12 Campanadas, 12 Series: Being Erica

24Día 5 del parón navideño: Dejadme adivinar, no sabéis qué poneros para esta noche, no tenéis preparado el modelito y encima os da un pereza terrible pensarlo, además seguro que también os esperan las típicas preguntas ¿Cuándo acabas la carrera?, ¿Y cuándo te vas a echar novio?. Bueno, os traigo la solución a los temas de conversación, y para hacer tiempo porque sabéis que vais a bajar a cenar en vaqueros: LAS SERIES. Yo os traigo una que seguro que casi seguro que no conoces, pero sigue leyendo que te va a encantar, te presento a Erica.

Como iba diciendo, yo hoy voy a hablar de Being Erica, si en este punto alguien sabe qué serie es, por favor, que me lo diga porque le tengo que dar un abrazo. Siendo justos, yo me fijé en esta serie por un motivo y es que estaba grabada en Canadá y parte en mi querido Montreal, sí, tal y como os lo cuento, pero si la seguí viendo fue por algo.

Being Erica es una serie canadiense de la cadena CBC, con cuatro temporadas emitidas entre 2009 y 2011, y de unos 12 capítulos por temporada, vamos, se ver rápido, no os podéis quejar. ¿Qué tiene Erica que me enamoró? Pues que no será uno ni dos, sino muchos los momentos de la serie en los que tú te sientas identificado con ella.

Nuestra prota, Erica, es una mujer de 32 años cuya vida no puede ser más desastre, la acaban de despedir del trabajo, su novio la deja de la forma más patética que hay y tras una sucesión de catastróficas desdichas, termina ingresada en el hospital, y esto no es spoiler, pasa como en los 20 minutos. Mientras está en el hospital conoce a un extraño señor que se presenta como el Doctor Tom y se ofrece a ayudarla a arreglar su vida con una nueva terapia.

Claro, a ti te cuentan esto y te crees que es otro psicologo más, que ha visto cara de loca y espera forrarse contigo, pero no, Doctor Tom es de verdad un doctor… diferente, un primo del Doctor Who, podría ser. Esta terapia que le ofrece a Erica consiste en que ella reflexione sobre su vida, en los momentos en los que ella considera que la ha cagado, o que debería haber tomado otra decisión y Tom le hace viajar a ese momento. Sí, como lo leeís, viajes en el tiempo antes del boom de LoT, EMDL y Timeless. Con cada viaje, que normalmente corresponde a un capítulo, Erica aprende algo más sobre ella y lo aplica a su vida actual, que vemos mejorar poco a poco.

Creo que os podéis hacer una idea ahora de por qué nos vamos a sentir identificados con Erica, ella recorre toda su vida, reviviendo sus errores, por lo que creo que esta es una serie de la cual se pueden aprender muchas cosas. Pasando un poco a lo personal y hablando de mí, yo esta serie la vi cuando tenía unos 15-16 años y de verdad que considero que en su momento, aprendí mucho de ella, porque no deja de tener una buena carga de psicología.

Un detalle que tiene la serie, en concreto Doctor Tom, que a mí me gustó mucho desde el primer momento es que utiliza muchísimas citas de escritores para ilustrar las lecciones, cosa que a veces molesta a Erica, pero a mí me gustó mucho porque aprendes citas maravillosas y conoces escritores nuevos, porque siempre tiene el detalle de decir de quién son.

Por último, un comentario breve sobre los actores, Erin Karpluk da vida a Erica, que también se ha dejado ver por Life Unexpected y recientemente sale en la cuarta temporada de Masters of Sex (yo esta serie ya la quería ver de antes, pero desde que me enteré de esto, ha escalado puestos en la lista de pendientes). Como pequeño incentivo, en un par de momentos de la serie vais a poder ver a una joven Tatiana Maslany y a Devon Bostick (que si por el nombre no caeis, es Jasper en The 100) que no digo quién son porque es spoiler, pero os lo dejo para que os pique la curiosidad.

Creo que no tengo nada más que añadir, espero haber convencido, porque Erica Strange puede llegar por casualidad por tu vida, pero os prometo que al final se queda en un rinconcito del corazón.

Me despido no sin antes recordar que el año pasado ya hablé de Sons of Anarchy, mi serie por excelencia y que si no la habéis visto y necesitáis un empujón, pasaos por la campanada.

¡Felices fiestas y felices maratones amigos!