Carta a las series
Queridas, amadas y odiadas series; acabadas y canceladas; en emisión y en parón… En esta misiva quiero dirigirme a todas y a cada una de vosotras, porque, en mayor o menor medida, todas habéis significado un antes y un después en mi vida, un favoritos y un nunca más, una espera interminable o un alivio.
Y es que, desde este pequeño rincón, con esta carta, hoy os quiero decir algo a todas y cada una de vosotras: gracias.
Por todos esos días, tardes y noches de maratón; esas horas riendo, llorando y pasándolo muy bien. También muy mal, para qué nos vamos a engañar, porque no hay momento donde más notes una mamarrachada que en mitad de un maratón.
Por enfurecernos con los finales abiertos, las cancelaciones y los plot twist mal hechos. También por cargaros a personajes que no deberían haber muerto, haber dejado a muchos vivos y haber comenzado tramas que no tenían ningún sentido. Y encima, no terminarlas, ni darles explicación. (Ni olvidamos, ni perdonamos…)
En esta carta también me gustaría daros las gracias por enseñarnos a amar personajes, tramas y guiones; a apreciar cada minuto de cada capítulo y a odiar la espera entre ellos. A valorar las plataformas como Netflix, HBO, Primevideo y Disney+, y tener que reflexionar para darte cuenta de cómo era todo antes de la llegada de estas.
Por hacer historia, por llegar a ser míticas, por empezar, desarrollar y tener un final magnífico. Por empezar mal, y acabar regular. Y por las que empezaron bien y acabaron chuchurriamente también: aquí no hacemos ascos a nada, ya lo sabéis.
Por saber cuando acabar y por regalarnos más tiempo cuando no supisteis que era vuestro momento. Y gracias también por las miniseries, las docuseries, y las animaciones. Todas sois bienvenidas, siempre.
Por ayudarnos (en muchas ocasiones) a sacar un poquito la cabeza del pozo de la tristeza, por amenizarnos las tardes de estudio y trabajos, por entretenernos en las noches de insomnio… Por crear mundos de fantasía, darnos golpes de realidad, y dejarnos en muchas ocasiones con la duda: “y yo, ¿qué habría hecho?”.
Gracias por enseñarnos a querer, ayudarnos a soñar y hacernos llorar, para luego reír, para más tarde acabar odiando a todo el mundo. Por enseñarnos un mundo nuevo de vocabulario, abrirnos los oídos a la bandas sonoras y enseñarnos el paso hacia la versión original.
Pero, sobre todo y personalmente: gracias por ayudarme a conocer a esta bonita comunidad llena de seriéfilos enfurecidos (unos más que otros) pero que tienen un corazón que no les cabe en el pecho. Gracias a todos por formar parte de esto, por leernos, por contestarnos, y por compartir una gran pasión: las series. Esta carta también es para vosotros.
-María
María López
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