Scream 2×01: De vuelta a Lakewood
Después de ocho meses sin noticias de los chicos de Lakewood y con un final de temporada que nos dejó a todos muertos de cabeza a pies y de pies a cabeza ¡al fin tenemos aquí la segunda temporada de Scream! Pero, ¿la espera ha merecido la pena? La respuesta es sí. No hay duda de que sí. La serie ha vuelto y como solo ella sabe hacerlo: con mucha sangre, grandes dosis de intriga y tensión por un tubo. ¿Queréis saber qué ha sucedido en el retorno de Scream? Pues sigue leyendo, aunque te aviso de que vas a encontrar spoilers a cascoporro. ¡Adelante, amigos!
“Karma: es una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas.”
En otras palabras, que si te portas como un zorrón malito será mejor que te prepares para lo que la vida te tiene preparado. Pues bien, señoras y señores, el karma acaba de atropellar de mala manera a Audrey.
Todos recordamos como la muy mala bicha acabó resultando ser cómplice de la asesina de la primera temporada, que fue la, digamos, medio-hermana de Emma. Pues ahora parece que alguien quiere darle un escarmiento a Audrey en forma de anónimos, amenazas y llamadas. Nena, what’s good? Alguien sabe todo.
Por otro lado, volviendo a la protagonista de esta historia Emma, la chica parece que le dio un parrús así como que muy gordo y tuvo que dejar la ciudad durante un buen tiempo, pero en este primer y maravilloso capítulo de esta nueva tanda de episodios, Emma, vuelve a casa. Sus amigos están muy contentos con el regreso de ésta y a nosotros nos da un poco igual su presencia.
Es como un tatuaje, sabes que está ahí pero a veces olvidas su existencia. ¡Y tanto que la olvidas! Incluso Kieran, su chico, parece haberla echado a un lado tras su regreso. La evita, prefiere no dormir con ella… ¡Esto apesta a ruptura en menos de tres capítulos! Os lo aviso desde ya para que luego no montéis el drama.
Hablando de rupturas, llega el turno de adentrarnos en la pantanosa relación de nuestra pequeña y pizpireta Brooke y Jake, quién la primera ha mandado un poco a freír espárragos así como la que no quiere la cosa. ¡Pero él no se quedará de brazos cruzados y hará todo lo que esté en sus manos para recuperarla! O al menos lo hará en los próximos quince minutos que se mantiene con vida hasta que el nuevo asesino hace acto de presencia y, tras secuestrarlo unos días, acaba convirtiéndolo en carne para kebab.
Un triste desenlace para esta historia de amor (???) que nos cameló a todos desde un primer momento. Pero no suframos por nuestra pequeña Brooke, conociéndola, no tardará mucho en agenciarse otro maromo pata que le quite todas las penas.
Mientras Audrey sigue recibiendo mensajes y Brooke permanece ajena a lo que acaba de pasar con Jake, conocemos a un nuevo compañero de los chicos en clase. Es muy mono aunque muy creepy, ya que en una de las escenas le vemos como pinta un retrato sangriento de Emma. Ni Gaga en ARTPOP fue capaz de reflejar tanto arte. Sin palabras.
Por otro lado, Emma, como si no tuviera ya bastante con un novio que pasa de ella de mala manera, ahora tiene que hacer frente a un puñado de pesadillas que parecen no tener fin, y todas parecen tener lugar en el mismo lugar: una granja. Muy bonito, muy rural y muy espeluznante porque resulta ser la granja de Troy James, el hermano de Brandon James.
Emma, que no se conforma solo con conocer este dato, se dirige hasta el lugar en compañía de su amiga Brooke, y atención, cariños, se descubre todo el pastel. Un buen puñado de fotos y objetos pertenecientes a nuestra protagonista. Conclusión: hay alguien muy malito de la cabeza de nuevo obsesionado con la vida de Emma.
Lo sé. Demasiada información para ser solo el primer capítulo del retorno de la serie. ¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿También tenéis este amor-odio cien por cien justificado hacia Audrey? ¿Quién se apunta a tatuarse la cara de Brooke en el pecho? ¿Por qué Emma se llama así y no Clotilde?
Tendremos que esperar una semana más para ver como evolucionada todo en Lakewood porque de momento la cosa pinta realmente prometedora. Nos vemos en siete días, ¡no gritéis demasiado!
Fran Luna
