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The Vampire Diaries 7×01: o salvar lo insalvable

Sétima temporada de The Vampire Diaries. Para muchos, tres o cuatro temporadas más de las necesarias. ¿Se trata de la crónica de una muerte anunciada? Sin duda.

Hay series que saben marcharse cuando tienen que hacerlo, hay otras que no saben y después está TVD que no la dejan hacerlo. La que siempre fue la serie fetiche de muchos, ahora es solo una sombra de lo que era.

Spoilers del 7×01 y anteriores capítulos…

Metiéndonos en faena, TVD ha vuelto a nuestras pantallas con cambios significativos para la serie.

Sin contar el principal cambio que es la ausencia de Elena (ay Elena, lo que te hemos llegado a odiar pero lo de menos que te vamos a echar), nos hemos contrado con que de un día para otro Mystic Falls se ha visto más vacía que nunca.

Después de haber pasado por mil historias, a cual más impensable (doppelgangers, cazadores, vampiros originales, lobos, ser “zona magic free“, brujos despiadados, etcétera, etcétera…) ahora la el pueblo se ha quedado más solo que la una. Y todo gracías a Mamá Salvatore and company.

Pero comencemos por el principio del capítulo, donde nos presentan un flashforward ocurrido dentro de tres años en Nueva York. En el vemos a un Stefan herido y alterado y dos ataudes, siendo Damon el que se encuentra dentro de uno de los mismos. En la corta escena Stefan trata de despertar a su hermano, medio disecado, dándole a beber sangre y literalmente gritándole que despierte. Espera, ¿qué? ¿Qué coño es esto y que ha pasado en estos tres años? Pues te toca esperar porque hasta el final del capítulo no te van a dar un poco más de ese momento. (Y tampoco te van a dar mucho más)

De vuelta al presente nos encontramos una Mystic Falls aparentemente tranquila donde Matt Donovan por fin se gradúa como agente y a los demás les ha dado por escribir diarios (para algo se llama The Vampire Diaries, ¿no?). La relación de Caroline y Stefan parece seguir estando en tierra de nadie, en “ni sí, ni no, sino todo lo contrario”. Cosa que muchos agradecerán porque no dan ni un duro por esta pareja. Yo la verdad es que me he acabado acostumbrando y como, para llevar la contra, no quiero Klaroline (Klaus y Caroline) ni regalado, pues pa´lante.

Por otro lado vemos la familia que Lily se inventó allá por… hace unos cuantos siglos. Herejes se llaman. ¿Qué es eso? Para ti y para mi, medio vampiros medio brujos (¿Cómo? ¡Si eso no puede ser!) Pues mira por donde, ahora sí. Pero claro, ahora tienen que rellenar el gran vacío que deja Elena y el único modo que se les ocurre es metiendo personajes a cascoporro. Y ya si les pones fancy accents y caras bonitas, pues mejor. Los herejitos estos delante de mami Salvatore se las dan de buenos (sobre todo las chicas) pero a sus espaldas son bichos malos que les va tela la marcha.

Es por eso mismo que los chicos… vamos Matt, Caroline y Stefan intentan cargárselos de una forma… TONTA. ¿De verdad pretendían quitarlos de en medio con una bombita? ¿En serio? Efectivamente eso lo que hizo fue ponerlos esquizofrénicos total, cosa que es normal. Así que la lían muy parda en la graduación del pobre Matt. Muy al estilo de la serie. Que por cierto, cuando Caroline entra a la casa de los herejes y “se deja” influenciar… ¿¡no se supone que los vampiros se reconocen entre si!? Una de las muchas incoherencias de la serie. En pleno baño de sangre tiene que llegar mamá Salvatore (ahora madre de todos) a poner orden como madre que es. Que por cierto, esta estaba haciendo tratos con Enzo para buscar una piedra (otro cliché de la serie, las piedras).

Tener sueltos a los herejes en el pueblo es demasiado peligro, así que tienen la fantástica idea de hacer un trato con ellos. Desalojar a todo el pueblo inventando un peligro en las minas bajo la ciudad. De este modo la ciudad queda desierta (tal y como vimos al final del último capítulo de la temporada pasada) y dándole total libertad a los herejes para atacar a quien traspase las fronteras del pueblo. Y eso no es todo. Stefan cede la famosa mansión Salvatore a su madre y hermanastros (¡no, la mansión no!). ¿Todo esto para qué? Para hacer entrar en vereda a los herejes. Cosa que tanto tú como yo, sabemos que no va a pasar pronto.

Al otro lado del charco tenemos a Alaric, Bonnie y Damon. Alaric “tratando de superar la muerte de Jo” (¿cómo se supera que hayan matado a tu mujer, en tu boda, EMBARAZADA?). A su vez Damon intenta superar la siesta más larga de la cuenta de Elena. Y Bonnie… bueno, Bonnie trata de sentirse útil tratando de cuidar de ambos. ¿Cómo superar todo esto? Al estilo Damon & Ric. O lo que es lo mismo, bebiendo como si no hubiera mañana.

Pero vemos que tal vez lo que pretende Alaric no es quizá olvidar a su mujer entre alcohol, sino buscar la forma de revivirla con… ¡sorpresa¡ ¡justo la misma piedra que está buscando Lily! ¡Pero qué casualidad! ¿Tendremos a Jo de vuelta? No sería de extrañar, pero habrá que ver primero qué poder tiene la piedra a parte de servir de bonito adorno. Entremedias tenemos a Bonnie a Damon que se encuentran en algún punto entre el odio y la amistad. Más cerca de lo segundo que de lo primero, puesto que aunque Damon se cuestione dejar morir a Bonnie, es su mejor amiga y no lo superaría. El vínculo que crearon en la pasada temporada es demasiado fuerte.

Finalmente Damon, Alaric y Bonnie vuelven a la ciudad encontrándose el bombazo de que prácticamente no queda nada de ella. Damon no duda en reclamarle a Stefan que todo lo hace por Caroline, pero este no tarda en rebatirle que lo hace por él, porque si cuando Elena despierte descubre que todo y todos los que ella quiere han muerto no los perdonará, especialmente a Damon. Y con esto Stefan tiene toda la razón del mundo, ya sabemos cómo es Elena y la situación sería exactamente esa.

Las cosas entre Bonnie y Matt también están tensas. Normal, ahora que Matt consigue ser policía no tiene a quién defender. El pobre chico tiene la negra desde siempre.

Y como no, siempre tiene que haber una nota discordante, y esa es Damon Salvatore. No está dispuesto a regalarle Mystic Falls a los herejes. Bonnie tampoco está dispuesta. Así que ambos no dudan en ponerse en marcha con su nueva a mistad renovada.

Enzo sigue pegando bandazos de un lado al otro y engañándonos a todos, incluida Caroline. Y… ¡de vuelta al Nueva York de dentro de tres años!

Con un Damon recién despertado descubrimos que el problema es que alguien está persiguiendo a Stefan con la intención, sin duda, de matarlo. She’s back dice Damon pero… ¿¡quién ha vuelto!? ¿¡y de dónde!? Es evidente que es una mujer pero no hay manera de ver rasgos suficientes para reconocerla. She’s not gonna stop until you’re dead vuelve a decir Damon. ¿Por qué quiere esta persona a Stefan muerto? ¿Es Lily que quiere matarlo por haber traicionado su trato? ¿Por haber matado a los herejes? ¿Es realmente Caroline con el cerebro lavado teniendo más sentido que quiera matar especialmente a Stefan?

Como he dicho, mucho personaje nuevo tratando de rellenar el vacío que deja Nina Dobrev y que me arriesgo a decir es casi imposible de rellenar. Personajes que por cierto, me quieren recordar a los originales, los Mikaelson. Dándoselas de seres superiores, de ser un tipo de realeza en su especie. ¿Quién sabe? Conociendo a Julie Plec lo mismo de aquí a nada tienen su propia serie… En cambio nuestros personajes, los de siempre siguen en su línea sin haber cambios destacables. Y la audiencia… mejor no hablemos de la audiencia.

¿Por qué no nos vamos directamente a dentro de tres años con los Salvatore sueltos por Nueva York living la vida loca y olvidamos todo lo demás? Seguramente la serie ganaría algunos puntos que no les vendría nada mal, sobre todo, si son de audiencia.


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Almu Hache

Administradora
Hace años descubrí que la verdadera televisión estaba en internet, así que llegué por las series, tuve que aprender fangirleo e idioma fandom y me quedé por la gente. Si la vida son dos días, hoy no salgo que voy a hacer maratón. Que las series te acompañen.
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