¡Buenas a todos seriefilxs enfurecidxs! ¿Cómo estáis? Antes que nada tengo que avisaros: si no habéis visto 13 Reasons Why, parad de leer porque se avecinan spoilers y de los gordos. Una vez dicho esto, y sin hacerme yo cargo de quien no me haga caso, a día de hoy sigo preguntándome por qué seguí viendo la serie y no la abandoné en la primera temporada. María del pasado, you had one job…
La verdad es que la última temporada es infumable, y quien diga que no, miente. Son 10 capítulos de entre una hora y una hora y media cada uno que se hacen más largas que la trilogía en versión extendida de El Señor de los Anillos… Y es que podrían haber hecho un capítulo final, para resumir y acabar con toda la trama de una vez. Porque lo único que he sacado en claro de esta temporada es que: uno, Clay sigue siendo un pesado máximo y, dos, Justin deserved better.
Pero recapitulemos un poquito para aquellos que no recordéis cómo acaba la tercera temporada: Alex y Jessica matan a Bryce, todo el grupo lo encubre y la echa la culpa a Monty… quien acaba siendo asesinado en la cárcel. Parece que todo queda cerrado, ¿no? Pues… ¡sorpresa! (vaya, para nada esperado) va a ser que no. Porque aparece Winston, el ¿novio? perdido de Monty que está empeñado en descubrir toda la verdad y nada más que la verdad.
Y, bueno, si las anteriores temporadas iban cuesta abajo, digamos que aquí van cuesta abajo sin frenos y en línea recta dirección al fracaso. Se les va completamente de las manos: empiezan a mezclar tramas, a intentar cerrar otras que ya deberían estar cerradísimas, abren nuevas… Vamos, que se montan un pifostio que llegó un momento en el que yo no sabía si estaba viendo 13RW o Pretty Little Liars e iba a aparecer A de repente.
Y por si os queréis ahorrar unas horas de vida y aprovechar el tiempo os traigo un resumen de esta última temporada (¡por fin!):
- Clay tiene ansiedad, depresión y empieza a disociar personalidades. Es la trama principal y continua durante toda la temporada: está pasando algo con él pero (se supone) que no sabemos muy bien el qué. Y a través de las sesiones con su psicólogo vamos descubriendo más…Si me preguntan diré que para mi gusto bastante mal hecho, pero vamos, que tampoco tenía las expectativas muy altas.
- Tema padres: llevan 3 temporadas sin enterarse de nada, siendo engañados por sus hijos, pero parece que ese tema debía “arreglarse”. Los guionistas han decidido que la mejor idea para ello era que los padres les pusieran apps de rastreo en el móvil a los adolescentes, poniendo seguridad en el instituto y haciendo reuniones clandestinas. Pero no os preocupéis… Si esperabais un plot twist, no lo vais a tener. En 5 minutos de capítulo nuestros queridos protagonistas lo resuelven. ¿Cómo? Pues contándoles verdades… A medias. Qué raro, ¿eh?
- En esta temporada también descubrimos que Alex es gay… O bisexual. La cosa es que le atraen los chicos, y durante toda la temporada podemos ver sus propios prejuicios frente a lo que está sintiendo y lo que le han enseñado que debería sentir.
- Jessica se lía con Diego, quien, junto a Winston, está empeñado en descubrir quién mató a Bryce y defender la inocencia de Monty. ¿Y dónde queda esto? Pues Diego enamoradísimo de Jessica, Winston de Alex y el caso cerrado. Wow, qué guion, qué plot twist, jamás me lo habría imaginado.
- Y por último… Justin. Comienza la temporada saliendo de rehabilitación, centrándose en él, en mejorar, en su salud… Podemos ver cómo se siente agradecido de tener una familia, de tener gente que le apoya y él está dispuesto a hacer lo mismo: intentando ayudar a Clay y averiguar qué le pasa. Pero todo se trunca cuando la policía le informa de que su madre ha fallecido (posiblemente por una sobredosis) y vuelve a caer en las drogas. Y cuando parece que vuelve a recuperarse con el apoyo de todos los que le rodean… ¡PUM! Resulta que está contagiado de VIH, que está muy avanzado y acaba muriendo. No te lo perdonaré, Netflix. Jamás.
Y si habéis llegado hasta aquí y os estáis preguntando cómo podéis agradecerme todo el tiempo que os habéis ahorrado, ¡no os preocupéis! Me podéis dar las gracias a través de un Bizum o en la cuenta de PayPal, lo que prefiráis, lo dejo a vuestra elección. Que las horas invertidas no las recuperaré nunca, pero oye, nunca viene mal tener unos eurillos más en el banco, que tengo muchas plataformas que pagar.
Pero bueno, en otro orden de cosas, si pensáis que solo iba a destacar lo malo (que es mucho), estáis muy equivocados… Parece increíble pero sí, han habido cosas que me han gustado (no especialmente de esta temporada, sino en conjunto de toda la serie). Pocas, pero tenía que mencionarlas:
- La visibilidad que se le ha dado a problemas (desgraciadamente) habituales como el suicidio, el bullying, las violaciones, el racismo… Y enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad…
- La visibilidad e importancia del feminismo y de acabar con un sistema patriarcal y machista. Y la necesidad de que todos seamos iguales.
- La normalidad a las orientaciones sexuales… Triste que en pleno siglo XXI haya que seguir “normalizando” orientaciones diferentes a la heterosexualidad… Pero así es. Muy triste, pero cierto.
En resumen, y para acabar: creo que esta serie podría haber sido mucho y la verdad es que se ha quedado en una decepción constante. Si bien es cierto que se han tratado y visibilizado temas muy importantes su resolución no me ha parecido la más acertada y más aun teniendo en cuenta al público al que está dirigida la serie.
Pero, vosotros ¿qué pensáis? ¿habéis quedado enfurecidos también, aliviados porque se ha acabado o sí que os ha gustado? ¡Podéis contarnos vuestra opinión en twitter e instagram!
María López
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