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Pretty Little Liars 7×12: Las mentirosas están hartas y nosotros también

Hasta el papo. Así definiría mi estado actual ante los episodios finales de Pretty Little Liars. Lo que parecía empezar con un giro de tuerca fantástico, interesante y prometedor de cara a esta recta final de capítulos, en la que aparentemente ya no tenían mucho más que ofrecer, parece haberse convertido en algo tedioso y que, por muy a nuestro pesar, quizás no tenga demasiado más que aportar a estas alturas.

La sensación de querer estirar la cosa por diez capítulos más es muy  real y nosotros puede que seamos muchas cosas, incluyendo fieles defensores de la carrera musical de Leticia Sabater, pero lo que no somos es tontos, señores. A estas alturas no estamos dispuestos a tolerar muchas cosas, y sí, me refiero a los odiados capítulos de relleno. Capítulos en los que nos meten con calzador tramas vacías y regresan personajes del pasado para aportar lo que viene siendo nada. ¿Crees que Marlene King podrá mantener nuestra atención barra expectación ante el resto de capítulos? Quién sabe. De momento nos conformaremos con relajarnos, ponernos un Orfidal debajo de la lengua y analizar a fondo el capítulo de esta semana. Amiga, cuidadito con los spoilers.

Van siete temporadas y nuestras brillantes protagonistas aún no saben de sobra que más vale hacerle caso al malo malísimo de esta historia si no se quiere acabar en el otro barrio, o en el mejor de los casos, muy malito en el hospital cagando en una cuña de metal frío. Sea como sea, las chicas, al fin, pasan por el aro y se dan cuenta que para que todo este ñordo infumable acabe es necesario jugar a esta versión macabra del Monopoly que el mismísimo “A.D” construyó mientras combinaba un grado medio de artesanía con stalkear a las mentirosas.

Pero en esta ocasión, el tablero, se lo han pasado por el parrús y ha permanecido en un discreto segundo plano ya que han decidido prestarle mucha más atención a un nuevo personaje que ha aparecido de la nada en nuestras vidas, y sí, nos importa lo que viene siendo nada. Pero oye, aquí estamos, todo ok.

¿Y por qué es relevante esta chavalita en toda esta historia? Básicamente porque se trata de una versión super-bitchy y morena de la antigua Alison. Por si el parecido entre ambas no te resultaba lo bastante obvio, tranquilo, el equipo de Pretty Little Liars se ha encargado de disipar cualquier tipo de duda llamando “Addison” a este nuevo personaje en cuestión. Gracias por la aclaración. Guau. De verdad. No habíamos caído en que estábamos ante otra adolescente trillada de la almendra que está encantada con ser el centro de atención a base de arruinar la vida de los demás. Truly necesario.

Y cuando digo “demás” quiero decir su profesora Emily. La pobre no tiene bastante con lidiar con toda la movida de “A.D” como para que además, en el trabajo, se tope con esta mosca cojonera. Vamos, yo es que soy ella y en el minuto uno, le hubiera atado un bloque de cemento al tobillo y la habría tirado en la parte más honda de la piscina para quitarle toda la tontería que tiene encima. Por otro lado, cabe destacar, que al parecer, esta chavalita insoportable, se trae algo entre manos con Jenna. ¿El qué? Pues mira, seguramente nada, pero con algo tenían que rellenar este capítulo tan sosito que les ha quedado.

Mientras el drama, por llamarlo de alguna manera, del regreso de Jenna, tenía lugar, nuestra pequeña Aria continúa dedicada en cuerpo y alma en su boda (Plot twist: Esa boda que tantísimo nos da igual porque nosotros somos más de Haleb que de Ezria), aunque aún parece tener la mente en la aparición de Nicole, y es que nena, estas cosas de tres son muy complejas. ¿Aunque quién somos nosotros para darle consejos de amor a Aria? ¿Qué nos creemos? ¿Esperanza Gracia?

En resumen, la aparición de Aria en el capítulo de esta semana ha sido verdaderamente innecesaria. Nena, para preparar canapés te me quedas en casa y todos tan contentos, aunque precisamente, la que no parece estar nada contenta es Spencer, porque claro, de repente le han cascado una madre nueva, y BOOM, su cerebro se convirtió en Chocapic. La chica sigue empeñada en conocer el paradero de Mary Drake, su madre biológica, y tener una buena charla con su padre acerca del tema. Aunque de momento, el padre, pasa un poquito. Un poquito nivel: a su hija le han pegado un tiro que casi le revientan el pecho por siete lados y él no ha aparecido por casa ni para desayunar. FANTASÍA DE SEÑOR, chavales.

Por otro lado, tenemos a Hanna, que continúa sumergida en el diseño de ropa y demás. Un tema que nos aburre especialmente. Aunque no creáis que la semana de la Marin ha sido coser y cantar, literalmente, sino que la chavala se las ha visto con el mismísimo “A.D” y le ha liado una buena en un taller de calzado. Una ya es que no puede ir por la vida tranquila sin saber donde va a llevarse el próximo susto, de verdad.

Para más drama, la chica, se encuentra trabajando duro en un diseño y de repente, por circunstancias de la vida, Jenna aparece con él puesto antes de que ni siquiera lo haya finalizado por completo. O sea, guau. Demosle un repiro a Hanna y a sus extensiones para ser feliz, ¿vale? Porque este bullying encabezado de los guionistas solo es equiparable al de Raven Reyes en The 100. ¡Ánimo Raven! Si estás leyendo esto, no eres la única desgraciada en el mundo.

Pero amigos, que no todo van a ser penurias. ¡Emily finalmente le plantó cara a la niña tocapelotas y ha logrado desbloquear un regalo de “A.D”! Sí, las mentirosas logran una nueva pieza del puzle que preside el tablero de este nuevo juego en el que se han visto obligadas a sumergirse hasta la última de las consecuencias. Al parecer podría tratarse de un mapa que les llevaría hasta algo o, ¿quién sabe? Quizás hasta alguien.

De momento no nos queda otro remedio que quedarnos con las ganas de saber más y ahogarnos con el hateo que llevamos esta semana a cuestas. ¿Qué nuevas aventuras llegarán a la vida de las mentirosas a través del dichoso jueguecito?, ¿el progenitor de Spencer continuará desaparecido de la faz de la Tierra?, ¿Seguirá siendo Emily la desgraciada oficial del grupo?, ¿Habrá finalmente expulsión disciplinaria para Gloria Camila tras su encontronazo con Alba Carrillo en Supervivientes? Estas son solo algunas preguntas de las muchísimas que recorren nuestra mente. Quizás en siete días, conozcamos alguna de las respuestas.

Pasad un buen fin de semana, mentirosos.


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Fran Luna

Cago, odio y me spoileo a partes iguales. Mi animal espiritual es Belén López Vázquez (3°B) y todo lo que sé sobre el amor lo aprendí gracias a Pasión de Gavilanes. Yo por mis series MA-TO.
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