Pretty Little Liars 7×11: ¡Que empacho de A.D, colegas!

Tres días. Tres días he necesitado para reunir el valor necesario y comenzar la que, de momento, será la última tanda de episodios de Pretty Little Liars. Y digo de momento porque con Marlene King, y todo su equipo, nunca se sabe y lo mismo de aquí a unas horas están anunciando la renovación por tres temporadas más de esta bella serie. Wow. Sería mágico, ¿verdad?

Tras un buen puñado de meses de espera, las mentirosas, al fin comienzan su última cruzada. La batalla definitiva contra “A.D”, este nuevo malo malísimo que parece no tener reparo alguno en hacerle la vida imposible a este puñado de petardas. ¿Qué les tendrá deparado el destino a Spencer y sus amigas? Amiga, no dudes en seguir leyendo porque el retorno de las Liars ha resultado ser muy maravilloso. Aunque bi reali careful jonei: te encontrarás una gran cantidad de spoilers en tu camino.

Imagen relacionada

Spencer ha muerto. ¡Que no, que es una pequeña broma para ir calentando el cotarro! La última vez que supimos de la más lista de este grupo, si es que podemos considerar lista a alguna de las protagonistas de la serie, nos enteramos de que Mary Drake era su madre, y no solo eso, sino que se llevó un buen disparo de Jenna. Un disparo que casi la manda al otro barrio, pero ya os lo adelanto, todo se ha quedado en el casi. Por lo que bueno, está bien saber que la plantilla de Pretty Little Liars, por lo pronto, no se verá reducida. Y digo por lo pronto porque ya han adelantado que aquí va a morir hasta el apuntador.

Aunque para muertos, nosotros, cuando hemos descubierto el pastel máximo que se trae entre manos Ezra, que no le basta con ir hasta el culo del mundo para buscar a su ex novia y darse el filete con ella delante de toda América en la televisión, sino que ahora, amigos, vuelve a casa como si nada, le pide a Aria que no se marche y, lo mejor de todo, vuelve a dejarla tirada y ella se queda en casa liada con los preparativos de la boda y la ayuda de su amiga Hanna, quién ahora parece volver a interesarse por el tema de la moda (Dato irrelevante pero necesario para saber qué ha sido de esta señora en todo este tiempo) ¡SEÑORES, PAPELES! 

Resultado de imagen de PRETTY LITTLE LIARS IMAGE 7X11

Pero esto solo ha sido la punta del iceberg, porque tampoco es que Aria nos importe demasiado, lo que es para cagarse encima de verdad es lo de Emily y Alison. ¡Eso si nos duele! ¡Con eso si sufre nuestro despiadado corazón sin sentimientos! Sí amigos, Emily continúa siendo la pagafantas oficial de Pretty Little Liars, título que se ganó allá por el episodio piloto y que aún arrastra desde entonces.

El amor, y la vida en general, parece no sonreírle a la criatura y es que cuando parecía que definitivamente las cosas iban a ir a parar bien entre la rubia y la morena, ¡surprise, bitch! ¡Pechá de mierda que te comes! Porque chavales, ahora la Alison pasa siete pueblos de nuestra pequeña y risueña Emilia. Ya lo decía Lady Gaga: It wasn’t love, it was a perfect illusion. Por favor, ¿alguien puede llamar al 112 para anunciar que nuestro corazón se acaba de partir en treinta pedazos? Pregunto.

Resultado de imagen de PRETTY LITTLE LIARS IMAGE 7X11 emily alison

Pero bueno, dejemos a un lado el estado sentimental de nuestras chicas, que por otro lado no es para tirar cohetes, y centrémonos en “A.D” y su último juego, y cuando digo juego lo digo literalmente. Sí, colegas, el archienemigo oficial de las liars ha tuneado el tablero del Monopoly y nos ha regalado la que puede ser la mayor joya que ha pasado por la historia de la serie. El juego de Rosewood. No disponible en tiendas.

En esta ocasión nuestras chicas tendrán que hacer frente al tablero que “A.D” les ha diseñado con tanto cariño y esmero, y a saber que les tiene preparado porque la cosa promete ser verdaderamente creepy, cosa que nos encanta, nos fascina y nos llena como personas, al igual que el último disco de Lolita.

La que no debe estar muy contenta con todo esto es Spencer que, gracias a uno de los retos que el tablero le propone, acaba por enterarse de que efectivamente Mary Drake es su madre y, mucha atención, chavales, poned las bombonas de oxígeno bien cerca, fue su propio padre quién dejó embarazada a ésta. Too much para el body, ¿no?

Todo se debe a que Mary Drake y su hermana tenían por costumbre intercambiarse las identidades y una movida mazo de larga que no voy a pararme a contaros ahora porque tampoco es tan interesante, pero el resumen es que Spencer tiene un disgusto que no le coge en el cuerpo y ya no se fía ni de la charcutera de su barrio. #PoorCharcutera

Imagen relacionada

En definitiva, la movida solo acaba de empezar y nos encontramos en un punto en el que la mismísima Marlene King nos podría colocar una avalancha de unicornios en cualquiera de las escenas, o un cameo de la propia Concha Velasco y nosotros nos quedaríamos encantadísimos. Porque a estas alturas, ¿qué no puede suceder en Rosewood?

Tendremos que esperar una semana más para ver como de mamarrachas pueden llegar a ser las protagonistas de nuestra serie preferida. El hype está por las nubes y nosotros no podemos más con nuestra vida. ¿Qué os ha parecido a vosotros el capítulo? ¿Creéis que esta temporada os va a hacer que os arranquéis la peluca de cuajo y la lancéis por los aires como si fuese el gorrito de una graduación de los Estados Unidos? Nosotros tenemos el presentimiento de que sí.

Nos leemos en unos días, mentirosos.


¡No te pierdas nada!

Síguenos en nuestras redes y échale un ojo a todas las novedades. Recordad que podéis encontrar merchandising de vuestras series favoritas aquí, en la tienda online de Seriéfilos Enfurecidos.

The following two tabs change content below.

Fran Luna

Cago, odio y me spoileo a partes iguales. Mi animal espiritual es Belén López Vázquez (3°B) y todo lo que sé sobre el amor lo aprendí gracias a Pasión de Gavilanes. Yo por mis series MA-TO.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pretty Little Liars 7×11: ¡Que empacho de A.D, colegas!

de Fran Luna Tiempo de lectura: 4 min