liados. Vale, la emoción de todo esto reside en que nosotros sí que sabíamos esto pero las chicas acaban de enterarse y se están quedando de pasta de boniato. ¡Y yo también! No doy crédito a que estemos solo en el tercer capítulo y las chicas hayan dado con más datos que sumando todas las temporadas juntas. ¿¡Qué está pasando!?
Por si fuera poco todo esto, las chicas reciben un mensaje desde el móvil de Elliot, ¡es Alison pidiendo ayuda! Junto al mensaje manda la localización del lugar donde se encuentra, ¡están trasladando a Alison a Dios sabe donde! ¡Nuestras protagonistas no son tan listas como para solucionar esta situación! Más vale dar a la Dilaurentis por perdida. O NO.
Contra todo pronóstico logran dar con el coche del doctor. Tras perseguirlo por plena carretera por unos minutos, Alison, consigue escapar. Hashtag emoción. Hashtag se me va a salir el corazón del pecho. Hashtag corre Alison.
Elliot la sigue, las chicas aún conducen, Alison corre, la zona no puede tener más árboles, todo indica que algo gordo va a suceder, no sabemos muy bien el qué. ¿Será capturada Alison de nuevo? ¿Se habrán perdido las chicas durante la persecución? ¿El camisón que luce Alison será de Primark? A penas hay tiempo para plantear las respuestas a estas preguntas cuando de repente, ¡ZAS!
¡Hasta luego Mari Carmen! Elliot está muerto y nuestras chicas están incriminadas hasta las tracas y esta vez de verdad. ¿Qué se supone que van a hacer ahora? Seguro que la genial idea de ir a la policía a confesarlo todo no tarda en salir a la luz. De momento es algo que no sabemos, al menos por esta semana.
Tendremos que dejar pasar siete días para ver si las chicas optan por afrontar lo que han hecho o, si por el contrario, se marcan un Farruquito. No os mordáis demasiado las uñas. Pasad un buen fin de semana, mentiroso.
Fran Luna
