¡Hola kryptonianos!
Después de la resaca de feels que me tocó pasar la semana pasada, me enfrenté a este nuevo capítulo con ganas de ver esperanza, y madre mía si la he tenido. Reencuentros, emociones recién descubiertas y alguna que otra referencia que nos ha hecho reírnos perversamente. Lo mejor de todo es que con este capítulo tachado de la lista ya nos enfrentamos al megacrossover de DC al que nos enfrentaremos la semana que viene con Supergirl, Arrow, The Flash y Legends of Tomorrow. ¿Ganas de ver lo que ha ocurrido esta semana? Ya conocéis las consecuencias de seguir leyendo si no habéis visto el capítulo, ¡así que comenzamos!
AVISO DE SPOILERS
Esta vez todo va a girar en torno a Cadmus. Ya vimos la semana pasada que habían secuestrado a Mon-El, pero ahora hemos descubierto cuál es el plan detrás de todo lo que están haciendo, y no es que entrañe pocas cosas que digamos. En primer lugar, descubriremos que Hank Henshaw, el de verdad, aún sigue vivo y, tal y como ocurre en los cómics y avancé en la temporada pasada cuando descubrimos quién era el Director del DEO, es Cyborg Superman. Su odio hacia los alienígenas sigue tan intacto como siempre, y aprovechará la ocasión de haber atraído a Supergirl a las instalaciones de Cadmus con el cebo de Mon-El para poder darle una paliza (en un escenario de la CW terriblemente reciclado que ya vimos en Arrow y en Smallville hace varios años como parte de las instalaciones de Belle Reve). No sabemos si Mon-El fue capturado sólo para atraer a Kara, pero al menos sabemos que lo usarán contra ella para obligarla a hacer lo que ellos querían, descubriendo así que es vulnerable al plomo.
Otra cosa que descubrirá Kara en este capítulo es que Lillian Luthor, la madre de Lena y Lex, es la jefa de Cadmus, la que está detrás de todo, lo cual le hace preguntarse si la actual CEO de L-Corp tiene idea de ello. A decir verdad, durante todo el capítulo la preocupación en torno a este tema ha girado más alrededor de la posibilidad de que Lena no sepa nada de esto y esté siendo engañada por su madre, lo cual me parece un tanto extraño porque han descartado por completo la posibilidad de que L-Corp esté ayudando de alguna manera a Cadmus, ya sea de manera consciente o inconsciente.
El objetivo de atraer a Supergirl y chantajearla con la vida de Mon-El es conseguir que acceda a debilitarse para poder sacarla sangre. Para ello Lillian le dice que tiene que “agotar sus baterías” usando su visión calorífica, que vacía de energía solar las células de su cuerpo. Esto ya lo pudimos comprobar cuando Supergirl se enfrentó a Red Tornado y durante el siguiente capítulo tuvo que vivir sin poderes.
La pregunta que todos nos hacemos es ¿por qué la sangre? al final del capítulo se nos revelará que lo que Cadmus y Henshaw buscan es poder acceder a la base de datos kryptoniana de la fortaleza de Superman haciéndose pasar por Kara con su material genético para poder buscar información sobre un proyecto llamado “Medusa”. Está claro que esto será carne del próximo capítulo y muy probablemente del megacrossover, sobre todo si tenemos en cuenta que el capítulo de la semana que viene se llama “Medusa”.
Por último, la trama de Cadmus nos deja con el primer rayito de esperanza del capítulo: Jeremaiah, el padre de Alex y padrastro de Kara, sigue vivo y en Cadmus, aunque no sabemos en calidad de qué. A mí esto me huele a chamusquina, porque si podía ayudar a escapar a Kara y Mon-El de Cadmus (si os fijasteis tenía tarjeta de seguridad para poder abrir las puertas), y le dio tiempo a extraerle la bala de plomo al daxamita para que no le siguiera envenenando, es porque de alguna manera tiene que estar colaborando con la organización. Habrá que esperar a ver qué es lo que pasa, porque no creo que lo sepamos a corto plazo.
Por otro lado, en este capítulo se descubre la verdadera identidad de M’gann a raíz de las consecuencias que tuvo la transfusión de sangre que le hizo a J’onn para poder salvarle la vida. Es cruel decirlo, pero nuestro marciano verde se está convirtiendo en un marciano blanco, y eso no le hace ninguna gracia. Al descubrir que, debido al proceso de transformación, está experimentando alucinaciones que le hacen ver a su familia y a otros marcianos blancos, J’onn se da cuenta de lo que ocurre y decide enfrentarse a M’gann, cargando toda su ira contra la pobre a modo de venganza por todo lo que le ocurrió a su familia.
He de decir que me parece terriblemente injusto porque M’gann, a pesar de ser una marciana blanca, intentó liberar a cientos de marcianos verdes porque no estaba de acuerdo con lo que sus iguales estaban haciendo con ellos, porque se vio obligada a huir y a ocultarse en la Tierra porque la empezaron a perseguir, porque lo único que desea ahora es una vida tranquila y alejada de todo ese horror del que no quiso ser partícipe. Sin embargo, esto a J’onn no le importa, y no sólo se enfrenta a ella para poder encerrarla en una celda, sino que encima ha comenzado a despreciarla, básicamente porque sí.
La otra trama principal del capítulo ha girado en torno a The Guardian y cómo el vigilante se enfrenta a las acusaciones de ser un asesino. Esto se debe a que han aparecido muertos varios de los malhechores que ha capturado. Sin embargo, obviamente James Olsen no puede haber sido. En su lugar, las purgas las está realizando un ex marine rencoroso que se está dedicando a ajusticiar a aquellos delincuentes que cometieron crímenes y que, por azares o por errores judiciales, fueron liberados sin cargos ni penas.
Especial mención al papel del recurrente Snapper, que vuelve a aparecer en la serie para darle otro tironcillo de orejas a James por su falta de imparcialidad en lo que a superhéroes y vigilantes se refiere. También hablar de las pataletas que le entran a Winn cada vez que se insinúa que él es un ayudante de The Guardian, cuando se considera un igual, y por supuesto la amenaza de Alex hacia él cuando se da cuenta de que Winn sabe algo sobre este vigilante y le dice que podría hacerle mucho daño de seis maneras diferentes sólo con el dedo índice, momento en el cual Winn le revela que The Guardian es James. Por último, recalcar la brutal referencia a Batman al principio del capítulo.
Y como siempre, para el final dejamos nuestras otps preferidas. Y sí, esta vez hablo en plural, porque por primera vez podemos hablar de Karamel. No ha pasado nada todavía por supuesto, pero, al igual que Sanvers, is meant to be. Durante el capítulo vemos varios momentos en los que pueden hablar a solas mientras están retenidos en Cadmus, en los que pueden dejar las tonterías a un lado y hablar de cómo se sienten respecto a la posibilidad de morir allí. Esto le abre una nueva perspectiva a Mon-El, que al final del capítulo le vemos claramente interesado en Kara, hasta tal punto que se atreve a preguntarles a James y a Winn (antiguo crush y amigo friendzoneado) si ella tiene pareja.
Por último Sanvers, ¡ay mis Sanvers cómo me hacen sufrir! Después de la bajona de la semana pasada por el rechazo tras la euforia por el beso, es normal que la relación entre las dos entre en una fase un tanto extraña para ambas. Por un lado, Alex ya no sabe cómo mirarla, cómo dirigirse hacia ella o siquiera hablarla, así que opta por evitarla. Por su parte, desde el principio Maggie no quiere perderla a ella, se ve incluso en el momento “but as a friend” del capítulo de la semana pasada.
Una cosa está terriblemente clara y aceptada, y es que cada vez que mira a Alex se le ponen los ojos tan brillantes que parece que va a ponerse a llorar. Efectivamente le duele muchísimo no poder corresponderla, por las razones que sean. A mí personalmente me da la impresión de que lo que ocurre es que no quiere empezar una relación con alguien recién salida del armario, pero eso no quita que Alex le guste tanto como se nota que la gusta (¿y a quién no le gustaría?)
Al principio quedan como amigas, intentando tratar de normalizar la situación, pero para Alex eso es terriblemente complicado. Tanto que no puede aguantar que Maggie haga como si no hubiera pasado nada después de haber tenido la conversación y le suelta todo lo que piensa en el párking de la estación de policía cuando le pide que no persiga a The Guardian. Esto deja terriblemente conmocionada a Maggie, que no se esperaba para nada que Alex lo hubiera pasado tan mal.
Es por ello que anda desaparecida la última mitad del capítulo, para aparecer al final del todo de improviso en la casa de Kara para poder hablar con ella y sincerarse. Ella entendería perfectamente que Alex no quisiera seguir viéndola, y de hecho estaría dispuesta a desaparecer si así lo quisiera ella, pero Maggie no quiere perderla, porque para ella es “una persona muy importante en su vida sin la que no quiere vivir”, porque muy pocas veces se interesa tanto por alguien, y eso sólo lo hace cuando esa persona realmente le importa.
Al final Alex accede a retomar la relación, aunque ésta sólo sea de amistad, y en definitiva toda la situación entre estas dos me lleva a pensar lo que os comentaba al principio, que a Maggie por supuesto que le gusta Alex, y mucho, pero tiene alguna reticencia a empezar una relación porque están a niveles diferentes, pero su corazón la empuja a mantener la relación, porque quiere tenerla cerca. Si no me creéis, echadle un vistazo de nuevo a los capítulos para daros cuenta de que Maggie siempre la llama Danvers, menos cuando hablan de ellas, que la llama Alex.
En fin kryptonianos, una semana más seguimos con el corazón en un puño por culpa de Sanvers, y lo peor de todo es que con el megacrossover a la vuelta de la esquina, sabiendo que va a ser el último capítulo antes del parón de mid-season, tiene toda la pinta de que vamos a ver muy poquito la semana que viene sobre estas parejas. ¿Qué pensáis vosotros del capítulo y de todo lo que está ocurriendo? No dudes en ponérnoslo en comentarios aquí o en redes sociales, y como colofón a este artículo, hablemos de lo genial que sigue siendo la relación de hermanas de Alex y Kara.
Una semana más, National City está a salvo gracias a Supergirl
Por Paula (Twitter: @PaulaGN_94)
Paula
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