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Cuando Sherman-Palladino hace bien las cosas

The Marvelous Mrs. Maisel, su último proyecto, acaba de terminar su cuarta temporada.

Si uno piensa en series que te llenan, que te marcan y que tienen un diálogo que parece un audio de whatsapp en x2, uno piensa en una serie de Amy Sherman-Palladino. Una señora de muchos sombreros, y que hay días que es la persona más odiada y más amada para muchos.

La mente pervesa detrás de series como The Marvelous Mrs. Maisel, Bunheads y, por supuesto, Gilmore Girls.

Pero, ¿por qué decimos que está haciendo bien las cosas? ¿No cuenta el éxito de sus series como hacer algo bien?

Centremonos en lo importante

El presente de Sherman-Palladino

Cuando hablamos de su contenido actual nos centramos en The Marvelous Mrs. Maisel. Una de las mejores series de Prime Video y que ha captivado a todo tipo de públicos, y la primera serie de la plataforma que consiguió ser renovada por dos temporadas de un tirón.

Sherman-Palladino ha conseguido crear una historia en la que no solo su personal principal ha ido evolucionado, si no que todos a su al rededor, de mayor o menor manera también. Disfrutamos con todas las vivencias de Midge, al igual que nos reimos del cambio de sus padres o de lo maravillosa que nos parece la situación de Susie. Como espectadores conseguimos engancharnos de mayor, o menor, manera a sus tramas, ya sean algunas más pequeñas que otras, y disfrutamos hasta de los momentos más tristes.

Midge y Susie de The Marvelous Mrs. Maisel

Al final del día, son los pequeños detalles los que marcan la diferencia, ya sea por el tipo de vestuario, o por incluir tramas reales, como muertes o pequeños tributos a aquellos que no están con nosotros. Y eso, se le da de lujo.

La cuarta temporada de la serie de Prime es un ejemplo mágico. No solo se cierran algunas tramas del pasado, sino que también se cuida y se evoluciona un poco más, y eso se nota en la calidad de los personajes. Personajes que se notan que están cuidados con mimo y de los cuales no solo el espectador conoce, si no que aquellos que los crean también.

A la espera de la temporada final de nuestra cómica judia favorita, no podemos evitar tener un poco de miedo. La trayectoria de la serie es muy buena y se ha mantenido a lo largo de su camino, con Amy sabiendo que cambios debía hacer, pero es complicado cerrar un ciclo que ha ido tan bien sin caer en momentos fatalistas.

Al final del día, Sherman-Palladino está detras del revival de Gilmore Girls

Gilmore Girls

Gilmore Girls era, hasta el estreno de Mrs. Maisel, la serie por excelencia de Amy. Si sabías quien era Amy, lo sabías porque era la mente privilegiada detras de las aventuras y dramas de la familia Gilmore. Seis temporada al frente del barco, bajandose de el en la septima, y recobrando la dirección en el revival.

Personajes carismáticos, con garra, a veces malcriados y un poco fuera de realidad, pero personajes que te llegaban al corazón. Y eso era algo que, junto a la rapidez de sus dialogos y a la mezcla de realidad y ficción, llevaron lejos al duo.

Sherman-Palladino estaba al frente de una serie que conseguía nominaciones a los grandes premios (los logró con Mrs. Maisel). Pero, al final, por mucho cariño que se le tenga, la calidad fue en disminución. Seguía llenandote el corazón, pero no era esa serie que enamoró a todo el mundo. Después llegó el revival, y a más de uno, incluida la autora de este texto, se les rompió el corazón.

El cast de Gilmore Girls

Cómo no hacer un revival

Podemos decir que uno de los primeros revivals antes del boom fue de la mano de Sherman-Palladino y Netflix. Tras abandonar Gilmore Girls antes de su última temporada, Amy decidió que no se había contado toda la historia y que quería hacerlo.

Hasta ahí todo bien. Entendible. Mucha felicidad.

El problema recae en el formato, cuatro capítulos que duran lo mismo que una película, así como en su contenido, y sus personajes. Había bastante contenido de relleno que quizás, si se hubiera pensado de otra manera el estilo de capítulos hubiera cuadrado y no se hubiera sentido forzado. Aunque, al final del día, forzados estaban los personajes.

No me mal entendáis, la mayoría de ellos eran una maravilla, el problema real recae en sus personajes principales. Amy no estuvo en la última temporada, y según ella, no la vió y se informó levente de lo ocurrido antes de escribir los guiones del revival. Y esto amigos es un problema, porque la evolución realizada por muchos desaparece.

Y no solo la evolución de la última, es el cambio sin sentido de las actitudes básicas de muchos de ellos. Un cambio sustancial y que afecta al personaje y al espectador.

¿Cerró en cierta manera un ciclo? Pues sí, pero son esos errores los que dan miedo cuando ves que se acaba su último proyecto.

Viendo el trato a los personajes de las Gilmore, a uno de la por pensar en lo cuidada que son las tramas de Mrs. Maisel. En como los personajes evolucionan y se mantienen en esa línea sin perder quienes son. Como cada detalle es mimado, y eso como espectador te llena de alegría.

Una alegría arrebatada en 2017 y que supo devolver, pero una alegría que te lleva a pasar miedo por lo que pueda suceder en la última temporada.

Cuando Amy Sherman-Palladino lo hace bien, tu te sientes bien y disfrutas. ¿Lo hace bien siempre o es el dolor de un mal cierre lo que hace que temas por el cierre de otro capítulo?

Quizás la visión de esta autora sobre la creadora esté afectada por su serie favorita, pero no puede negar que es un genio en lo que hace. Es por ello que hay que celebrar las pequeñas cosas, incluso cuando Amy Sherman-Palladino las hace bien.

Quizás habría que culpar a su marido de los errores, ¿quién sabe?


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Steph

Las series, como el café, son la base principal de mi existencia. Bueno, y Chris Evans, no podemos negar eso... Y las Gilmore...
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