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Por siempre Six Feet Under


Hoy les voy a hablar de Six feet Under, una serie que terminó hace ya varios años (2005), pero para las personas que la vieron, seguramente no es una más, porque a cualquiera que le pregunten  (me incluyo), es una obra de arte.

Esta maravilla creada por Alan Ball, trata sobre una familia que maneja una funeraria. La serie aborda la búsqueda del “yo verdadero”  de cada uno de los personajes, que a lo largo de la serie cada uno de los protagonistas irá buscando y encontrando su lugar en el mundo. Con humor negro, mostrando las muertes con una simpleza y crudeza como nunca, jugando con sueños e imaginaciones, que a veces no sabés si son reales hasta que termina la escena. La serie se adentra en un mundo en el que los muertos tienen nombres y apellidos, un pasado y una historia.  Cada capítulo comienza con el fallecimiento de alguien (y sus característicos fundidos a blanco), cuyo funeral es en la casa de los protagonistas.
Y es así que el punto de inicio de la historia es el deceso del patriarca Nathaniel Fisher (Richard Jenkins). A partir de allí se empieza a contar la historia de cada uno de los diferentes miembros. Nate Fisher Jr. (Peter Krause), David Fisher (Michael C. Hall), Ruth Fisher (Frances Conroy) y Claire Fisher (Lauren Ambrose), nos muestran la naturaleza humana y las complejidades a las que nos enfrentamos. Pero al fin y al cabo, todos terminamos de la misma manera, muertos. Cada uno de ellos tiene sus particularidades, Nate, que vuelve a Los Ángeles a enterrar a su padre y se encuentra perdido emocionalmente. David, que está enamorado de Keith y no sabe cómo decírselo a su familia. Claire, la adolescente rebelde que explora las drogas y el sexo y Ruth, la madre depresiva que tiene amantes por donde mires.

Al principio cuando empecé a verla se me hizo lenta, pero a medida que avanzaban las tramas y el desarrollo de los personajes, sin querer te vas dando cuenta de lo mucho que simpatizas con los Fisher y te sentís identificado con cada uno de ellos. Y por lo menos, un capítulo por día era obligatorio. Hasta que llegás al episodio 12 de la temporada 5, la despedida, esa que muchos temen. Sinceramente la comencé  por los comentarios que decían que tenía el mejor final de una serie, y a mí entender (que tengo varios en la espalda), no fallaron. No voy a acercarme en lo más mínimo a explicárselos, eso tienen que verlo, llorar y disfrutarlo por sus propios medios. La mezcla de sentimientos que se me generaron en esos últimos minutos, son inexplicables, las personas que lo hayan visto me entenderán. Es hasta el día de hoy que escucho la canción del final, o vuelvo a ver el último episodio, que automáticamente se me pone la piel de gallina y las lágrimas salen solas, no puedo, no puedo superarlo todavía, y es por eso que escribí esto, para ver si hay alguien que comparta lo que sentí en ese momento.
Cada vez que alguien me pregunta qué serie empezar, Six feet Under es mi respuesta, les aviso que al principio por ahí les parezca medio densa, pero que le den una oportunidad, que no va a defraudarlos en lo más mínimo. Esto último va para todos los que me están leyendo (y les agradezco), si todavía no la vieron, y tienen un ratito, no duden en verla, porque van a recordarla por siempre.

 
Por Lila (Twitter: @amarantalila)


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