American Horror Story 6×02: ¡Lo que pasa en Roanoke, se queda en Roanoke!
Vale, no quisiera alarmar a nadie pero parece ser que nos encontramos ante una de las mejores temporadas de American Horror Story después del desgaste sufrido tras Asylum. La segunda temporada había dejado el listón muy alto y tras una una tercera que podríamos resumirla como “Meh”, vino el declive. Roanoke parece recuperar el espíritu que la serie perdió en su momento y en este segundo capítulo nuestras sospechas se confirman: Ryan Murphy ha hecho un gran trabajo.
¿Quieres saber qué ha pasado esta semana en tu serie preferida? Pues cari, sigue leyendo, aunque si te tragas algún que otro spoiler será solo bajo tu responsabilidad. ¡No digas que no te avisé!
Comenzaré formulando la pregunta que todos nos hacemos: ¿A qué esperan para mudarse de casa? Porque parece que esta familia no tiene límite alguno. Primero llueven dientes, después ven como gente con antorchas merodean por el lugar y ahora descubren que se hacen sacrificios humanos en los alrededores. ¿Que más tiene que pasar para que esta gente diga de cambiarse de casa por favor?
Pero olvidemos el tema y centrémonos en lo mal que lo está pasando Shelby y su familia en esa granja. Como si la situación no fuera ya lo suficientemente preocupante ahora tenemos que sumarle la llegada de la hija pequeña de Lee a la casa. Sí, un niño que se comunique con los muertos es justo lo que necesitábamos para superar el umbral de mal rollito establecidos hasta el momento. YAS!!!
Y es que tenemos que ser realistas, ¿quién no quiere tener en casa a una niña que dice hablar con una amiga invisible que le dice que va a matar a todos? Yo al menos sí.
Mientras tanto, los fenómenos paranormales en la casa son el pan nuestro de cada día. En esta ocasión una señora, suponemos que muerta, o que ni siquiera existe en realidad, ha llevado a Matt y Shelby hasta un zulo en el bosque. Porque sí, porque la cosa puede continuar y ser más creepy aún.
En esta nueva y acogedora estancia de la casa han descubierto que alguien ha estado viviendo allí hasta hace poco. Tras rebuscar por el lugar dan con una cinta de vídeo donde se cuenta: LA HISTORIA.
Sí, sabemos un poco a más a que se debe que la residencia de esta familia sea un coñazo a la hora de dormir. Al parecer un par de enfermeras, un poco regular de la azotea, montaron una residencia de ancianos para matarlos uno a uno. Porque sí, porque es divertido. Lo que no sabía este par de pencas es que en la casa había algo que daba muy mal rollito y acabaría por matarlas a ellas. ¿Que qué es ese algo? De momento no lo sabemos, pero suponemos que cuando lo descubramos nos lo haremos encima automáticamente.
(Fotito de la redecoración del salón de la residencia)
Quisiera hacer un inciso aquí, llegados a este punto, para decir que alguien debería decirle a los estilistas de la serie que se le nota demasiado el pegamento de la peluca a Sarah Paulson. Ok, dicho esto continuemos.
Parece que al fin deciden ponerse en contacto con el banco para devolverles la casa. ¡Al fin! Pero nada, ya sabéis que los bancos saben más que los ratones colorados, así que, amiga Shelby, ¡te comes la granja con patatas! Por si esto fuese poco ahora resulta que la hija de Lee desaparece en el bosque y, para hacerlo todo aún un poquito más trágico, se han encontrado su chaquetón en la copa de un árbol de trescientos kilómetros de alto. Por lo que, por favor, ¿alguien me explica como ha ido a parar eso ahí? Gracias.
Así se van sumando misterios a esta historia que nos deja sin respiración hasta el último segundo de cada capítulo. De momento tenemos que esperar unos días para saber qué más puede pasar en esa casa, porque visto lo visto, puede suceder cualquier cosa. ¿Aparecerá Ylenia cantando su nuevo single sobre la mesa de la cocina?, ¿seguirán sin querer abandonar la casa por lo que pintarán la fachada de colores pasteles para que de menos mal rollo? Saldremos de dudas en una semana.
¡Tened un buen fin de semana!
Fran Luna
