American Horror Story 8×01: Llega el apocalipsis y nos pilla a todos en bragas

¿Están ahí mis vidas? ¿Están ahí? Sinceramente espero que sí porque vengo a hablaros de un tema de suma de alta relevancia histórica. No me refiero a aquella vez en la que Britney Spears se rapó el pelo tras darle un jari y fue repartiendo paraguazos a los paparazzis sino al fin del mundo.

¡Que no cunda el pánico! No es que acaben de interrumpirle el programa a Ana Rosa Quintana ante una alerta nuclear ni mucho menos. Se trata del regreso de American Horror Story a nuestras vidas. Sí, amigo mío, parece que no pero realmente ya ha pasado un año desde que nos despedidos de esa pizpireta oleada de payasos asesinos y ahora toca darle paso al apocalipsis.

La octava temporada de la serie por excelencia de Ryan Murphy (como siempre obviando a Glee porque chica what a declive las últimas tandas de capítulos ) ya ha comenzado y eso solo puede significar una cosa: que volvemos a vernos por estos lugares para comentar qué se cuece semanalmente tras American Horror Story: Apocalypse. Si estás listo para despellejar en profundidad el primer capítulo solo tienes que seguir leyendo aunque te advierto que la cosa está hasta los topes de spoilers.


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Con Apocalypse, Ryan Murphy, ha querido adentrarnos en el momento en el que básicamente el mundo se va a al garete. Cosa a la que le tengo cierto respetito ya que es leer una noticia acerca de un posible meteorito que podría colisionar con la tierra y se me encoge lo que viene siendo todo el orto. Pero aquí no hemos venido a sufrir a la primera de cambio así que show must go on.

La temporada empieza por todo lo alto: una alerta nuclear que avisa a la población de que el mundo llega a su fin con todas las consecuencias que ello conlleva. Ejemplos: ni un solo capítulo más de Keeping Up With The Kardashians, no llegaremos a oír nada del disco de Amaia de Operación Triunfo o no presenciaremos finalmente el spin-off de Pretty Little Liars. Esto último no sabemos si se trataría de un disgusto o una alegría.

Le gente se vuelve loca ante tal noticia. Corren, gritan, saltan al vacío desde altos edificios… Todo con tal de librarse de la tanda de misiles nucleares que se vienen sobre la tierra. Ante esta situación, Coco, (el maravilloso personaje de Leslie Grossman que promete darnos más de un momentazo) descubre por sorpresa que sus padres disponen de pases VIPs para un refugio nuclear. Nena, cosas de ricos. La gente de a pie como tú y como yo acabaríamos recluidos en el McDonald’s más cercano mientras disfrutamos de nuestra última hamburguesa de un euro.

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La cosa es que por avatares de la vida, el avión privado del que dispone esta buena señora se ve invadido de repente por su propia agente personal (Billie Lourd), Mr. Gallant (Evan Peters) y su adinerada abuela Evie (Joan Collins, que da vida a un híbrido entre Ana Obregón y Concha Velasco en sus buenos tiempos). Todos ellos juntos como hermanos y miembros de una iglesia presencian el temido acontecimiento: el fin del mundo.

Eso sí, lo presencian desde el jet privado de Coco que va rumbo a un refugio donde van a permanecer a salvo. O sea, que ya te digo yo que desde esa posición yo también presencio lo que me echen. ¿Qué no? Madre mía te digo yo a ti que sí. El plot twist dramático de todo esto viene a continuación: el Outpost 3.

¿Qué es eso? ¿Es un nuevo videojuego de zombies? ¿El nombre del nuevo single de Lady Gaga? Nada más lejos de la realidad. Outpost 3 es un siniestro refugio nuclear custodiado por la malvada Wilhemina Venable, personaje interpretado por Sarah Paulson a quién por cierto aún no hemos oído gritar. Gracias, Ryan Murphy.

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En el Outpost 3 no hay electricidad, ni rastro de elementos tecnológicos, te obligan a vestirte con una ropa ridícula que parece sacada de cualquier escena de Titanic, si mantienes relaciones sexuales éstas están castigadas con la muerte y, lo que es peor, sin redes sociales. Yo no sé vosotros pero yo para vivir así prefiero que la radioactividad me coma vivo. Y lo digo tal como lo siento. Con una manita en el corazón y la otra sobre el nuevo disco de Ariana Grande, que es como se juran las cosas verdaderamente importantes.

Wilhemina Venable, a quién en este mismo momento pasaremos a llamar “el personaje de Sarah Paulson” (porque no pienso aprenderme semejante cosa fea de nombre), ha reunido entre las cuatro paredes de su refugio a personas que destacan en la sociedad: una presentadora de televisión, a los exiliados del jet privado, bla, bla, bla… un chico y una chica que han pasado toda su vida siendo unos mindundis y de repente descubren que son dignos de estar ahí dada su misteriosa ascendencia. Que por cierto, entre estos dos hay lío y se están jugando un tiro en toda la cara porque Ms. Miriam, el personaje de Kathy Bathes, íntima amiga de “el personaje de Sarah Paulson” está al acecho para que las normas de la casa se cumplan a rajatabla.

Pasan los días, las semanas e incluso un par de añitos y todos empiezan a estar hasta el tete del Outpost 3, de “el personaje de Sarah Paulson” y de la madre que parió a todos. La reserva de comida cada vez es menor y de allí no puede salir ni un alma. Nena, que si no la radiación te deja hecha un pellejo y tampoco es plan, ¿sabes?

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Ante esta complicada situación, en la que yo personalmente he de decir que ya estaría tirándome hasta de los pelos del culo, aparece Michael Langdon (El hijo de Vivien y Ben de Murder House. Guau, el giro de guión) para llevarlos a todos a un nuevo refugio en el que al parecer, y de manera literal, hay provisiones para vivir tranquilamente durante décadas. Pero cuidadito, que este señor es un poco turbio y no me entra mucho por el ojo. Aquí hay gato encerrado. Al tiempo.

De momento poco más sabemos sobre estas nuevas tramas que están surgiendo y será la semana que viene cuando seamos conocedores de todo lo que se cuece en este refugio que tan mala espina da, señores. ¿Le habéis echado un ojo ya a esta nueva temporada de American Horror Story? ¿Qué os ha parecido? ¿Vais con Aramís Fuster en esta nueva edición de GH VIP? ¡Hasta la semana que viene, canallas!

¡Quieto parao! Ya que has acabado de leer mis palabrejas, échale ahora mismo ojo al artículo sobre Supernatural que tenemos recién sacado del horno. Solo tienes que hacer click AQUÍ


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Fran Luna

Cago, odio y me spoileo a partes iguales. Mi animal espiritual es Belén López Vázquez (3°B) y todo lo que sé sobre el amor lo aprendí gracias a Pasión de Gavilanes. Yo por mis series MA-TO.

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American Horror Story 8×01: Llega el apocalipsis y nos pilla a todos en bragas

de Fran Luna Tiempo de lectura: 5 min