Que vivan las series mamarrachas

¡Muy buenas, Seriéfil@s! Hoy vengo a hablar de un tipo concreto de serie del cual todos habremos visto algo encandilados: las series malas. Malas porque el cosmos está empecinado en etiquetarlas así; sin embargo, si la comunidad las disfruta y nos une, tan malas no serán, ¿no? Por eso a mí me gusta llamarlas mamarrachas, que tiene por ahí connotaciones divertidas, salseo y dramita del bueno. Así que vamos a hablar de ellas, que se lo merecen tanto como otras y que tantos buenos momentos nos han dado. Y que vivan las series mamarrachas.

Me dirijo a ti, usuari@ de Internet, que cada vez que alguien menciona una serie que no supera tu criterio pones cara de oler a pedo, haces aspavientos con las manos y aclaras que tú no ves esas mierdas. Pues, chic@, de verdad, qué pena con lo que se disfruta viendo algo sencillo, casual y absurdo a ratos. No hace falta que lo intelectualices todo en esta vida. Cada producto seriéfilo que te tragues no tiene por qué tener capas y capas de información a desgranar que solo los chamanes de foros pueden averiguar. No es necesario mirar mal a nadie ni a nada que no comulgue con tus gustos seriéfilos, que uno lo ha visto así de veces.

Desprestigiar una serie solo porque te crees más inteligente que la media queda un poco feo. ¿Te crees tú que cuando llego a casa despúes de trabajar, más de noche que un cerrojo, me apetece ponerme, por ejemplo, The Wire? Me pongo un capítulo de esta gente y lo que me apetece a los cinco minutos es dormime hasta el próximo verano. Uno llega a su casa, se sienta en el sofá, se acomoda las nalgas y se pone a ver el siguiente capítulo de Estudiantes interpretados por treintañeros toman decisiones absurdas y se queda relajadísimo. Se emociona, se divierte y desconecta, y ya habrá tiempo para ponerse un capítulo denso de una serie aclamada.

Las series mamarrachas son una delicia, ya sea por las actuaciones o doblajes mediocres, animación y efectos reguleros y guiones escritos por monos con pistola. Un conglomerado de elementos que te mantiene pegado a la pantalla y que si tienes la oportunidad le das a ver el siguiente. Son como una droga que te atrapa en el sofá y te llevan en viaje de una montaña rusa y sin maquinista. Ya te digo yo que qué bien se disfruta esto, usuari@ de Internet.

Así que, sal de tu zona de comfort y dale una oportunidad a esas series de calidad cuestionable que te han comentado o has visto en catálogos más de una vez. Zambúllete en esas tramas mal ejecutadas pero igualmente disfrutables y en esas caracterizaciones que no se las creen ni los propios actores o actrices. Sumérgete hasta decir viva, que vivan las series mamarrachas.

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Rubén

Si no echo bilis y le saco puntilla a todo lo que veo no me quedo tranquilo. Dejo series a medias y no me arrepiento de nada. Comiquero, gamer y procrastinador a tiempo parcial.

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Que vivan las series mamarrachas

de Rubén Tiempo de lectura: 2 min