Pequeñas joyas de Netflix XVI: The Serpent
Basada en hechos reales, The Serpent narra la historia de Charles Sobhraj (Tahar Rahim), un estafador dispuesto a todo con tal de enriquecerse cada día más. Y cuando digo a todo, es a TODO. Extorsión, secuestro, asesinato… Charles no tiene reparos en pasar por encima de todo y todos con tal de conseguir sus objetivos.
The Serpent
Bangkok, años 70. Charles Sobhraj, bajo el nombre de Alain Gautier, es un traficante de piedras preciosas con una vida acomodada. Junto a su pareja, Marie-Andreé Leclerc (Jenna Coleman), más conocida como Monique, se dedica a engañar a turistas para ganarse su confianza. Una vez ganada, les obliga a trabajar para él. Si acceden, el negocio es simple: comprarle joyas a precios desorbitados para revenderlas en sus países de origen. Si éstos se niegan, quizás no consigan llegar con vida de vuelta a su hogar…
A través de una serie de flashbacks, vemos cómo tanto Charles como Marie llegan a lo que son a día de hoy. También vemos los diferentes métodos que han ido empleando, dónde los han ido empleando y con quién. La reticencias de una, las falsas promesas del otro… Perfectamente podrían haber hecho una miniserie precuela de los Gautier-Leclerc meses antes de los hechos mostrados en la miniserie, la cantidad de información que extraemos de los flashbacks es inmensa.
Las víctimas de The Serpent
En su mayoría turistas, Charles (aka The Serpent) tiene un buen ojo para detectar mochileros forrados, al César lo que es del César. Una vez fijado su objetivo, busca la manera de acercarse a su presa, ya sea a través de la dulce y cándida Marie, o de cualquiera de sus secuaces como Ajay, la tercera punta de este triángulo criminal. La villa en la que residen los estafadores es un buen aliciente para ganarse la confianza de las víctimas: un fantástico resort con piscina, pisos vacíos que ceder a los estafados y mucha fiesta que hará las delicias de las pobres criaturas.
Pero, como todo en la vida, esta hospitalidad tiene un precio, un precio que no todos están dispuestos a pagar: su integridad. Los que pasan por el aro se convierten en secuaces de Charles; los que no, son drogados y encerrados hasta su sentencia final. Recordemos que esta miniserie está basada en hechos reales.
Canadienses, ingleses, franceses… la nacionalidad de las víctimas no importa, si no que se lo digan a los representantes de sus embajadas, que no están dispuestos a mover un dedo de sus vacaciones permanentes por la desaparición de un sucio mochilero patrio.
La investigación
Por suerte, el embajador holandés es diferente a sus colegas funcionarios. Ante la desaparición de dos turistas holandeses, Herman Knippenberg se pone manos a la obra e inicia una investigación para esclarecer lo sucedido. A pesar de los intentos, sin erótico resultado, con la policía tailandesa ni con su superior en la embajada, Herman no se da por vencido y empieza una investigación con sus propios medios. Pero no estará solo: tanto su esposa, como algún que otro ayudante sorpresa (que no revelaré para no spoilear) se alían con él para llegar al fondo del asunto.
La dificultad que tiene Herman para avanzar es muy alta, mayormente debido a los obstáculos burocráticos que encuentra. A eso hay que añadir el miedo que provoca Charles en Bangkok, pues la verdad es que ha sabido posicionarse muy bien en la capital, tiene contactos en todas partes el tío.
En definitiva, The Serpent nos trae una historia real que hará las delicias de los amantes de las series de investigación, quizás no tanto de los que estéis pensando en hacer un interrail por el sur de Asia. Os dejo el tráiler aquí.
*Si queréis saber cómo acabaron Charles y Marie, click aquí y aquí.
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Paco
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