Nashville 4×06: "Please help me, I'm falling"

Empiezo a escribir este artículo pensando cuan flojo me estaba pareciendo el capitulo hasta que pasó lo que pasó. Si no habéis visto el 4×07 no sigáis leyendo, porque vais a encontrar spoilers.

Bueno, indudablemente lo primero que os voy a comentar es lo gordo. ¡Todavía estoy en shock por la muerte de Jeff! Oficialmente Oliver Hudson (aka Fordham) está muy ocupado siendo súper papá en Scream Queens. A veces le mataría yo misma, pero desde que Edgehill (la discográfica con la que comenzó todo) se fuera al traste poco a poco y a pesar de ser el malote de la serie se ha ganado mi cariño. Era un bicho malo, pero con corazoncillo en el fondo.

Y es que por tener corazón y humanidad es por lo que le ha pasado esto. Juliette iba a tirarse desde la azotea del hotel pero Jeff la interceptó a tiempo. No valieron sus palabras para convencerla de bajar que tuvo que ir a salvarla de la caída una vez daba ésta el primer paso. Llámalo contrapeso, empujón o rebote, pero Jeff perdía el pie y era él el que se caía.

Por si Juliette y su cabeza tenían pocos problemas, añádele el peso de una muerte sobre sus hombros (porque sí, yo creo que Juliette va a cargar con la culpa de que esto no hubiera pasado si ella no se hubiera puesto a sí misma en peligro)

Por otra parte hay más personas que me preocupan en este capítulo. Will consigue subirse a un (pequeño) escenario de nuevo, y no resulta tan satisfactorio como pensó que sería. La broma de poner a un chico gay frente al escenario para él significó un mundo, e hizo que su depresión fuera a más. Kevin (el novio maravilloso de Will) ya está más que cansado de aguantarle sus comeduras de cabeza, y es normal. Además, la gota que colma es vaso es escuchar que Will se arrepiente de haber soltado su secreto. Han roto, y ahora Will puede ir incluso a peor. Ojalá que no, porque en mi opinión, este chico se merece todo lo bueno que le pueda pasar.

Maddie y Colt nos han confirmado que la semana pasada perdieron la virginidad tras el concierto de Atlanta… ¡Ya veréis cuando se entere Rayna! Ya me gustaría a mí que los castigos que me echaron a su edad fueran como los suyos: Te quito el móvil pero te llevo a conocer a uno de tus artistas favoritos. A mí me castigaban sin ordenador (¡¡sin Messenger!!) y si rechistaba encima sin salir ese fin de semana… mamá, si me lees, aprende de los castigos que pone la reina del country.

Y hablando de Rayna… Su nueva estrellita le ha venido diciendo que le produzca el disco y ahí que se lanzó a la piscina. Yo noté que se sintió algo obligada a ceder ante Marcus, lo cual no debería ser así porque es ella la jefa. Lo importante es que tras haber probado la arrogancia y el miedo del novato, Rayna consiguió que éste se agarrara al estilo country. Aunque bueno, fue casi más trabajo de Maddie que fue la que le enseñó las maravillas de este estilo de música tan diferente a lo que él está acostumbrado mientras ella escuchaba el drama de su hija pequeña.

Ya para cerrar, tenemos que comentar cómo Deacon y Scarlett siguen despidiendo a Beverly. Espero que no estiren mucho más el chicle de la muerte, porque la verdad creo que es necesario que vayan avanzando. De toda esta despedida Deacon saca como conclusión que quiere comprar un bar. No se a vosotros, pero comprar el bar va a significar que Deacon deje de lado (más aun si cabe) la música. O peor… ¿Quién le da un bar a un alcohólico? No se, pero a mi no me gusta como caza la perrina, como se dice aquí por mi tierra.

¡Os dejo aquí la promo del próximo capítulo por si queréis echarle un vistazo!

https://www.youtube.com/watch?v=AuoXe1Sj39E

¿Qué os ha parecido el capítulo? Recordad que la semana que viene no hay episodio nuevo a si que… ¡nos leemos dentro de dos, seriéfilos!

Por Nuria R. (Twitter: @NuriaRangelG)