Arrow 7×22: El fin de una era

Tras una semana, Arrow se despide con un episodio realmente emotivo, mostrando el fin de una era y cerrando el Círculo de forma perfecta y, a la vez, despidiéndose de un pilar tan fundamental de la serie como Felicity (Emily) y diciendo adiós a una etapa completa del show. Aún hay errores pero lo cierto es que todo queda en un segundo plano cuando nos han mostrado el homenaje perfecto, el adiós maravilloso y agridulce a una serie que nos ha acompañado todos estos años. Donde cada escena estaba medida, así como su música y su desarrollo. Se ha sentido como un verdadero final y han sabido hacerle justicia. ¡Vamos a comentarlo todo!.


AVISO SPOILERS SI NO HABÉIS VISTO EL 7×22 NO SIGÁIS LEYENDO Y RECORDAD QUE PODRÉIS DISFRUTAR DE ESTE EPISODIO EL 23 DE MAYO A LAS 22:50 EN SYFY


La pelea contra Emiko y el Noveno Círculo es uno de los temas centrales de la season finale. Tras las experiencias del episodio anterior, Oliver está convencido de que puede redimir a Emiko. Está decidido a ello, a pesar de las negativas y la confusión del resto del Team. He de decir que es normal. Todo este tema de la redención de Emiko me hace poner los ojos en blanco porque es repetitivo. Oliver ya lo intento y falló. No es creíble que con otro discurso emocional Emiko reaccione esta vez. Y, como os comenté, la premisa de que Oliver necesita no matar a Emiko para romper ese círculo de violencia que empezó con Robert me parece una tontería porque eso ya no es aplicable a este Oliver.


Pero bueno, Oliver está decidido a intentar la redención de Emiko por 4236 vez. Se apoya en Laurel 2.0 y Tiger. Ellos también fueron villanos en su origen y ahora están con ellos, ayudándolos. Han cambiado y se han redimido. ¿Por que Emiko no puede hacerlo?. Aunque aquí, Oliver obvia que tanto Tiger como Laurel 2.0 al final, querían cambiar y ser redimidos y Emiko ha tenido las mismas oportunidades para darse cuenta de que no quiere esa vida y, aún así, ha seguido.


Sin embargo y dicho esto, lo cierto es que han sido muy inteligentes con la resolución. Oliver le ha dado el discurso motivacional a Emiko. Uno que nos ha hecho entenderlo un poco más. Culpaba a Emiko por todo, incluso por cosas que, aunque tuvo un papel inductor en ello, ella no tenía la culpa y eso es lo que quería evitar, lo que quería demostrarse a sí mismo que no lo haría. Se entiende mejor la premisa, aunque siga sin estar de acuerdo en esto de redimir a Emiko hasta la extenuación.



Tras el discurso motivacional de Oliver, Emiko no acepta y se vuelve buena sin más, si no que sigue en sus trece y es cuando se reconoce en el enfado de Oliver, en culpar a otras personas de males de los que no tienen culpa, cuando empieza a aflojar. Al fin y al cabo, es lo que está haciendo Emiko. Ella está culpando y castigando a Oliver y a su ciudad por algo en lo que él no tuvo ninguna culpa. Otro punto vital para Emiko es su madre, se había autoconvencido de que Dante la mató sin más, extralimitándose en sus funciones. Viendo al Noveno Círculo aún como una familia.


Pero Oliver consiga que se acepte a sí misma que el Noveno Circulo, esos a los que ella llama su familia, fueron los que ordenaron la muerte de la única familia de verdad que le quedaba. Y todo es porque las dudas ya estaban arraigadas en ella. Son dudas que ella había intentado silenciar pero allí estaban. Reviven cuando se da cuenta de que el control del Noveno Círculo se le escapa de las manos y de que pueden traicionarla en cualquier momento…como efectivamente hacen. Pero no son dudas que Oliver le crea cuando habla con ella. Ya estaban ahí, Oliver sólo las hace..más reales y presentes. Más visibles.


Otro punto vital y decisivo para Emiko es que Oliver, a pesar de todo, se pone delante de ella para desviar la flecha que la iba a matar. Es decir, se juega la vida por ella, a pesar de todo lo que ha hecho. Y no la abandona después cuando tiene la ocasión, es más, la llama familia.


Esos tres momentos decisivos hacen a Emiko dudar, que no del todo cambiar de opinión, pues lo ha dejado todo ambiguo en un movimiento realmente inteligente. No podemos decir que el discurso le hiciera cambia de opinión, sólo un le hizo dudar. Pero tampoco lo hizo realmente el típico discurso motivacional de Oliver, no del todo. Si no algo más, sus acciones.


No os equivoquéis, sigo pensando que esto de redimir a Emiko por todos los medios no ha estado bien planteado. Deberían haberse quedado en esa moralidad gris en la que Oliver acepta que a veces debe matar. No intentar convencerlo de que hasta eso está mal. Pero bueno, dentro de lo que han hecho, la opción que han tomado es la más inteligente y creíble, pues Emiko sólo ha querido formar parte de una familia, de su familia, todo el tiempo…y se ha dado cuenta de que Oliver la considera así, no sólo de palabra, si no de verdad.



Pero Emiko debía morir. No se hubiese sentido justo si no, con todo el daño que ha hecho. Pero, según como lo habían planteado, no podía ser Oliver quién lo hiciera, así que han vuelto a hacer algo inteligente y quién la ha matado ha sido alguien del Noveno Círculo, la última traición por parte de lo que Emiko consideraba como familia, mostrándole que para ellos sólo era un peón más.


Y es entonces, en su lecho de muerte, con Oliver a su lado, cuando Emiko reconoce que todo lo que realmente quería era pertenecer a su familia, ser una Queen. Con esa última mirada, Emiko le está diciendo que él la hizo sentir así. Y Oliver se despide entre lágrimas de su hermana, deseando haber cambiado tantas cosas, y haber vivido lo que pude ser y no fue. Por eso todo el Team reconoce su dolor más tarde, porque saben que Oliver hubiese querido realmente conocer a Emiko como una hermana…pero no pudo ser. Todo empieza y termina con los Queen y Oliver se siente en paz por haberlo intentado todo para rescatarla de su propia oscuridad y haberlo conseguido.


La dificultad de la pelea contra el Noveno Círculo nos trae caras conocidas. Curtis, Laurel 2.0 y Tiger vuelven para ayudar al Team en la lucha. Al que más me ha gustado ver es a Tiger, la verdad. A Curtis no lo echaba de menos aunque, hay que reconocer que no se ha pisado con Felicity y tampoco ha estorbado, de hecho, ha ayudado, algo que no podíamos decir antes. Lo mismo me sucede con Laurel 2.0. Si no hubiese estado no me hubiese molestado pero lo cierto es que tampoco me molesta que este y ha sumado, no ha restado en ningún momento.


Tiger ha sido el más especial para mí. El que ha tenido más que decir y más que demostrarse a sí mismo. No ha dudado un segundo en acudir en ayuda de Oliver, de Diggle y del resto del Team. Me encanta esta redención que le han dado al personaje y que el Team lo proteja, a él y a su familia. De hecho, Tiger mismo se sorprende de obtener esta ayuda. No se podía creer que su hijo estuviera en las cuentas de Diggle para llevar a los niños a un lugar seguro. Pero así es. El Team protege la espalda de los que forman parte de él, eventual o permanentemente.


Tiger se ha ganado esa ayuda a pulso. Es algo más que un villano. Y lo ha demostrado. Incluso a sí mismo. Eso es lo más difícil. Cuando pensamos lo peor de nosotros mismos, demostrarnos que somos merecedores de algo bueno es de lo más complicado que podemos hacer. Pero Tiger lo ha hecho, se ha demostrado a sí mismo que puede ser algo más. Oliver abrió esa puerta y él respondió pero, sobre todo, ha luchado porque su hijo lo vea como algo más que un villano. Ha luchado para que su hijo esté orgulloso de él. Es precioso. Adoro a este personaje y lo cambiaría por cualquier NTA en este momento.



Lo cierto es que pensaba que Tiger iba a morir en este capítulo para dar cabida a lo que pasará en el futuro. Pero me alegro de haberme equivocado. Al igual que me alegra haber visto que los retornos han sumado mucho al episodio y nunca han restado.


Una vez que todo ha terminado, llega la hora de las despedidas. Gracias a eso, sabemos que Curtis tiene planeado pedirle matrimonio a su novio. Lo cierto es que me alegro por él tanto como Felicity (por cierto, ese abrazo creo que ha sido Emily totalmente). No lo soporto pero eso no quiere decir que no quiera que sea feliz. Además, así, casado, tiene menos posibilidades de volver (insertar risa malvada aquí). Por su parte, Laurel 2.0 vuelve a su tierra y Oliver por fin la mira sin odio ni sospecha en sus ojos. A él nunca le gustó que ella estuviera alrededor ni confió en ella. Pero esos sentimientos se han disipado porque, a sus ojos, se ha ganado la segunda oportunidad que está viviendo.



Las despedidas más especiales han sido las de Tiger y Roy. Diggle ha prometido que Lyla, él y ARGUS van a estar velando por él y sus hijos. Tiger se ha convertido en alguien importante para ellos. En alguien que merece estar cerca. En alguien a quien admiran y respetan. Tiger sólo quiere recuperar el tiempo perdido con su hijo. Ser sólo un padre para él. Y eso piensa hacer, olvidarse de todo y vivir como no ha podido hacerlo durante años.


Roy, por su parte, también decide irse. Debe buscar a Thea y encontrar la forma de sentirse en paz con lo que ha hecho. De llegar a un entendimiento consigo mismo y perdonarse. Es algo conocido para él puesto que el mirakuru le llevó por el mismo camino. Necesita sentir que, a pesar del daño que ha causado, puede causar el bien y puede ayudar a que el mundo sea un lugar mejor, poniendo su granito de arena. Sólo así será capaz de mirarse en el espejo otra vez. Es triste…pero comprensible. Roy tiene mucho que asimilar y que perdonarse y tiene que volver a sentirse bien consigo mismo. Tiene que volver a darse cuenta de que es una buena persona.


Sin embargo, algo sucede para que él acabe en Lían Yu. Es algo que queda pendiente para la próxima temporada. Por lo que vemos en el futuro, Felicity lo sabe y me ha sorprendido la forma en la que los dos lo recuerdan juntos. Hay una pequeña sonrisa en los labios de ambos. Una sonrisa triste y nostálgica…no la pena tristeza y la angustia que me esperaba, ¿qué sucedió?. Yo apuesto por lo que la razón es lo que le sucede a Oliver (al fin y al cabo, es una figura paterna para Roy), la muerte de Thea o alguna tragedia así. Creo que es lo único que podría hacer a Roy aislarse durante años en esa isla; la misma isla donde Oliver naufragó y donde empezó todo.



Tras ellos, viene la más emotiva de las despedidas: la de Olicity. Ellos saben que el Noveno Círculo los buscará y llegó el momento de alejarse del primer plano hasta que el peligro pase y le puedan dar a sus hijos una vida normal. René sólo quiere que se tomen un tiempo para pensarlo. Acaban de salvar la ciudad. Y es aquí cuando Oliver empieza a dar un discurso que emociona hasta las lágrimas. Que abarca tantas cosas…es fruto de su cambio y de su legado.


El Team consiguió acabar con la amenaza. La misión no es de una persona sola, es de todos. Y precisamente por eso, como dice Felicity, pueden alejarse. Ahora la ciudad está a salvo y ellos pueden protegerla. Oliver siempre se ha debatido cuál será su legado como Green Arrow. Siempre queriendo crear uno brillante y perdurable…y siempre pensó que era salvar la ciudad. Pero se ha dado cuenta de que no es eso realmente. Esa es la misión, no el legado. El Team es el legado. El aprender que esa misión no era solitaria.


Él empezó pensando así. Cuando volvió, Oliver comenzó todo sólo y pensó que así debía de ser y así terminaría. Pero poco a poco se dio cuenta de que eso no era así. Se fue abriendo emocionalmente cada vez a más personas. Y se ha dado cuenta de que los verdaderos éxitos no los consiguió sólo, si no con un Team que lo respaldara. Esto es crecimiento de carácter. Mostrando claramente el cambio de Oliver y como su corazón se ha ido descongelando y ha crecido tanto, por tantas personas, ama tanto, da tanto, que casi no le cabe en el pecho.



La ciudad está a salvo gracias a ellos. Porque su coraje, compasión, su altruismo y su lealtad lo hicieron posible. Porque hicieron posible que decidieran arriesgarse, entrar en el Team y hacer la misión de salvar la ciudad como suya. Hicieron posible todos los sacrificios que han hecho por esa misión.


Y aquí es donde nace la marca de los 4. Esos 4 pilares del heroísmo que ha mencionado Oliver y que el Team lleva por bandera: coraje, compasión, altruismo y lealtad. Es algo que se juran recordar, grabarse de alguna forma para tener claro que cuando alguno de ellos este en peligro, los demás acudirán sin dudarlo. E incluyen en eso a Roy. Porque siempre ha sido parte del Team, de la familia y siempre lo será. Todas estas promesas se reflejan en el futuro donde, a pesar de todo y al final, cumplieron con su juramento.


Oliver sólo espera que no sea la última vez que luchen juntos. Que no sea la última vez que la familia se una. Pero se siente, tal y como lo sentimos nosotros, como el final de una era. El final de un círculo. El final de un camino. Llegará otro. Será diferente, quizá no estarán todos para vivirlo. Pero todo final supone un comienzo. Este lo es. Algo se acaba…pero algo empieza también. Y este discurso es el maravilloso fin y comienzo. El alfa y el omega. El principio y el fin.


Hemos explorado a través de estas palabras de Oliver todo el camino hasta aquí. Hemos revivido cada momento, cada lágrima, cada sonrisa, cada risa, cada cambio, cada sufrimiento, cada emoción…y todo ha acabado cerrando el círculo. Con Oliver reconociendo su legado, yéndose feliz con su familia a vivir la vida que siempre había deseado y le había sido negada y, con ello, ha empezado un nuevo ciclo tanto para los personajes como para la serie. Emocionante, emotivo y agridulce.


OTA ha sido uno de los grandes homenajeados en el episodio. Hacia mil años que no teníamos escenas entre ellos pero ahora las hemos tenido y creo que los actores han hecho que sean especiales no, lo siguiente. Pienso que toda su emoción era real y que realmente no importa el diálogo, sólo sus miradas, sólo su expresión corporal.


Con ellos, se cierra esta despedida. Lo que empezó Oliver sólo, a lo que luego se unieron Diggle y Felicity, el espíritu de esa misión, de lo que significa, les sobrevivirá a ellos, tal y como dice Diggle. Y es absolutamente cierto. Es lo we vemos en el futuro. Esta escena conecta directamente con esa historia. La misión perdura en el Team que se queda y también en la segunda generación.


La misión ha inspirado y ayudado a tantas personas que estaban perdidas…dándoles un propósito, una vida, un objetivo por el que luchar y la base sobre la que reconstruir una vida. Ese es el verdadero legado. Con esas palabras, Diggle está reconociendo el trabajo de Oliver, todo lo que ha cambiado y como se ha desarrollado durante los años, todo lo que ha construido. Diggle está orgulloso de Oliver y de lo que ha conseguido. Está orgulloso de formar parte de su familia y de que Oliver forme parte de la suya.



Oliver acepta este fin de ciclo con lágrimas en los ojos y deslizándose por sus mejillas. Sabe que es el fin de una era. El Círculo se ha cerrado. Pero es más que eso. Se ha creado un propósito, una idea que durará siempre: héroes protegiendo la cuidad con todo lo que tienen, hasta el último aliento. Ese es el legado. Ese es el fin del camino. Esa es la meta…y la han alcanzado. Pueden descansar ahora. Pueden vivir sabiendo todo lo que han conseguido y dejando la ciudad en buenas manos.


Diggle resume a lo que nos ha llevado cada paso del camino. Diggle resume hacia dónde iba esta serie desde el principio. Lo resume todo. Y es un orgullo haberlos acompañado y ver cada escollo que han superado para llegar hasta aquí. Es hora de, como hace Felicity, decir adiós a unos viejos amigos que también se han convertido en parte de nosotros.


La siguiente escena OTA ocurre en la nueva casa Olicity. John se ha encargado de que ellos estén seguros colocándoles alrededor a es agentes de diferentes ramas del gobierno. Diggle se ha asegurado de que tengan toda la ayuda y la necesidad que necesitan, aunque lo deba hacer a la distancia. Es entonces cuando John se entera de que Olicity va a tener una niña, Mia. La emoción de Felicity al decirlo, la mirada de Oliver y esa voz quebrada de Diggle, casi sin poder creérselo y lleno de felicidad al mismo tiempo, es indescriptible.


Oliver está orgulloso de su familia y de todo lo que ha conseguido, de tenerlos a su lado. Orgulloso y feliz. Felicity se siente igual, tan llena de felicidad que la desborda, a pesar de las circunstancias. No puede creerse que vayan a tener otra personita a la que cuidar, a la que amar, a la que ya quieren con todo su corazón. Y John está tan feliz por ellos. Él siempre apostó por ambos, supo, antes de que Oliver pudiera aceptárselo a sí mismo, que Felicity era la indicada. Que ella sería quién le enseñara a Oliver que era merecedor de todo su amor, de ser amado. Que era ella quien le iba a enseñar a Oliver cómo amar de verdad, sin condiciones, sin secretos, sin mentiras, sin desconfianzas, sin oscuridad, sólo amor puro.


Diggle siempre lo supo y verlos ahora, lo lejos que han llegado y que él tenga el honor de verlos así, de ser testigo de su amor y de formar parte de su familia lo llena de felicidad y de orgullo por todo lo que han superado juntos y donde han llegado. John está orgulloso de ellos como pareja pero de Oliver en particular por todo lo que ha cambiado desde aquel día en la cafetería cuando no creía que hubiera nadie para él y Diggle le contestó que cuando conociera a la adecuada lo sabría, y lo supo.



Ahora, a Diggle sólo le queda desearles toda la felicidad del mundo y velar porque ellos sean capaces de cuidar de su familia pero él también forma parte de esa familia, Felicity no quiere que nunca lo dude. Eso es un hecho. Y lo van a echar de menos. Felicity lo abraza y ese abrazo que se dan lo abarca todo, incluso lo perdona todo. Se dicen cuanto se quieren porque es algo que, por muy alejados que estuvieran, nunca ha cambiado. El amor siempre ha estado ahí. Y se despiden como la familia que siempre han sido y siempre serán.


Es tan maravilloso, emotivo y perfecto. Es cierto que un par de escenas no hacen que me olvide que no han tratado con justicia hasta ahora tanto a OTA como a Delicity, pero en este momento, estas escenas, son perfectas. Y, de algún modo, aunque no se olvide, hace que los errores anteriores queden en un segundo plano porque es tan potente lo que estamos viendo, tan especial…que hace que, en este momento, durante este episodio, nada más importe.


Mientras tanto, en el futuro, tanto William como los demás salen bien librados del peligro y todos se reúnen para reagruparse e idear un plan. Idean uno pero el plan significa que Mia y William estarán en peligro y eso es algo a lo que Felicity se niega en rotundo. Parece algo personal. Algo más personal que la simple preocupación de una madre y la imposibilidad de aceptar ciertas decisiones que podrían a sus hijos en la línea de fuego. Y, efectivamente, es algo más profundo que eso.


Lo descubrimos en medio de los reproches de René. Que aquí he querido abofetearlo con toda la mano abierta. René le está reprochando a Felicity su forma de criar y proteger a Mia y William. Según René, mientras que él enseño a Zoey a defenderse, le habló de los vigilantes y demás, convirtiendo a su hija en una de las Canarios, Felicity se ha limitado a ocultárselo todo haciendo que ahora les sea imposible defenderse y ponerse en peligro para hacer lo que hay que hacer. Y yo me quedo como WTF?! Y quiero matar a René. En serio, lo he visto todo rojo.


René se olvida que fue Dinah quien introdujo a Zoey en las Canarios, algo con lo que él estaba en contra. De hecho, no quería que Zoey formara parte de eso. Sí, René le habló a Zoey de los vigilantes; sólo para luego estar de acuerdo en la erradicación completa de ellos, olvidarse de su propio pasado como uno y acordar acabar con una parte de la ciudad.


René también se olvida que si Felicity hizo lo que hizo no fue por gusto, si no porque no le quedó más remedio y que lo hizo lo mejor que pudo. Aún así, aún escondida, sin parte de su familia y sin la mitad de su corazón, se las arregló para hacer que Nissan entrenara a Mia, seguir actuando como vigilante y vigilar a William para que sacara todo su potencial. Criando (en la medida de lo posible) a un genio como ella en William, capaz de desactivar ARCHER y a alguien tan mortífero en la pelea cuerpo a cuerpo como Oliver. Criando a dos héroes sin dejar de serlo ella en ningún momento. Así que René que no se las dé de padre del año porque de eso nada.



Una vez dicho esto, Dinah es la más razonable en este asunto (de hecho, no ha hecho nada odioso en todo el episodio, todo un récord), y quiere animar a Felicity. Le intenta dejar claro que sí, sus hijos estarán en peligro pero también estarán bien porque son un reflejo de Oliver y de ella. Es entonces cuando Felicity se confiesa: se lo prometió a Oliver. Fue lo único que le que prometió. Que sus hijos tendrían una vida normal. Que haría lo que fuera para que eso sucediera. Y ahora siente que le ha fallado.


Oliver sólo le encargó eso, por ellos…pero sus hijos están mezclados en El Centro de esta trama peligrosa. En medio del peligro. Convirtiéndose en vigilantes, en héroes, recorriendo el camino que sus padres hicieron en su momento y al que renunciaron por ellos. La historia se está repitiendo y Oliver le hizo prometer que eso no pasaría.


Felicity siente que le ha fallado al amor de su vida, a sí misma como madre y a sus hijos por no protegerlos. Es normal como padres hacer de todo para que los hijos estén seguros y felices. Prometerse a sí mismos y el uno al otro de que lo harán, pase lo que pase. Pero los hijos crecen, toman sus propias decisiones…y hay que dejarlos volar. Aunque eso asuste, aunque eso te mate, aunque se pongan en riesgo y peligre esa promesa susurrada a través del tiempo. Mia y William han tomado sus propias decisiones y han decidido arriesgarse. Han decidido ser héroes. Podían haber elegido no serlo, desentenderse de todo y tener su vida normal. Pero eso no es lo que quieren.


Oliver y Felicity, como padres, hicieron bien en proporcionarles esa opción de normalidad. Hicieron bien en no hacerles sentir que inevitablemente estaban “obligados” a vivir una vida de peligro y heroísmo como sus padres, les dieron a elegir. Y eso, como padre, es lo máximo que puedes hacer. Hacer posible que tus hijos tengan todas las opciones posibles y rezar a los dioses antiguos y nuevos para que elijan lo que es correcto para ellos. Lo que les hará felices.


Eso es justo lo que han hecho Mia y William: elegir. Y han elegido el camino del heroísmo. A Felicity sólo le queda aceptarlo y no ver esa elección como un fallo por su parte a Oliver, a sí misma y a sus hijos, si no como un éxito. Les dio la opción a ambos de la vida que querían. Han elegido, sólo queda aceptarlo y estar orgullosa de esa decisión.


Felicity aprende esa lección cuando Mia tiene que poner en peligro su vida para conseguir acabar con los muros en la ciudad y conseguir, por fin, empezar de nuevo. Felicity, a duras penas, había aceptado que sus hijos siguieran poniéndose en peligro por la misión. Pero ahora, el peligro es mayor. La vida de Mia corre serio peligro. Pero Felicity entiende que no puede impedirlo que lo haga. Sus hijos han elegido hacerlo. Han elegido el riesgo y el peligro. Han elegido el heroísmo. Así que acepta esa decisión y, secretamente, se siente orgullosa de ella.


Mia logra llegar a la sala clave; está a punto de darle al botón pero ella también es consciente de que eso puede significar su muerte. Así que quiere despedirse. Adora a su madre, ahora es consciente de todo lo que ha sufrido y sólo quiere que sea todo lo feliz que pueda, así que le hace prometer a William que la cuidará y que seguirá a su lado. Que esta vez ninguno de los dos se dejará ir.


William se niega a contemplar la posibilidad de que Mia muera en lo que es la escena más dulce entre los dos hermanos. William sintió muchas cosas cuando conoció a Mia. La envidia y el sentimiento de abandono fueron las prominentes. Pero ha llovido mucho desde eso. Ha conocido a Mia. Se ha dado cuenta de cómo es, de quién es tras esa fachada. Ha hecho las paces con su madre, ha entendido los motivos. Entonces, esa conexión que estaba dormida, latente y esperando, ha vuelto a la vida con más fuerza que nunca. Mia es su familia, es su hermana, la acaba de recuperar y no la piensa dejar ir. No ahora, no nunca. Llegó la hora de coger su mano y no soltarla. Llegó la hora de que la familia Smoak – Queen por fin se reúna. Y eso es justamente lo que sucede.


Mia consigue salir con vida de allí y todo el equipo ha podido acabar con los muros. Ahora, todo empieza de nuevo. Y llegó la hora de las despedidas y de traspasar el manto. Felicity se ha dado cuenta de que sus hijos ya no la necesitan para protegerlos. Ellos ya toman sus propias decisiones y son capaces de cuidarse por si solos. Pero, sobre todo, se tienen el uno al otro y se guardarán las espaldas. Ya no es ella quien debe protegerlos, han aprendido a protegerse entre sí. Felicity se ha dado cuenta de que esa es la verdadera misión que Oliver le encargó: darles opción a sus hijos y protegerlos hasta el final, hasta que ellos no necesitaran su protección más. Dejarlos volar cuando ese momento llegara. Y es una misión que ha cumplido con creces.



Ahora, llegó la hora de dejarlos volar solos. La nueva generación da un paso hacia delante mientras la anterior decide dar un paso atrás. Hay que culpar a alguien de lo que ha sucedido y la antigua generación está dispuesta a ser el chivo expiatorio, confiándole la ciudad y las nuevas aventuras a la nueva generación. Eso hace Felicity. Mia y William están llamados a liderar el nuevo equipo de vigilantes. Están llamados a ser los salvadores de la ciudad igual que lo fueron sus padres. Ellos tienen un futuro, un futuro que han elegido, y eso es lo único que importa.


Lo mismo hace Dinah, que le pasa a Zoey el testigo de las Canario, poniendo en su mano el destino de ese equipo y también el de la ciudad. Roy, por su parte, se despide de William. Ambos se agradecen mutuamente por tanto. William le da las gracias porque con él en Lían Yu empezó esta aventura, conoció a su hermana, recuperó a su madre y encontró su verdadero camino. Y Roy le da las gracias por sacarlo de la vida vacía que llevaba, sólo dejando pasar el tiempo, viendo la vida pasar…y recordarle quién es. Ambos se salvaron mutuamente. Ahora, el testigo ha sido pasado y la siguiente generación está lista para aceptar el reto. Es maravilloso.


Olicity ha sido central en este episodio. Al final, todo ha girado sobre su decisión de irse lejos para salvar a su familia y vivir una vida normal. Ha sigo triste para ellos porque significa dejar atrás parte de lo que son…para comenzar un nuevo reto. Y saben que es lo mejor, lo correcto a hacer por su familia. Sólo así pueden darles la elección que merecen sobre su vida y protegerlos a la vez. Oliver sólo quisiera haberles dicho lo del bebé.


Estaba deseando compartir esa feliz notifica, se siente orgulloso de Mia. Quiere compartir con sus seres queridos esa felicidad y saber que no puede…lo mata un poco por dentro. Pero es lo mejor. El Noveno Círculo los pondría en el punto de mira. Están protegiendo a sus bebés. A todos sus bebés. A los más grandes, a los más pequeños y a los que aún no han nacido.


Cuando el Noveno Círculo ya no sea una amenaza las cosas cambiarán. Podrán contárselo a todos y podrán volver al Team.


Una vez que están en su nueva casa y deben adaptarse, está la inevitable pregunta, ¿y ahora qué?. Oliver le propone tomarse ese tiempo como si fuera una luna de miel. No pudieron disfrutarla pero ahora pueden. Pueden disfrutar de su tiempo a solas, pueden ver cómo crece su hija día a día en el seno de Felicity. Pueden disfrutar de esa nueva fase de su relación y de lo que venga después. Tienen todo el futuro por delante. Todo el tiempo del mundo.


Y lo viven. Viven momentos felices juntos, el nacimiento de Mia, su crianza…esos momentos padre e hija. De hecho, se me ha caído la baba cuando he visto a Oliver durmiendo con su hija en brazos. ¡Madre mía que visión!. Tengo la peluca (y lo que no es la peluca) en la conchinchina.





🤤🤤🤤🤤🤤🤤


Aquí vemos su final feliz, el final que siempre quisimos ver. A ellos juntos, felices, despreocupados, sólo viviendo como cualquier pareja. Viendo nacer a su hija, criarla juntos…tanto que piensan en traer a William. Ya tienen la vida normal que él tanto deseaba. Ellos son sus padres y ahora tiene una hermana. Pueden traerlo y ser la familia que siempre desearon ser.


Una vez aquí, quiero hacer un paréntesis para apreciar las cosas pequeñas que hace todo esto tan especial. Esos abrazos, esas caricias, esas miradas, esas emociones que lo dicen todo, incluso lágrimas. Son tantas emociones, felicidad, orgullo, amor, tristeza…el futuro es tan brillante. Y ellos están juntos. Más juntos que nunca. Cada caricia, cada mirada, cada sonrisa y cada beso cobra un especial significado. Creo que muchas de esas emociones eran reales (sobre todo la tristeza), porque Emily se iba y era dejar ir algo tan importante, tan insondable y tan profundo que simplemente se te forma un nudo en la garganta y no puedes ni respirar. Te ahogas. He visto muchísimo de eso en Stephen y Emily en este episodio. Cada vez que se tocaban o se miraban estaban diciéndose adiós. Estaban despidiéndose…pero enganchados, tan enganchados que no se podían dejar ir.


Y lo que hemos visto, lo hemos visto todo. Nos han hecho un precioso regalo mostrándoos ese final feliz. Ese final que se merecen (y que aún creo que tendrán), todo lo que sería y tal vez sea. Nos han hecho el regalo de verlo. De verlos crecer aún más como pareja y como padres. De ver cada escena que nos hemos imaginado desde que empezamos a verlos. Ha sido un regalo maravilloso. Una auténtica carta de amor a los fans. Y sucede lo mismo que con OTA. Esto no significa que obvie que no han tratado bien a esta pareja en la temporada, pero ante momentos así, eso queda en segundo plano porque logran que lo olvidemos, que nada más importe. Es tan especial, un regalo tan querido, tan bien tratado, con tanto amor…que nada más importa.


La felicidad no podía durar para siempre y Monitor llega una noche para trastocar la vida de Olicity. Oliver hizo un trato sin saber lo que intercambiaba a cambio y ahora lo descubrimos: su vida. No se deja claro si Felicity lo sabía o no, Oliver sólo le dice “tenía que hacer ese trato” y bien puede ser una explicación o como un recordatorio de que era lo que debía hacer. Me hubiese gustado que lo hubiesen dejado un poco más claro para poder despotricar si Oliver no se lo ha dicho, porque no tendría sentido. Pero bueno, vamos a pensar que Felicity sí lo sabía porque la verdad que no parece correcto quejarse ante una situación así. Ante un sufrimiento así.


Felicity está dispuesta a luchar con uñas y dientes por Oliver. Por su familia. Oliver intenta pararla al principio, porque sabe que ella sólo está en negación, y se le pone un nudo en la garganta, un nudo tan grande que no le deja ni hablar. Monitor les deja claro que Oliver dará su vida por todos ellos, incluida ella y Mia y que no viene a llevarse más vidas, el futuro necesita a Mia (tal y como hemos visto a lo largo de la temporada). Pero Felicity está dispuesta a luchar porque no le quiten a Oliver.


Han tocado la felicidad con sus manos. Eran felices. Sí, echaban de menos su vida como héroes pero esa vida juntos, sin preocupaciones, también era feliz. Era muy feliz. Estaban viviendo un sueño…pero lo malo de los sueños es que pueden romperse tan fácilmente como un vaso de cristal. Sólo se necesita un momento. Y su sueño, inesperadamente, se ha roto en mil pedazos.


Felicity no culpa a Oliver. Sabe que es un héroe. Su corazón, ese gran corazón que tiene y que es capaz de darlo todo por las personas que le importan, es gran parte de la razón por la que se enamoró de él. No puede culparlo por ser un héroe. No puede culparlo por ser él. Así que no lo culpa. Culpa al universo. Al jodido mundo que siempre los separa. Siempre hay algo. Puede llamarse Malcolm Merlyn, Liga de Asesinos, HIVE, Noveno Círculo…sus vidas siempre están en la línea. Nunca serán normales.


Monitor le dice a Felicity que Oliver puede prevenir miles de muertes con su sacrificio. Ella sabe que por eso lo hace, que siempre lo hará, porque así es él. Es un héroe. Siempre lo ha sido. Ella fue la primera que lo vió. Sólo no puede soportar perderlo una y otra vez.


La despedida de Oliver y su hija es algo desgarrador. Oliver llora, llora sin contenerse, se deja ir. Y sólo la mira, la acaricia. Todo su mundo, todo por lo que luchó, lo que nunca se atrevió a pensar que merecía. Ahí está. Junto a Felicity, ella es su mundo y la razón de todo. Y lo hace por ella. Por ellas. Sólo lamenta tanto no estar ahí para estar con ella, para protegerla, para guiarla en el camino. Sus primeros pasos, su primera bici, su primer entrenamiento, su primer desengaño amoroso…y todo lo que hay en medio. Lamenta no estar ahí para ella.


Pero ella, Mia, ha estado ahí para él tanto como Felicity lo ha hecho. Ha estado ahí para él porque es la prueba viva de todo su cambio, de todo lo que nunca se atrevió a soñar y tener. Y ha estado ahí para él porque le ha hecho vivir la paternidad y la felicidad más absoluta, aunque haya sido por un periodo corto de tiempo. No es suficiente, nunca será suficiente, pero Oliver lo pudo vivir y por eso, todo merece la pena.


Una vez que esa despedida silenciosa acaba, llega la despedida de Felicity. Ella está derrotada. Se ha dado cuenta de que una vida normal no es posible para ellos, no para sus hijos. Siempre surge algo. Siempre. Pero Oliver tenía que hacerlo. Y ahora quiere que Felicity le prometa algo. Esa petición nos lleva directamente a una escena similar, en la que Oliver se iba a morir a manos de Ra’s en la temporada 3 y Felicity le pidió lo mismo.


Lo que le pide Oliver con la voz rota de dolor es que no importa lo que le pase, no importa qué, ella debe proteger a William y Felicity. Eso implica que no lo busque, que no vaya tras él, que ponga a sus hijos primero. Por eso es tan desgarrador, es una despedida…sabiendo que allá donde va, Felicity no podrá seguirlo. Felicity se rompe más ante esto pero sabe que debe hacerlo. Así que no duda en prometérselo. Jurándose a sí misma a la vez que cuando sus hijos ya no necesiten su protección, seguirá a Oliver donde sea que esté, y eso es justo lo que hace.


Sin embargo, esas no pueden ser sus últimas palabras. Felicity quiere que Oliver lo sepa. Que sepa cuánto significa para ella, tanto que, esté donde esté, él nunca la dejará. No importa cuánto estén separados. Siempre lo amará y será el único amor de su vida. Así fue cuando estaba en la cárcel, todo lo que vino anterior a eso y así será siempre. Y es justo como es. Felicity nunca lo olvida y nunca se quita su anillo.


Felicity también quiere que sepa que recuerda esos votos, lo recuerda a él diciéndole que ella es la mejor parte de él. Pero quiere que Oliver tenga claro que él también es la mejor parte de ella. Que ambos son la mejor parte del otro porque se completan y se hacen mejores. Sacan lo mejor el uno del otro. Forman parte del uno del otro. Ese es el verdadero amor. Cuando la otra persona es una mitad de ti misma y forma parte de ti. Eso es grande. Es irrompible, aunque haya una separación eso sigue ahí, esa persona sigue formando parte de ti y ni la destrucción del universo podrá con ello. No podrá con ellos.





Es entonces cuando Oliver, con lágrimas en los ojos y la voz quebrada de dolor y emoción por todo lo que Felicity le ha dicho, sin poder creer que ella lo ama tanto como él a dlla, se confiesa con ella y le habla de lo que sentía al principio. Le confiesa que se sentía incapaz de amar o de ser amado. Pero que fue ella, Felicity, el amor de su vida, quien abrió su corazón de una forma que nunca creyó posible (palabras que son un paralelismo con lo que la misma Felicity le dijo a Oliver en el 3×20). Felicity le enseñó a amar. A amar de verdad. Le enseñó a creer en sí mismo y a creer que merecía ser amado. Sólo se arrepiente de no haberle dicho lo que sentía, que ala amaba, antes de lo que lo hizo.




Todo ese tiempo ahora parece un tiempo perdido tontamente, cuando podían haber estado juntos, disfrutando. Cuando podían haber tenido más tiempo para amarse. Pero Felicity no quiere remordimientos. Su tiempo llegó cuando debió, cuando ambos estaban preparados para aceptarlo y vivirlo. Y no hay que arrepentirse de nada.



Oliver le pide, teniendo a Felicity entre sus brazos, una última cosa. Que le diga a Mia cada día cuanto la ama. Que haga que recuerde a su padre y que fue amada. Le pide que ella se sienta tan amada como él nunca se sintió. Y también le confiesa a Felicity el futuro que ve en su cabeza. A Mia tan inteligente y preciosa como ella, una mini Felicity. Ese futuro es tan dulce…verlo en su cabeza no es suficiente pero es lo único que tiene y se aferra a ello con uñas y dientes…ese futuro le hace sonreír.





Felicity, tras un último beso, le promete, le jura, que lo encontrará. Siempre lo hace. Lo importa cuánto tiempo pase. Ella tiene la misión de proteger a sus hijos pero cuando esa misión acabe, ella lo encontrará. Es un voto. Es una promesa. Que ella cumple hasta el final. Entonces, se declaran por última vez en no saben cuánto tiempo, su amor. Ese amor que lo abarca todo y por el que todo ha merecido la pena. Ese amor que creció de forma inesperada pero que por ello es puro, irrompible, inexorable y eterno.






Yo ya he acabado con la caja de muffins. Esto duele, duele como el mismísimo infierno. Pero, por si parecía poco, debemos enfrentarnos a otra despedida: a la de William, Mia y Felicity. Así que vamos a por otra caja de muffins, los vamos a necesitar.


Una vez que Felicity ha visto desenvolverse a sus hijos en las misiones y la vida que han elegido, supo que llegó la hora de, por fin, ir al lado de Oliver. Y de despedirse de ellos. Así que se dirige a un lugar muy significativo; el lugar en el que está enterado Robert, por quien empezó toda esta historia…y también Oliver. Lo volverá a ver, irá en su busca…pero eso significa renunciar a sus hijos ahora que los ha recuperado. Significa renunciar a una parte de sí misma para poder buscar a la otra pérdida hace tantos años. Esto la desgarra. De cualquier forma siente que sólo puede vivir una vida a medias.



Así ha vivido estos últimos años sin Oliver y así tendrá que vivir ahora sin sus hijos. Pero así se han repartido las cartas del destino. Sus hijos ya son mayores, capaces de cuidarse solos y entre ellos, capaces de elegir sus vidas y ser consecuentes con ellos. Ahora es la hora de volver junto a Oliver. Junto a su amor. Junto a la mitad de su alma y de su corazón.


Esa es la razón de que Felicity se reúna con ellos allí, en ese cementerio familiar, para que estuvieran juntos una última vez. Sus hijos no dan crédito. No quieren estar con ella una última vez. La acaban de recuperar y aunque la tengan que dejar ir por ser una fugitiva, quieren mantener el contacto con ella. La quieren en su vida. Pero ahora Felicity sabe que no necesitan su protección. Que puede y debe, dejarlos volar solos.


William y Mia quieren hacerlo, pero sin perderla a ella. Es su madre y quieren mantenerla en sus vidas, a su lado. No quieren volver a separarse de ella. Han superado todas las dificultades, los misterios, los secretos, las mentiras, los reproches…ahora son una familia y no quieren perder eso.


Pero Felicity sabe a qué se refiere, sabe de las dos promesas que le hizo a Oliver y les habla a sus hijos de una de ellas: la de protegerlos. No de la otra. Quizá hubiese sido más correcto que se lo dijera pero Felicity quería mantenerla para sí, como algo entre Oliver y ella y por eso decide no compartirla.


Sin embargo, Felicity sí desea que sus hijos tengan claro lo que ella siente por ellos y lo que Oliver sentiría también. Él estaría orgulloso de ambos, de ellos. Oliver estaría orgulloso de Mia, tan preciosa como su madre pero tan clavada a él que asusta. Estaría orgulloso de William y del hombre en el que se ha convertido, de su cerebro, de la influencia de Felicity en él. Estaría tan orgulloso de ellos…


William entonces confiesa algo que sólo se había atrevido a confesarse a sí mismo: lo echa de menos. Mia hace lo propio confesando que le habría gustado conocerlo. Esto es un gran cambio desde el momento en que la conocimos, en el que no quería oír hablar de Oliver y lo rechazaba, casi lo despreciaba. Ahora, sabe realmente quién era su padre y lo que hizo por ella, por todo. Lo admira, está orgullosa de que sea su padre, lo respeta…y lo quiere. Siempre lo quiso, pero dolía demasiado aceptar el hecho de que quería a quien, para ella en ese momento, la había abandonado. Ahora sabe mejor y entiende que eso no fue así, así que puede aceptarlo.



Y Mia lo conoció. No se acuerda, pero lo hizo. Oliver la cuidó y ayudó en su crianza todo lo que pudo. Todo lo que fue posible. Y ella, Felicity y William eran todo su mundo. Mia ahora lo sabe y sólo desea recordar a su padre, tenerlo en frente ahora para oírselo decir.


Felicity acepta estas muestras de amor por Oliver de sus hijos. Los mira orgullosa y emocionada, viéndolos por fin aceptar el amor por su padre y por fin poder compartir juntos el dolor de su pérdida y de su ausencia, junto con la alegría de su existencia. Felicity les confiesa que su padre vive en cada uno de ellos y tiene razón. Sus hijos tienen una parte inmensa de Oliver en ellos. De su corazón, de su carácter, de su heroísmo…de todo él. Siempre los ha acompañado. Es tan emotivo…


Es entonces cuando Felicity les dice que llegó el momento de seguir su camino a solas. Ahora ya puede irse tranquila. Sus hijos están juntos, los quieren a ambos han entendido sus sacrificios y perdonado los errores, han elegido su vida y se tienen el uno al otro. Los quiere, los quiere tantísimo…se lo dice a ambos para que ninguno olvide que son amados, que siempre lo fueron y siempre serán amados por sus padres, tanto por ella como por Oliver.


Les hace prometer que se guardarán las espaldas, que estarán juntos y se protegerán. Como lo que son: una familia. Ellos aceptan hacerlo. Se han encontrado y no van a dejarse ir. Felicity les da un último abrazo a ambos. Un abrazo que los tres, llorando, desde donde esté, comparten con Oliver. Y es desgarradoramente precioso este momento.


Una vez que Felicity se ha despedido, se encuentra con Monitor. Esta lista. Él se asegura porque ya no hay vuelta atrás, pero Felicity está totalmente segura. Ha esperado tanto tiempo…tanto tiempo para verlo, para volver a estar con él, para volver a él. Se sacrificó, los sacrificó a ellos por sus hijos, como debía hacer. Pero ahora ellos vuelan solos y ella puede volver a él y juntar las dos mitades de su corazón y de su alma.



Mientras dice esto, Felicity juega con su anillo, ese anillo que nunca se ha quitado tras todos esos años, recordando esa promesa, ese juramente que le hizo a él y a ella misma de encontrarlo donde este. De ir en su busca. Y ese juramento es el que tiene intención de cumplir ahora. No hay dudas, no hay miedos, sólo la certeza de volver a reunirse con el amor de su vida.



¿Dónde nos deja esto? Parece ser que Oliver se perdió/murió y está dentro del multiverso o en una fuerza parecida a la fuerza de velocidad en Flash durante Crisis. En su mundo, por todos, es dado por muerto, de ahí la lápida. Felicity ha esperado todos estos años, protegiendo a sus hijos y cuando ya no la necesitan más y están unidos, ha vuelto a los brazos de Oliver. Esto nos dejaría el principio del más que posible spin off, dejándonos claro quién lo protagonizaría (Mia, William, Connor y Zoey) y cuál sería su misión.


A la vez, podría servir como un final de serie, desde luego, es el final de una era. Sería un final agridulce puesto que Oliver y Felicity no estarían junto a sus hijos, pero a la vez un final feliz, porque sus hijos están juntos, orgullosos de sus padres y cogiendo el manto de su legado. Sus padres, Oliver y Felicity, tuvieron su final feliz junto a Mia, viviendo y compartiendo su luna de miel, el nacimiento de su hija y parte de su crianza. Y ahora tienen su propio final feliz, porque allá donde estén, están juntos de nuevo. Un final agridulce, tanto triste como feliz, que hubiese cerrado todo. Pero hay un crossover por emitir, así que lo han alargado todo para llegar a él.


Sin embargo, sigo pensando que parte de lo que vemos no se va a quedar así. Sigo creyendo que la pérdida de Oliver en algún lugar y su “muerte” en su mundo es algo que se va a solucionar al final de Crisis. Estoy convencida de que en el crossover veremos perderse a Oliver en un episodio. Pero que al final de Crisis eso cambiará y será otro el destino de Oliver y, por ello, el de Olicity. Por supuesto, creo que algo del futuro que estamos viendo en Arrow se quedará igual o con algunas modificaciones, para darle pie a que el spin off pueda tener una trama, pero sigo convencida de que todo el tema de Oliver y ese final Olicity es algo que cambiará al final de Crisis, teniendo un final de la serie dulce y feliz, no sólo agridulce.


Dicho esto, creo que han sabido captar de forma maravillosa ese fin de una era, se nos va Emily. Se nos va Felicity. Se nos va la serie. Así es como se ha sentido. Se ha sentido como un final. Han sabido capear el temporal. Ahora mismo la puerta está abierta para Emily. La puerta está abierta para un final dulce y feliz para la serie y para Olicity. Pero han sabido despedir a alguien tan importante como Felicity y Emily, honrando su personaje como pocas veces hemos visto, a la vez que han honrado el pilar de esta serie: OTA, a Olicity y a la serie en sí misma.


Esto es Arrow. Arrow realmente empezó a tomar fuerza cuando Emily y Felicity entraron como una tromba. Sólo iba a ser una escena. Sólo unas cuantas frases. Pero estaba a punto de entrar a la serie la que lo cambiaría todo. Porque eso hizo Felicity, lo cambió todo. Os guste o no el personaje, eso es un hecho. Hasta Felicity tenían planeado un camino para la serie que cuando ella entró cambio por completo. Nació Olicity, nació OTA. Nació Arrow. Arrow no se entiende sin OTA ni Olicity. Tomo forma y vida propia. Dejó de ser una historia que iba a calcar el cómic y llevarlo a la vida para ser algo más. Para tener su propia identidad.



Eso es lo que hemos visto reflejado en este episodio. Las escenas OTA, mostrando ese vínculo, ese pilar que fue una de las claves del éxito. Las escenas Delicity, también vergonzosamente olvidadas y maltratadas, ese abrazo…ese abrazo lo dice todo.


También las escenas Olicity. LA pareja de esta serie. La que desde el 1×03 lo fue porque no había otra opción, porque esa magia no se podía obviar, aunque esa decisión no se reflejara visualmente hasta un poco más tarde.


Y, por supuesto, un recorrido por todo el viaje de Oliver. Por cómo empezó y dónde ha terminado. Ya hemos analizado cada escena a lo largo de la crítica. No me voy a repetir, pero sólo quería apuntar la forma tan magistral en la que han hecho que nos olvidemos de todo, que amemos esta serie y recordemos los buenos momentos. Que no olvidemos el camino recorrido y que lo amemos con todo nuestro ser. Han estado totalmente a la altura de esta despedida. De este fin de una era. Emocionante y vibrante.


En cuestión de stunts, ha sido un episodio brillante. Maravilloso. Hemos visto a Mia, a Oliver, a Emiko, al Noveno Círculo, a todos en el futuro, a todo el equipo juntos luchar de forma épica. Es que no puedo elegir una escena de lucha concreta. En muchas me he quedado con la boca abierta. Es de esos episodios en la que todo encaja, los giros de cámara, los planos (incluso hemos visto un plano igual al que vimos en una de las míticas escenas Olicity, esa de “¿confías en mí?”), los movimientos…todo. Es, simplemente, Arrow.


CONCLUSIÓN


En conclusión, ha sido el final perfecto. Sí, han habido cosas que me han hecho poner los ojos en blanco (redención de Emiko) y querer abofetear a alguien (René), pero ha sido el final de una era y un homenaje maravilloso y precioso a esa era.


Ha sido muy complicado para mí escribir estas críticas. Sabía que iba a ser duro por la salida de Emily…pero no me imaginaba cuanto. Y no sólo por eso. Me han hecho llorar, me han emocionado como pocas veces. Todo lo que me enamoró de la serie está ahí. Todo. La dicotomía entre la oscuridad y la luz, el camino recorrido, OTA, Olicity, Delicity, el conflicto emocional, las escenas de lucha, la crudeza y la realidad con la que tratan cada tema…simplemente todo. Y se siente como un final de serie, aunque no sea así, aunque sea agridulce. Pero así es como se siente.


Hemos visto la esencia de Oliver, su desarrollo, la importancia que han tenido Diggle, Felicity y el Team en ello. Han mostrado a la perfección como esto empezó siendo la historia de Oliver y siempre lo fue pero su historia fue abarcando a muchos personajes, cada vez más, a la par que el personaje se desarrollaba y se abría emocionalmente. Han dejado claro cuál es el legado de Oliver, de Felicity y de esta serie. Lo han conectado todo, el paso entre escenas, la música conectando con ellas, la forma de plasmarlo todo. Lo cierto es que han mostrado a la perfección todo lo que, cuando pasen los años y nos acordemos de Arrow, vamos a recordar. Ha sido el homenaje perfecto.


Y ha sido tan complicado plasmar todo lo que he sentido, las lágrimas que he derramado (incluso escribiendo la crítica), ha sido tan difícil contaros lo que me han hecho sentir y lo que han hecho aquí. Han hecho que se me desordene todo. Mis pensamientos, mis sentimientos, han hecho un lío con mi corazón, de verdad, pero un lío de los buenos. Un lío de los que recuerdas siempre, por muchos años que pasen.


Sólo espero haber estado a la altura de uno de los mejores y más maravillosos capítulos de esta serie. Espero haberos hecho sentir al menos una décima parte de todo lo que yo he sentido viendo el episodio. Sólo espero que nunca podáis olvidar este capítulo, pase lo que pase después, porque yo voy a ser incapaz de olvidarlo.


Y hasta aquí la crítica del 7×22, la season finale. ¿A vosotros qué os ha parecido este episodio?. ¡No dudéis en comentármelo!. Recordad que podréis disfrutar de este emotivo episodio el 23 de mayo a las 22:50 en SYFY.


Por mi parte, agradeceros un año más que me hayáis acompañado en esta aventura de tantos meses, compartiendo todas las alegrías y las penas que esta serie nos hace sentir cada semana. Es un auténtico placer escribir las críticas y comentar con todos vosotros sobre el episodio. No sabéis lo que vuestras palabras y comentarios significan para mí. Como siempre digo, GRACIAS se queda corto pero es la única palabra que encuentro que lo abarca todo. ¡Nos leemos en otoño con la última tanda de episodios!. Estaremos al pie del cañón hasta el final y espero que me acompañéis también en ese viaje. ¡Muchísima suerte y feliz verano!.


Por Raquel.


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Raquel Morales

Un día descubrí las series, al día siguiente internet y mi vida muggle se fue a la basura. Escritora a tiempo completo, y fangirl como modo de vida.

4 comentarios en «Arrow 7×22: El fin de una era»

    1. ¡Miles de Gracias guapa! Ha sido complicado esta vez plasmar todo porque han sido tantos sentimientos…me alegro de haberlo conseguido
      Es un placer comentar con vosotros el capi cada semana, ¡gracias a ti por leer y estar siempre ahí!

  1. Excelente critica, maravilloso episodio. No me decepcioné, el
    Episodio anterior temí por dejar temas inconclusas pero no fue así , como. Tú dices fue un final de serie , no solo de temporada .
    Igual que tú, fue imposible no llorar
    Con ellos .

    1. ¡Millones de gracias Preciosa! Eres un sol! la verdad que el capi es precioso. Yo también pensé que en este tenían mucho por resolver para darle a todo un final satisfactorio, pero me alegra que nos hayamos equivocado jajaja
      Si, la verdad que se sintió como un final de serie y por eso fue aún más especial, imposible no emocionarse…y aún duele

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Arrow 7×22: El fin de una era

de Raquel Morales Tiempo de lectura: 40 min