Nashville 4×05: Stop the world (and let me off)

Una semana más está a nuestra disposición lo nuevo de Nashville y aquí estoy yo para comentarlo con vosotros. Si creíais que el drama iba a dar un poco de tregua estabais equivocados… ¡comencemos!

Capítulo (obviamente) con spoilers…

Hoy para variar voy a empezar escribiendo sobre Lyla. Está claro cual es su problema: le falta carácter. Tiene que aprender a elegir y dar la patada a lo tóxico de su entorno (vaya, a Jeff). Podemos pensar que éste si siente realmente algo por ella, pero cuando empezamos a convencernos va y nos demuestra que no, que le importa más bien poco. Yo creo que esto es porque es muy egoísta, porque aunque la quiere, siempre se pondrá a sí mismo delante. Y para muchas personas es realmente difícil de cambiar. De esto Lyla se da cuenta, pero no hace nada por solucionarlo. En el capítulo la hemos visto trabajar con Rayna y como aceptaba que estaba enamorada de su manager a pesar de no estar nunca para ella y de ser un completo idiota, porque así la ayuda a ser mejor, a creer en sí misma. Si yo fuera ella me mantendría lejos en todos los sentidos, Jeff es un bicho muy malo para una chica tan pava e inocente.

Maddie se ha metido en un problema (y eso que no sabemos la historia completa). Ya sabemos que Maddie y Julliete son uña y carne. La hija de Rayna encuentra en Juliette a la hermana mayor que no tiene. Le pide consejos y no siempre las respuestas de la cantante son las que mamá Rayna espera o querría que la niña recibiera, como ha pasado en este capítulo. Parece más mayor, pero no se nos puede olvidar que tiene 16 años y muchos pájaros en la cabeza.

En este capítulo Maddie no sabe si realmente está preparada para llevar la relación con Colt (el hijo de Luke) al siguiente nivel, como tampoco se siente segura de sí misma en otros muchos aspectos. La solución de Juliette es sacarla a cantar al frente de 20.000 personas para una inyección de autoestima. Pero… ¿habrá funcionado? Nada más bajarse del escenario consideró que estaba lista para tener sexo por primera vez, pero aun no sabemos si llegaron hasta el final mientras Luke les perdía de vista para actuar. Habrá que esperar, pero a mi esto me huele a mucho drama en un futuro próximo.

Y hablando de Juliette, por fin se ha dado cuenta de que se está pasando con la drogas. Cuando ha querido retomar contacto con su maravilloso marido (porque Avery es maravilloso en todos los sentidos) ya era demasiado tarde. Después de que la niña casi mueriera y ella pasara del asunto, Avery no está dispuesto a perdonarla o a dejarla acercarse a la niña, y fue hasta su hotel para vomitarle un discurso que la ha dejado bastante marcada. Quiere la custodia completa del bebé, y a cambio le ofrece a Juliette la posibilidad de continuar con la coartada de familia perfecta. Según lo que he visto en el tráiler de la semana que viene, Juliette va a tocar fondo pero bien después de esto. El capítulo de la semana que viene pinta que va a ser durillo sobre todo para los que adoren a Juliette como yo.

Avery además de luchar contra Juliette está trabajando para el demonio. Un día ha sido suficiente para que la estrella del rock le despida. Sin dejarle hacer su trabajo, el novato de la discográfica cree que no necesita su ayuda, pero por lo poco que se ha escuchado, eso suena cuanto menos a country. ¿Está realmente preparado para dejar el rock? En definitiva, que Avery tiene muy mala suerte. Ahora que por fin consigue un empleo de lo suyo, resulta ser un fracaso de tamaño monumental. Habrá que esperar a ver si la estrella se deja aconsejar o si Rayna tiene la última palabra.

No quiero dejar pasar una gran noticia: Deacon y Scarlett parece que empiezan a perdonarse desde la muerte de Beverly. Lo que necesitaban era hablar, y lo han hecho. Parece que poco a poco la relación de tío y sobrina va a volver a ser la que era ahora que deacon ha tenido la empatía suficiente para entender la decisión de Scarlett y aceptar que ha sido la mejor.

Y ya que hemos comentado las novedades de Avery, repasemos a Will y a Gunnar:

El primero no acepta que Luke quiera que componga canciones para su nuevo disco. Él es compositor, si, pero ante todo es intérprete. La vida en el escenario es lo que el realmente disfruta no el ver como otros cantan sus canciones. Esto no lo entiende su novio, que el sí que es compositor. Llegarán a ponerse de acuerdo, yo no creo que solo por este desacuerdo vayan a ir las cosas de culo y cuesta abajo.

Gunnar por su lado está soltero y bastante aburrido, por lo que Will y Kevin se deciden a ser sus celestinos durante el concierto y vaya, al final, parece que eligen bien. Gunnar vuelve a casa con un +1. Sinceramente, no creo que esto llegue a nada, pero estaré pendiente de lo que pase.

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¡Nos leemos, Seriéfilos!

Por Nuria R. (Twitter: @NuriaRangelG)