Arrow 7×17: Identidad

¡Ya estamos aquí otra vez! Tras una semana, Arrow vuelve con un capítulo donde se juega y se revela la verdadera identidad de dos personajes que han estado en la cuerda floja por mucho tiempo. Además, por fin conseguimos las respuestas que necesitábamos para que todo tuviera sentido. Han unido todas las tramas que parecían tan desconectadas entre sí de forma magistral y nos han dejado con muchas ganas de más. ¡Vamos a comentarlo todo!


AVISO SPOILERS SI NO HABÉIS VISTO EL 7×17 NO SIGÁIS LEYENDO Y RECORDAD QUE PODRÉIS DISFRUTAR DE ESTE EPISODIO EL 4 DE ABRIL A LAS 22:50 EN SYFY


Todas las preguntas sobre Emiko han tenido respuesta en este episodio. Hemos descubierto su verdadera identidad.


Todo comienza en su infancia. A sus tiernos 11 años, Robert la abandonó, eligió a Moira, Thea y Oliver sobre ella misma y su madre y eso marcó su vida. Se quedó sola, sintiéndose abandonada y furiosa. Deseando con todas sus fuerzas una familia…y que su padre volviera. Robert demostró que ni ella ni su madre fueron lo suficientemente buenas para que él se quedara y las eligiera. Así que siempre ha querido serlo.


Fue entonces cuando Dante entró en su vida. Él le dio una forma de canalizar la ira y el dolor a través del entrenamiento. Una forma de defenderse físicamente y cerrarse emocionalmente para que nadie más le hiciera el daño que le hizo su padre. Y, a través del Noveno Círculo, le dio lo que ella más deseaba: formar parte de una familia. Formar parte de algo, de una comunidad que no la iba a abandonar.


Hablemos un poco sobre este Noveno Círculo. Es una organización prácticamente idéntica a la Liga. Una organización que maneja los hilos del mundo dentro de las sombras. ¿Estará esto conectado con los nuevos Pozos que Thea y Roy fueron a destruir y, por tanto, con la nueva Liga que creó Malcolm? Desde luego. Todo es posible. Malcolm conocía al Noveno Círculo dado que les encargó la misión que comenzó está historia. Es demasiada coincidencia como para dejarlo pasar.



Dicho esto, Emiko cada vez se fue introduciendo más en el Noveno Círculo de la mano de Dante. Fue creciendo y cumpliendo misiones, pero en sus ojos y en su corazón aún persistía esas ganas de impresionar a su padre, de que Robert le prestara algo de atención y de ayuda. De que la eligiera. Dante se daba cuenta de esto y la puso en una encrucijada: ser leal a la familia que había conocido y que la había aceptado o serlo al padre que la abandonó. Dante la estaba manipulando. Reconoció sus puntos débiles y la llevó al punto de quiebre.


Aún así, Emiko intentó llegar a Robert. Hizo de todo para impresionarle, tenía un currículum a la altura…pero no fue suficiente para que Robert la dejara estar a su lado, aunque fuera a escondidas. Emiko no volvió a cumplir las expectativas, a sus ojos, volvió a no estar a la altura, a no ser suficiente. Y, de repente, la decisión que estaba en duda se volvió clara como el agua. No debía serle fiel a alguien que nunca la elegía, que nunca la quiso.


Con eso en mente, su creencia y lealtad en el Noveno Círculo aumentó…hasta que le llegó una misión comprometida que tenía que ver con su padre y su hermano. De nuevo estaba en una encrucijada porque esa misión era…¡HUNDIR EL QUEEN GAMBIT! Malcolm Merlyn se lo había encargado y Dante se encargó de que la misión le fuera asignada a ella. Emiko sabía que ese sería el punto de no retorno. Si realmente lo hacía, ya no habría vuelta atrás.


Así que la noche antes de hacerlo, habla de nuevo con Robert. Intenta llegar a él. Que él le muestre algo que le haga pensar que todo cambiará. Que la elija por una vez, que le haga sentir que ella es importante para él…pero no lo hace y Emiko toma su decisión. Al día siguiente, ella hace que el barco se hunda con su padre y su hermano dentro.



Ella decidió libremente esto. Por supuesto, el rechazo de Robert, el sentimiento de abandono y su desesperación por sentirse parte de una familia la conducen a ello. Pero nuestras vivencias nos hacen ser quiénes somos, nos marcan y nos forman y Emiko no es una excepción. Robert fue una mala persona y un padre horrible. De hecho, aún recuerdo todo lo que le dijo a Moira cuando se enteró de que ella le había engañado…y resulta que él tenía otra familia a la que abandonó. Robert en cada paso del camino abandonó a Emiko y nunca la hizo sentirse querida, al contrario, la hizo sentirse como no deseada, un estorbo…como alguien inferior y no suficiente a la brillante otra familia de su padre.


Como os he comentado, las circunstancias de nuestra vida nos marcan, pero es lo que decidimos hacer con ellas lo que nos define. Por supuesto, no fue justo lo que Robert le hizo a Emiko, fue horrible. Al igual que es terrible que un psicópata como Dante se aprovechara de una niña vulnerable que necesitaba desesperadamente sentirse parte de una familia y querida para manipularla. Pero Emiko creció, llegó a entender lo que estaba bien o mal y fue consciente en todo momento de lo que estaba haciendo. Ella decidió seguir en el Noveno Círculo sabiendo lo que eso significaba. Al igual que decidió matar a su padre y a su hermano sabiendo que, aunque su padre fuera horrible y se mereciera una lección, todo estaba mal.


Por supuesto, la manipulación del Noveno Círculo y de Dante hace en parte comprensible la fe y seguimiento ciego que tiene Emiko en ellos. Pero solo en parte, ella podía haber decidido buscar ayudar, irse, luchar contra ello…pero no lo hizo. Al igual que podía haber aprovechado la oportunidad que ahora le da Oliver de salir de ahí, de cambiar su vida y sus acciones…y decide no hacerlo. Decide ser fiel al Noveno Círculo.



Emiko culpa en gran parte a Oliver por el abandono de Robert. Ella piensa que si él no hubiera existido, las cosas hubiesen sido distintas. Por ello, lo odia y le tiene un rencor que la ha ido consumiendo por dentro. Así que no lo ve como su familia, como alguien en quien puede confiar y realmente ser una familia…si no como un enemigo a batir, como el culpable de gran parte de su sufrimiento. Y quiere castigarlo en consecuencia.


Tal y como la misma Emiko le dice a Oliver, ella ya ha elegido. Y no sólo se refiere a este presente, si no al pasado. Eligió definitivamente cuando decidió hundir ese barco. Ella sabía que no había vuelta atrás desde entonces. Y en ningún momento desea que la haya.


De hecho, otra verdad se rebela: Dante es solo la cabeza visible. ELLA ESTÁ AL MANDO. Las pelucas las tenemos en la China ya. Emiko lo dice claro cuando habla con Dante. Mostrando así, que es mucho más que un esbirro de Dante. Es la líder del Noveno Círculo. Además, esta conversación da para mucho más, dado que Emiko le habla a Dante de ARCHER, el programa que está creando Felicity y que será en el futuro parte de la causa de destrucción de la ciudad. La peluca ha volado de la China a la Conchinchina.



Esto hace que Emiko, Dante y el Noveno Círculo no sólo se conviertan en el big bad de esta temporada, si no también del futuro, puesto que ARCHER ha salido a relucir y la prueba de bomba que han hecho en el presente puede ser perfectamente el prototipo de lo que harán en el futuro. Uniendo así de una forma magistral, presente, futuro, junto con Oliver, Felicity, el resto del Team a Dante, Emiko y el Noveno Círculo. ¡Bravo!




Dicho esto, es imposible no comparar a Emiko con Thea, por supuesto. Tienen sus diferencias pero mucha trama es calcada. Con Thea vivimos el padre malvado, lo que en la historia de Emiko sería Dante, que la entrena y la manipula para hacer algo malo. La serie debería de aprender a no repetir tanto de trama…aunque, por lo que parece, la historia de Emiko no acabará con la redención, como acabó la de Thea.


Siguiendo la estela de Thea, Emiko también tiene un vigilante/novio y es René. Él al principio tampoco puede creer todo lo que está pasando y cree en Emiko hasta el final…de hecho, él es el único al que a Emiko parece que le duele traicionar. René confió en ella con todo lo que tenía…y ha resultado ser una manipuladora y una asesina. ¿Será René la salvación de Emiko o ella está más allá de la salvación?


A la vez que ocurre todo esto, es imposible no fijarse en el nuevo traje de Emiko. Supongo que no podían tener dos personajes con trajes de Green Arrow a la vez pero podrían haber explicado de dónde sale el nuevo traje, con algún comentario o algo, porque aparece por arte de magia. Es un detalle ínfimo, pero llama la atención.



Black Siren y Oliver no se llevan nada bien…y lo demuestran a cada paso. Oliver no confía en ella y la sigue viendo cómo es, por eso no le gusta nada esa amistad que Felicity tiene con ella. Black Siren no es ciega a esto y sabe que Oliver la desprecia, por eso sólo quiere hablar con Felicity. Sabe que ella la creerá y podrá contar con ella. Pero decide arriesgarse con Oliver…y le cuenta todo sobre Emiko. Su ataque al ver que la estaba siguiendo (aunque no la puede culpar por eso tampoco, la estaba siguiendo alguien supuestamente desconocido), el asesinato de Díaz, su relación con Dante…todo.


Oliver reacciona de la forma esperada: negándolo todo y no creyéndoselo. Nada le encaja. No le cuadra quién se lo está contando y tampoco que la haya atacado con mala intención. Él sabe que si Emiko la quisiera muerta, estaría muerta. Oliver, con su familia, es un muro enorme…no acepta que puedan haber hecho cosas malas. Él siempre se ha visto como un pozo de oscuridad, capaz de hacer de todo, pero siempre ha visto a su familia al revés que eso. Como si fueran tan luminosos, tan puros…que ninguna oscuridad les pudiera tocar. Que no pudieran hacer nada malo. Fue así como Moira al principio, incluso con Robert, Oliver con todo lo malcriado que era, nunca pensó que Robert fuera como descubrió después.



Pero si algo le enseñaron ellos es que su familia era humana y, como tal, no estaban a salvo de la oscuridad ni de las malas decisiones. Así que la duda ha entrado en él…pero no le va a dejar ver eso a Black Siren. Oliver sólo demuestra sus dudas y vulnerabilidades con quién considera que se lo merece, quién considera sus amigos y su familia…y Black Siren no forma parte de eso. No lo podía haber dejado más claro ni aunque lo hubiera gritado. Así que se muestra seguro de Emiko ante ella y esto la frustra y la cabrea, le grita lo ciego que está y entonces Oliver le da un golpe donde más le duele: es por lealtad, algo que ella no conoce.


Oliver no es nada si no es leal…pero Black Siren, para él, no lo es a nadie más que a sí misma. Aunque sí lo es ahora a Quentin y Felicity. Eso es cierto y es algo que Oliver no está reconociendo aquí. Pero le muestra a Black Siren como la ve él, como la ven todos…excepto Felicity. Felicity prefiere ser leal, aunque se equivoque, que no serlo en absoluto…como ella.


Dicho esto, es remarcable la actitud de Felicity al descubrir la verdad de que Emiko mató a Díaz. Realmente no le importa. Sólo importa que él está muerto y no les podrá hacer más daño ni a ellos ni a nadie más. Es comprensible que sienta esto después de todo lo que Díaz les ha arrebatado y les ha hecho pasar. Es un pensamiento humano. Una cosa es que ella no quisiera convertirse en una asesina por él pero sí se alegra de que ya ni este en este mundo. Porque este mundo es mejor sin él.



La relación entre Emiko y Oliver ha sido uno de los ejes centrales del episodio. Al principio, la relación sigue fluida…aunque Oliver confiesa bastante de sí mismo (y apreciemos esto porque antes no compartía nada con nadie) y por fin le hace a Emiko la pregunta del millón ¿quién la entrenó? Pero ella esquiva hábilmente la respuesta, no dándole algo concreto que pueda rastrear. Oliver no la presiona. Confía lo suficiente en ella como para pensar que se lo dirá cuando esté preparada.


Tras la visita de Black Siren, las dudas le empiezan a carcomer…y decide seguirla, descubriendo su reunión con Dante. A pesar de esto, el sentimiento de Oliver sobre la lealtad a su familia es fuerte, muy fuerte…así que le da una oportunidad. Habla con ella, intenta hacerle ver que no está sola y que puede elegir. Emiko apela a la compasión de Oliver, se hace la víctima haciéndole creer que Dante la tiene amenazada y que ella le tiene miedo. Que no sabía dónde estaba metiendo y ahora no ve salida. De hecho, todo parece hecho a la medida de Oliver. El vínculo familiar, cómo Emiko se ha aprovechado de eso, este victimismo…todo para despertar el instinto protector y compasivo de Oliver. Para que la intentara salvar y tuviera toda su confianza.



Oliver cae en la trampa y le confiesa que él una vez estuvo en su lugar. En medio de la oscuridad, sin ver una salida, una luz al final del túnel…pero que al final consiguió verla. Entendió que él sólo no podía luchar con todos los desafíos a los que se enfrentaba, pero con un equipo sí. Y le está ofreciendo eso a ella. Un equipo. Personas en las que apoyarse, una ayuda.


Es maravilloso apreciar el crecimiento de carácter de Oliver. Él empezó su misión sólo, convencido de que así debía ser y alejando a todos los de su alrededor para protegerlos. Pero poco a poco, fue abriéndose y comprendiendo que no podía hacerlo solo y, sobre todo, que no estaba solo. Ya no. Y eso fue la clave para encontrar esa salida, esa luz que había sido tan esquiva…eso lo cambió todo. Ahora le está ofreciendo eso mismo a Emiko.


Atentos al brazo de Felicity y la forma de apoyar a Oliver 😍


Per ella no toma esa oportunidad. Al contrario se enfrenta a su hermano mostrando su verdadera cara. Oliver no se puede creer que ella sea así. Que sea capaz de tanto. Le sigue ofreciendo una mano amiga, dejándole claro que puede elegir, que no tiene por qué hacerlo. Y Emiko le confiesa que ya ha elegido. Y no se refiere sólo a ese momento. Ella eligió en el momento en que decidió acatarla orden de hundir el barco con Robert y él mismo Oliver dentro. Ya no hay vuelta atrás y tampoco quiere que la haya. Emiko se ha quitado la máscara ante Oliver y a él no le ha quedado más remedio que abrir los ojos.


A pesar de esto, Oliver no es nadie sin su lealtad, sin su instinto protector y salvador…sin su heroísmo. Es quién es. Por eso, hasta el final, está dispuesto a perdonar y a acoger a Emiko. Está dispuesto a olvidar todo y ayudarla. Le da una última oportunidad de redención, intentando que se de cuenta de que Emiko no le debe nada a Dante ni a su organización. Pero, para Emiko, eso no es cierto. Dante se lo dio todo, entrenamiento, la forma de canalizar su ira…pero, sobre todo, una familia. A su modo de ver, se lo debe todo. Ella lo ha elegido a él y al Noveno Círculo. No tiene intención ninguna de cambiar de opinión ahora.



¡Ha habido una pequeña escena OTA! Han sido unos segundos pero qué segundos. Realmente es un error no explotar esta dinámica al máximo. Cada vez que salen en pantalla se roban la escena de una manera que nadie puede. Son el alma del show. En esos preciosos segundos, Diggle estaba preocupado y ansioso…pero no sabía cómo decir lo que tenía que decir. Conoce a Oliver y sabe que con su familia es una fiera para defenderlos y un muro para escuchar las cosas que pueden romper ese pedestal en el que él suele ponerlos. Pero tiene que decirlo…



Oliver se da cuenta de su dilema y le insta a hablar. Son amigos, son familia. Y si alguien puede y debe ser sincero con lo que sea, es él. Con solo esas palabras, Oliver le está diciendo que lo escuchará, que tomará en cuenta lo que diga y que no se cerrará. Que confía en lo que tiene que decir. Es entonces cuando John se decide a hablar y le confiesa que no se fía de Emiko…y que Oliver debería llevar cuidado con ella. Oliver cumple con lo prometido y lo escucha, no se pone a la defensiva y le asegura que llevará cuidado. Y lo hace.


La escena OTA continúa en una escena a solas entre Oliver y Diggle. Oliver ha prometido escuchar a Diggle pero aún le cuesta visualizar a Emiko como alguien malvado. Se resiste a creer que pueda ser así de oscura. Él la justifica de alguna forma por la infancia que tuvo, por lo que le hizo Robert…y siente que si cree lo que le están diciendo, que si intenta atraparla…no la estaría ayudando y la estaría abandonando, tal y como hizo Robert. John sabe la reticencia de Oliver a creer algo malo sobre su familia, lo ha vivido siempre, desde el principio…pero es, como siempre, su voz de la conciencia. Conoce a Emiko como cinco minutos, no puede confiar tanto en ella…de hecho, ella es como Andy.


Aquí Diggle hace una comparación muy acertada entre Emiko y su hermano Andy. Él también trató de salvarlo, de ayudarlo…también se sintió culpable por lo que se convirtió. No pudo evitar preguntarse “¿qué hubiese pasado si…las cosas hubieran sido diferentes?” Es la pregunta que se hace Oliver ahora. Si Robert no hubiera abandonado a Emiko. Qué hubiese pasado si él la hubiese encontrado antes…si, si, si…muchos síes. Pero nadie puede cambiar lo que sucedió. Al final del día, tanto Andy como Emiko hicieron sus elecciones. Por supuesto, lo que vivieron tuvo que ver en ellas pero pudieron elegir…y lo hicieron. Sólo que no eligieron correctamente. Pero fue su decisión. Siempre su decisión.




Ni Oliver, ni Diggle tuvieron culpa de ellas. Ni tampoco los abandonaron. Diggle le dio opciones a Andy, intentó salvarlo…pero eligió no ser salvado. Ahora, Oliver puede hacer lo mismo con Emiko. Intentar salvarla, hacerle ver que él está ahí…pero es por cuenta de ella aceptar su mano tendida o no. Enfrentar la verdad sobre Emiko y atraparla si debe hacerlo no significa que Oliver la este abandonando. No significa que no esté redimiendo a su familia. Eso no está en el. Cada uno es responsable de sus propias acciones. Significa que no se está dejando cegar y que está haciendo lo correcto.




Además, Diggle le dice algo emocionante. Él, Oliver, forma parte de su familia. Y está intentando protegerlo. Sabe que cree ciegamente en Emiko y no enfrentarse a la realidad sobre ella lo destruirá. Y no va a permitir que eso suceda. John Irene el deber de protegerlo incluso de sí mismo, no sólo como amigo, si no como hermano. Por eso está ahí, a su lado, siempre. Sobra decir que he adorado esto. Volver a ver a nuestro Diggle en plena forma después de haber estado desdibujado por tanto tiempo…es emocionante, emotivo y me encanta. Lo amo. Y por fin he recordado por qué.


Una última escena entre ellos nos da claridad respecto a todo esto. Oliver está seguro de poder encontrar a Emiko y Diggle no sabe si es porque quiere conseguir redimirla. Porque todavía cree que puede ser redimida. Pero Oliver le aclara que es para pararla antes de que sea demasiado tarde. Todo lo que ha sucedido antes, incluida su charla con Diggle, lo ha hecho comprender que Emiko ha tomado sus decisiones…y que no puede hacer nada para cambiarlas. Sólo puede hacer lo que debe hacer: pararla, antes de que haga más daño. Y eso es lo que está dispuesto a hacer.


Black Siren nos ha mostrado y se ha mostrado a sí misma, quién es realmente. Como os dije en otras críticas con respecto a ella, no podemos ocultar quiénes somos realmente. Podemos camuflarlo durante un tiempo…pero no para siempre. Es lo que ha sucedido con Black Siren. Todo el mundo le ha recordado como la ven. Como alguien poco confiable. Incluso ella lo ha mostrado…no sólo está actuando como la Laurel fiscal si no también como Black Siren más tarde, cuando saca de su camino a los criminales a su manera. Dinah se da cuenta de esto.


Y cuando uno de los criminales le toca la fibra sensible (Quentin) y después aparece muerto, es la principal sospechosa. Si bien lo de los criminales y lo que hace con ellos es una zona gris puesto que se puede considerar vigintalismo y eso era lo que hacía el equipo no hace mucho, sí que muestra que está intentando forzarse a él algo que no es, negando una parte de sí misma y de quién es. Y eso al final sale.


Por eso no puede culpar a Dinah por considerarla sospechosa, ni a Oliver por pensar así sobre ella. Aunque Black Siren los culpa. Para ella, haberse esforzado durante esos meses por ser la Laurel fiscal borra todo lo anterior. Pero…las cosas no funcionan así. A pesar de la ayuda que les ha prestado, no pueden estar seguros de ella y es normal. Recordemos que a Black Siren no sólo la han visto matar, si no formar equipo con Díaz e intentar matarlos a todos ellos varias veces. Sí, los ha ayudado, pero Black Siren no puede esperar ganarse su confianza total así como así.



La confianza es algo que tarda mucho en ganarse y poco en perderse. Y Black Siren ha sido demasiado impaciente en querer ganársela; para ella es como si todo lo demás se borrara porque les prestara ayuda en una o dos cuestiones. Pero la confianza es algo que se gana día a día, acción a acción. Es dificil para todos superar lo que hizo Black Siren en el pasado y más viendo, como ve Dinah…que realmente ella se encuentra un poco perdida y es incapaz de decidirse sobre quién quiere ser.


Aquí le doy la razón (una fiesta o algo por aquí, por favor, que le estoy dando la razón a Dinah). Hasta ahora, todos han sido amigables con Black Siren, demasiado amigables diría yo…máxime viniendo de Dinah, al fin y al cabo, Black Siren asesinó al supuesto amor de su vida. Pero los verdaderos sentimientos han salido ahora…no confían en ella, no aún. Y tienen razón en no hacerlo. Sobre todo porque Black Siren está escondiendo una parte de sí misma, ignorándola…ella no es una fiscal, no es sólo eso, al menos…es algo más. Black Siren se está reteniendo a sí misma, a sus instintos. Y es cuestión de tiempo que todo salga a la luz cuando no lo pueda ignorar más…el equipo está como a la espera…a ver cuando esa liebre salta.


La visita de Emiko a Black Siren al final del episodio ha sido esclarecedora en este aspecto. Ella ha filtrado la información de su antigua alianza con Díaz y eso significa problemas para su vida actual. Pero lo que realmente es interesante es lo que le dice “estás fingiendo ser alguien que no eres, ¿y para qué?”. Emiko aquí tiene razón. Black Siren, como hemos establecido, es quién es. Puede fingir que no…pero al final su verdadera naturaleza saldrá a la luz.


Encontrará una forma, una “excusa” para justificar que eso sea así, para sentirse legitimada ante los demás pero sobre todo ante sí misma a volver a sus viejas maneras y costumbres…a volver a ser ella. Y eso, vista la promo del próximo episodio, es justo lo que va a hacer. Utilizar lo que ha sucedido en este episodio para volver a soltar esa parte de ella que ha mantenido retenida.



No quiere decir esto que las personas no puedan mejorar quiénes son y tener una segunda oportunidad para hacer las cosas distintas, pero creo que para eso se debe de tener una verdadera voluntad de hacerlo por uno mismo y ser realmente una buena persona que ha tomado malas decisiones. Black Siren no “cambió” por sí misma, si no por otra persona (Quentin). Es decir, no cambió porque quería hacerlo y se dio cuenta de sus errores, si no porque creyó que era lo correcto a hacer por Quentin, que era la forma de ser quién él creía que fuera, la persona que él amaba, una forma de encajar en ese esquema aunque él ya no estuviera. Pero un cambio tan importante que no tiene una base sólida como es hacerlo por nosotros, va muy mal.


Y sigue peor si realmente esa persona no es una buena persona. Black Siren no lo es. Ella tomó las decisiones en su vida. Decisiones incorrectas…y no siente arrepentimiento de ellas. Ella incluso ha matado inocentes incluso cuando no era “necesario” ni la “obligaban” a hacerlo. Sólo por el placer de hacerlo. Una persona que disfruta matando, que disfruta con el sufrimiento de otras personas…no es una buena persona. Y, por tanto, es muy difícil que se de cuenta de lo cruel y enfermizo que es lo que hace y quiera cambiarlo. Todo empezó mal, por un motivo de base muy voluble…y así ha acabado.


¡Smoak Tech es una realidad! Felicity ya tiene a ARCHER casi listo, a falta de pulir algunas cosas. He de decir que tengo que aplaudir por lo que ha dicho al principio. Ella puede estar embarazada, crear una empresa de cero y ser Overwatch. Por supuesto que sí puede hacerlo. Parece imposible que alguien dude de eso, de que las mujeres seamos capaces de compaginarlo todo, es lo que hacemos cada día. Pero, al parecer, para algunos aún estamos en la prehistoria y parece que si se es madre, no se puede hacer otra cosa. Así que ¡aplaudo de pie esa linea/bofetón para los prehistóricos!




A sus pies, Felicity Smoak QUEEN


Dicho esto, me ha encantado ver a Felicity y Alena. Adoro esta amistad y creo que Felicity necesita una amiga como ella y estas dos nos han dado grandes momentos. Así que me ha gustado un montón que Felicity contratara a Alena en Smoak Tech (¿habéis visto su reacción? ¡Adorable!) y, por supuesto, un placer recordar viejos tiempos y trabajos de Felicity.



Pero este tándem ha traído otra novedad. ARCHER va a cambiar y no sólo funcionará con las muestras de ADN que conozca de antemano. Esto hace que el programa que después se usará para destruir la ciudad, empiece a tomar forma. Sigue siendo claro que Felicity no lo creó para lo que después fue usado, de hecho, cuando Felicity ha nombrado lo que podrían hacer con él ha enumerado atrapar terroristas y todo tipo de criminales. Es decir, su intención al crear el programa es buena, es que se use para buenos fines. Pero Emiko y el Noveno Círculo tienen otros planes.


En cuanto a stunts, brutales las peleas de Oliver y Emiko. Sin palabras. Los dos tienen una fuerza y fiereza luchando que pone los pelos de punta. Pero ambos son distintos en sus movimientos. Los de Oliver son más comedidos, más estratégicos…y los de Emiko son más iracundos, casi como si dejara llevar por su rabia pero teniendo un control extraordinario sobre ella a la vez. Verlos luchar, sobre todo el uno con el otro, es un placer para la vista. Maravilloso.



CONCLUSIÓN


En conclusión, el episodio lo ha cambiado todo. Hasta ahora, todo era un poco…inconexo, con protagonismo e historias de personajes que no importan pero ahora tiene su sentido (no con el NTA, eso siempre será un error, pero sí con Emiko). Teníamos que saber la historia de Emiko, quién era ella y de dónde venía…para averiguar quién realmente es. Las respuestas que nos han dado en este episodio eran las esperadas y las que se quedaron sin resolver en el anterior capítulo dedicado a ella.


Han unido de forma magistral un personaje como Emiko, con Dante y su Noveno Círculo, Malcolm, Robert…y, por supuesto, Oliver. Parecía que habían desperdiciado la oportunidad de unirlo todo al principio, a Robert y Oliver, pero no ha sido así. Todo está unido por un hilo fino, casi invisible…pero si tiras poco a poco de él, Emiko te lleva directamente al principio de esta historia, a ese barco, a Robert y Oliver, al naufragio y todo lo que vino después. Emiko, junto a Dante y el Noveno Círculo, se revela como la big bad de esta temporada. Y todo está conectado con lo que dió inicio a esta serie.


Desde luego, cuando quieren, pueden, y esta vez han querido…y de qué manera. Al César lo que es del César, en esta ocasión, toca quitarse el sombrero ante lo que nos han mostrado.


Y hasta aquí la crítica del 7×17. ¿A vosotros qué os ha parecido este episodio?. ¡No dudéis en comentármelo!. Tras este episodio, la serie tiene un pequeño hiatus hasta el 15 de abril, nos leeremos entonces con el 7×18 “Canary Lost” y recordad que podréis ver este capítulo el 4 de abril a las 22:50 en SYFY.


Por Raquel.


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Raquel Morales

Un día descubrí las series, al día siguiente internet y mi vida muggle se fue a la basura. Escritora a tiempo completo, y fangirl como modo de vida.

3 comentarios en «Arrow 7×17: Identidad»

  1. Hola Raquel, he de decir que me gustó mucho el principio Oliver entrenando con Emiko. Para mi no fue el gran episodio pero como tú mencionas , gracias a este episodio
    Se conectan totalmente todas las dudas abiertas que existian. El presente y el futuro por fin se conectan . Y la actitud de René del futuro tuvo que ver con una decepción del presente . El proyecto de Felícity en manos de los malos en el futuro ahora se entiende “ fue robado”, como dice nunca fue intención de Felicity crear algo para dañar.
    También fue revelador que Black Siren sigue matando a “escondidas” , y eso lo saben tanto Donají como Emiko , y se entiende porque la desconfianza de Oliver hacia ella y que no la quiere cerca de Felícity.

  2. Creo que el cambio de traje de Emiko va directamente relacionado con que ya se reveló que es parte del Noveno Círculo. De ahí su traje de acuerdo a la organización.

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Arrow 7×17: Identidad

de Raquel Morales Tiempo de lectura: 21 min