Damon Lindelof: ¿amigo o enemigo de los seriéfilos?

Ahora con Watchmen en parrilla televisiva volvemos a tener a uno de los guionistas más polémicos en el punto de mira: Damon Lindelof. ¿Es amigo o enemigo de los seriéfilos? ¿Por qué es tan odiado? Sigue leyendo y te cuento mi punto de vista.


Damon Lindelof es un guionista y productor de cine y televisión estadounidense. Entre sus proyectos de cine ha guionizado Prometheus (2012), Star Trek: Into Darkness (2013) y World War Z (2013) entre unas cuantas más. En televisión formo parte del equipo de Lost (2004), The Leftovers (2014) y la serie que se emite actualmente en HBO Watchmen (2019). Todo su trabajo tiene siempre una estela de odio detrás que a mi opinión es un poco exagerada (que también digo que a gustos colores) y vamos a ver un poquito por qué.

Lost se estrenó en septiembre de 2004 y acabó en mayo de 2010, y contaba la historia de un avión que por movidas del destino se estrella en una isla aparentemente desierta. Los supervivientes del accidente deben a partir de ese momento colaborar para lograr salir de la isla que, más adelante, descubren que no está deshabitada. A partir de ese momento tienen que hacer frente a multitud de dificultades: osos polares, un humo negro, la isla se mueve, viajes en el tiempo, un purgatorio y sepa dios qué más porque no me acuerdo ni de la mitad.

Dejad a los británicos que hagan balconning

Sin embargo, con una sencilla búsqueda en internet (no os pido que os fieis de mí), vemos como aparecen artículos sobre cuestiones que Lost dejó sin responder hace ya casi diez años, cosa que no gustó mucho a los fans. Preguntas tales cómo “¿por qué Walt tenía poderes?” “¿Y ese final?, “¿Por qué algunos podían hablar con los muertos?” o “¿Qué era el humo negro?” todavía persiguen en sueños a unos cuantos seriéfilos. Los comprendo, a mí me persigue Arrow en mis peores pesadillas.

Otro caso parecido fue The Leftovers (o como a mí me gusta llamarla: Las Sobras). Yo os doy mi palabra de mamarracho que pensaba que era una serie para gente erudita porque no entendía ni papa de lo que me querían contar. No fue hasta casi al final de la primera temporada que me crecieron las neuronas y entendí que iba sobre la pérdida de un ser querido y de pasar página. Esta serie cuenta como un 2% de la población (o 140 millones de personas, que pesa más) desaparece sin dejar rastro un 14 de octubre. A partir de aquí vemos cómo este traumático evento deja huella en unos personajes y deja huella en seriéfilos que no consiguen responder a preguntas como “¿Dónde fueron los desaparecidos?” o “¿Viajo Nora realmente al otro lado?”

Yo haciendo como que entiendo cualquier serie de este señor

Pues mirad, pasó y Sansa-cabó. Cómo llegaran los egipcios a la isla y no dejaran más vestigios que una estatua con cuatro dedos en los pies no me importa, al igual que la naturaleza del humo negro, por qué fuman los Guilty Remnant o el viaje dimensional de Nora. A mi opinión el propósito de Damon Lindelof es contarte una historia y que tú seas partícipe de ella, dejando preguntas sin responder para que te comas el coco y quieras darle el sentido que veas conveniente. O no darle ninguno directamente y perderte en la trama.

Como ocurre en Prometheus Lindelof usa el impacto visual para contarte algo que tiene sentido nulo y lo vemos en cómo mezcla Alien, el existencialismo y la creación del ser humano. ¿A dónde lleva eso en una película de dos horas? A ningún lado, obviamente. ¿Para qué vale poner un Alien crucificado? ya te lo digo yo: para nada. Pero ahí está, con sus más y sus menos la peli te cuenta qué ocurre con la tripulación de la Prometheus y poco más porque el resto es morralla.

Pues lo mismo ocurre con los otros dos productos hablados anteriormente. Lindelof establece unas bases sobre las que gira la trama a las que luego no contesta simplemente porque no quiere, y pienso que eso es un dato a tener en cuenta. A la hora de sentarme a ver un producto de este señor sé que no voy a tener todas las respuestas pero, particularmente, no le veo problema. Tampoco es que lo que hace este señor (salvo The Leftover, por favor vedla) sea oro: de Lost no recuerdo gran cosa y Prometheus de Alien tiene lo justo; sin embargo, a mí me gusta que hagan eso con un producto audiovisual, que te dejen a ti llenar esos huecos de guion para darle el sentido que tú quieras. Pero lo dicho anteriormente: para gustos, colores.

Donde sí quiero romper una lanza en favor de este guionista es en la construcción de un personaje en concreto. Nora Durst en Las Sobras me parece maravillosa y en gran parte gracias a la actriz Carrie Coon. Durante gran parte de la serie uno siente que ella no ha dejado atrás el día de La Marcha Repentina y carga constantemente con la culpa y la desesperación de ver desaparecer a su familia. En definitiva, toda la historia que gira en torno a ella me parece canelita en rama y parte de ello es gracias a Lindelof (ved The Leftovers).

Y finiquitao. Entregaos a lo que os quiere contar Lindelof pero tampoco lo odiéis ni lo subáis a un pedestal, que se puede caer y hacer daño. Veremos cómo nos sorprende con Watchmen, yo la estoy disfrutando mucho con tan solo dos capítulos vistos.

Tick, tock y a mí me viene a la cabeza Kesha

PD: Ved The Leftovers.


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Rubén

Si no echo bilis y le saco puntilla a todo lo que veo no me quedo tranquilo. Dejo series a medias y no me arrepiento de nada. Comiquero, gamer y procrastinador a tiempo parcial.

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de Rubén Tiempo de lectura: 4 min