Outlander 5×01 Review: La Cruz Ardiente

¡Bienvenidos de vuelta sassenachs! Outlander vuelve con su temporada 5 con “La Cruz Ardiente”, un episodio absolutamente redondo que nos presenta las tramas a desarrollar, nos emociona, nos hace reír, nos enamora, nos reconcilia con la serie, nos hace sufrir pero, sobre todo, nos hace disfrutar como nunca. ¡Vamos a adentrarnos de nuevo en el Cerro! ¡Los Fraser y los Mackenzies están aquí!

El episodio comienza con los preparativos de la boda de Bree y Roger. El vestido lo ha preparado Claire y es precioso, la novia está pletórica y sus padres aún más. Orgullosos de ver la mujer en la que se ha convertido su hija (y guapísimos con sus trajes elegantes). Roger, por su parte, está algo nervioso, sobre todo por su suegro que no se lo está poniendo nada fácil (y por las pintas que tiene sin barba #teniaquedecirlo). 

Jamie está realmente feliz por su hija pero también está triste. De alguna forma, cuando Bree se case la perderá y la ha tenido por tan poco tiempo…la ha podido conocer por tan poco…casi no ha tenido tiempo para realmente conocerse y reconocerse como padre e hija y para ganarse su cariño. Y cuando estaban empezando a explorar la relación que de verdad los une, Bree se casa y se la “arrebatan”. Jamie tiene miedo de volver a perder a Bree y de, a pesar de tenerla cerca, ya nunca más poder alcanzarla. 

Pero, a pesar de eso, verla feliz…lo llena completamente. Y quiere hacer algo para ella, así que memoriza las tradiciones de su tiempo y le da ese regalo. Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul…deja a Jamie Fraser para ser el hombre más lindo de todos los tiempos. Todo eso Jamie se lo consigue, incluido un anillo que Murtagh prepara especialmente para su hija y se lo da a Roger (que ya le vale, querer darle una baratija a la pobre). 

Es entonces cuando ambos tienen un momento a solas, él comparte sus dudas y sus miedos, sus inseguridades, con ella. No puede evitarlo. Siente que la pierde antes de si quiera haber podido disfrutar tenerla. Pero lo que no sabe es que nunca la perderá. Ella siempre será su hija, siempre lo amará como tal y siempre estará ahí. La boda…no impedirá que ambos se sigan conociendo y avanzando en su relación. Es más, él tenerlo ahí, el estar junto a su madre y toda su familia, él no tener que imaginarlo, en que él tampoco tenga que hacerlo…es más de lo que podría desear, es el día perfecto. 

Bree siente que ese es su lugar. Después de enterarse de la verdad, no creía que fuese posible que su padre estuviera ahí, tras la partida de su madre, pensó que no iba a poder tenerlos a ninguno de los dos…pero ahí están, juntos. Y Frank, su otro padre, mirando desde donde esté, orgulloso, tal y como le dice Claire. Es maravillosamente perfecto. Ese es su lugar, su hogar, su tiempo. Su lugar en el mundo. Así lo siente. 

Roger tiene otra forma de verlo, por lo que podemos ver, él piensa que van a regresar y Bree no se atreve a interrumpir el momento o a estropear ese día diciéndole que ella no desea hacerlo, aunque seguro que lo discutirán…pronto. 

Jamie consigue sentirse mucho mejor después de sincerarse con Bree (por cierto, ¿no os sigue emocionando cada vez que lo llama “papá”? A mí sí. Y mucho.), está un poco más tranquilo porque sabe que no la perderá. Su relación se podrá seguir desarrollando, podrán seguir conociéndose y queriéndose cada vez más. 

En ese momento, Jamie le entrega y le coloca las perlas escocesas que pertenecieron a su madre, las mismas que le entregó y colocó a Claire cuando se casaron (un paralelismo con la season 1). Ahora, pertenecen a su hija. A su preciosa y maravillosa hija que se va a casar hoy. 

Como comentábamos, Jamie no se lo pone fácil a Roger. No es solo la sensación de que le está arrebatando a su hija es…que no está seguro de que sea digno de ella. Él dudó cuando tuvo la oportunidad. Él comparte sus dudas con Claire y aunque ella tiene razón en que ahora está ahí, no puede evitar esa duda que lo carcome, ese sentimiento de que aún no está seguro de que él se merezca a Bree y vaya a estar a la altura. 

Rompo una lanza en favor de Roger, la verdad es que era mucho para asimilar y que ahora esté ahí…es importante. Pero no es solo esto, no es solo la sensación de cualquier padre de que su yerno no sea suficiente para su hija, es algo más. Mucho más. Jamie sabe la verdad. Sabe que en el tiempo de Roger todo era diferente. Allí no tenía la necesidad de aprender nada que en el siglo XVIII le fuera útil. Nada que en el siglo donde se encuentran, se considera que un hombre debe aprender. 

Roger es un hombre de letras, de estudio, no un hombre de violencia y armas, no un guerrero. Y Jamie tiene miedo de que Roger no pueda aprender a ser uno y no pueda estar ahí para su familia de la forma en la que ellos lo necesiten. Y más con los tiempos que corren. Roger tiene mucho que demostrarle a Jamie para que él lo acepte en su familia, como su yerno y para que sienta que es merecedor de Bree. Yo estoy en la misma situación. Roger tiene mucho que demostrarme para congraciarse conmigo. 

A la boda y a su posterior celebración, están invitados todos los habitantes del Cerro, el gran amigo de la familia (y amado por tod@s), Lord John Grey e invitados menos agradables como el gobernador Tyrion y sus hombres. Su presencia es un recordatorio constante de las obligaciones de Jamie para con la corona y una declaración de intenciones. Tyrion le comunica a Jamie que debe matar a Murtagh y que debe reclutar a los hombres que pueda para ir con él. En una semana partirán. Jamie se debate entre querer matarlo allí mismo o su propio juramento. Lo podemos ver todo en su cara en un segundo. 

Sin embargo, Jamie está decidido a que ese momento amargo no acabe con su buen humor en la boda de su hija. Queda poco tiempo…y quiere disfrutarlo al máximo. Así que se pasea, junto a Claire, por todo el Cerro departiendo con los invitados, como el líder que es y que siempre estuvo destinado a ser, como en Lallybroch y disfruta de la fiesta. También, tiene tiempo para ponerse al día con su viejo amigo Lord John. 

Ambos comparten impresiones sobre Willie, el dolor de Jamie por no haberlo criado y por no poder confesar que es su padre siempre estará ahí pero, en medio de todo eso, está agradecido porque su hijo ha crecido fuerte, seguro y querido gracias a su viejo amigo. Está orgulloso del hombrecito en el que se está convirtiendo y, aunque tenga que callar ese orgullo, siempre estará agradecido con John por todo lo que ha hecho por él. 

Pero no todo podía ser felicidad, Bree va en busca de su padre y lo oye hablando con Lord John. Brianna consigue enterarse de que Bonnet sigue vivo. Hasta entonces, ella no lo sentía, es casi como si nada hubiera sucedido. Casi. Él sólo era una pesadilla en el fondo de su mente, pasado. Estando muerto, no podía hacerle daño a ella o al bebé, no podía alcanzarlos…pero ahora bien podría hacerlo. Enterarse de esa noticia remueve por dentro a Bree. De repente, Bonnet está físicamente presente para ella y no puede dejar de pensar, de recordar lo que sucedió. Y vuelve a sentirse igual que entonces.

Bonnet sigue siendo un problema presente. Bree está dispuesta a todo para proteger a su hijo pero la asusta que ese desgraciado pueda buscarlo y, a la vez, su trauma está más presente que nunca. No es algo que pueda ir superando con el tiempo, sabiendo que ese tipo ya no está. Si no que todo le vuelve de repente, haciéndole un nudo en el estómago y dejándole el sabor amargo de la bilis en su boca. Es una sensación que no puede hacer que desaparezca. Que no se desvanece. Ni siquiera entre familia y amigos en la celebración de su boda, ni tampoco con Roger en su noche de bodas. 

Ella realmente no estaba de ánimo esa noche. Y se nota. En su mente está presente la violación. Es plenamente consciente de que no es Bonnet quien la acaricia o la toca pero, en su mente, ella está reviviendo esa pesadilla y se siente…mal. No quiere sentirse así, pero lo hace. No está en el mejor estado de ánimo para que alguien la toque tan íntimamente esa noche porque, en su piel, puede sentir vívidamente la sombra de otras manos que la tocaron con brusquedad, que la ultrajaron. Pero, tan Fraser como es, Brianna se decide a que Bonnet no manche la primera noche con Roger como su marido, no dice nada y sigue adelante. 

Sin embargo, aunque logra pasar por todo el proceso sin saltar, gritar o apartar a Roger, su mente sigue atascada en la pesadilla y, para ella, no termina de una forma feliz, si no con una mirada angustiada. Con la angustia, el miedo y, a la vez, la realización de saber que Bonnet y su violación están muy lejos de ser el pasado. Y que ella está muy lejos de superarlo. 

Realmente admiro la voluntad de Bree para no dejar que Bonnet se entrometa en esa noche tan especial entre ella y Roger, es realmente valiente y determinada para hacer eso pero creo que debería haberle hablado a él, a su madre y a su padre de lo que ha escuchado. No puede enfrentar esto sola. Necesita la ayuda de quiénes más la quieren y tiene que dejarse ayudar, a veces, solo podemos hacer eso. Y espero que Bree lo haga. 

A través de esta escena que ha abierto en Bree una herida aún abierta, también nos han mostrado otra trama de la temporada: la venganza de Jamie. Él está buscando a Bonnet para vengarse de él, a su propia manera y en sus propios términos. No va a dejar las cosas así, violó a su hija y ningún hombre de ese siglo, y menos Jamie Fraser, dejaría las cosas así. Pero ya sabemos cómo le salió todo a Jamie cuando quiso vengarse a escondidas del violador de su hija…¿será diferente este vez?

La noche de bodas tiene su propio reflejo en las otras parejas. Además de Brianna y Roger, tienen su propia noche de amor Jocasta y Murtagh y Jamie y Claire. Vamos a centrarnos, por el momento, en estos últimos. 

¿Confirmamos que esos momentos de Jamie y Claire juntos, cuidando y disfrutando de su nieto son los más tiernos del mundo mundial y nos han dejado en el suelo con las babas colgando? Confirmamos. Esas pequeñas escenas son oro. Un regalo maravilloso a los fans. Es todo lo que podía haber sido con Faith y Brianna pero nunca fue. Maldita Diana que no los dejó criar a ninguno de sus hijos juntos. ¡Velas negras para ella! – y para ver si se decide ya a publicar el libro 9 de la saga que llevamos AÑOS esperando y, a este paso, nos vamos a arrugar como una pasa antes de que lo publique. 

Publica el libro, ¡hombre ya!

Después de esos momentos tan tiernos, el bebé se duerme y les da una oportunidad a la pareja de estar solos. ¡Por fin vemos una escena de este tipo! La season 4 de Outlander falló, entre otras cosas, en esto. Esta conexión física de la pareja que es tan importante en los libros y que no se vio en la temporada anterior. En otras palabras, que hacía mucho tiempo que no ve veía el culo de Jamie Fraser!

Fuera de bromas, la conexión física de esta pareja es tan importante como la emocional y la serie siempre tuvo la forma correcta de mostrarla para que se vieran las diferentes etapas de su relación. Desde esa conexión salvaje y alocada, donde no podían quitarse las manos de encima del principio, hasta la más calmada y pausada de después, pasando por la desesperada cuando pensaban que se podían perder el uno al otro y todo lo que hay en medio. Pero nunca faltó pasión, excepto en la anterior temporada.

Si esta escena es un indicativo, van a recuperar ese lado físico de la pareja y estamos aquí para verlo. La escena en sí ha sido magnifica, excitante la forma en la que debían estar callados pero no podían contenerse. Me ha recordado al 3×11 y esa famosa sopa de tortuga. También, las risas, la sensualidad, la felicidad plena, la complicidad…todo estaba ahí. Todo ha vuelto. 

Y lo mejor es que no termina ahí. Jamie y Claire tienen otros momentos especiales que muestran la fuerza de su unión. Así, bromean y se ríen cuando Jamie es un poco malo con Roger o cuando Claire le habla de unos bichos invisibles que Jamie no sabe nombrar. Y si habéis leído el libro ya sabéis por dónde va esa escena…

Pero lo mejor es ver cómo comparten todo. Como iguales. Simplemente el día a día, la rutina…los pacientes de Claire, los quehaceres de Jamie. La forma en la que él la mira con tanto orgullo cuando ella está atendiendo con todo su corazón, amabilidad y empatía a sus pacientes. Cuánto la valora. La forma en la que él confía en ella con todo y le cuenta exactamente lo que está sucediendo con Tyrion y cómo lo enfrentan juntos…me tienen enamorada. 

En otro orden de cosas, no puedo creer que diga esto, lo voy a poner hasta en mayúscula y todo, ¡MINIPUNTO PARA ROGER! Os lo prometo que no me lo creo. Pero se lo merece. Lo que menos me esperaba es que este personaje iba a empezar bien esta season pero sí. ¿Por que digo esto? Bueno, por la forma en la que le ha dejado las cosas claras a Jocasta y la forma de aceptar a Jemmy como su hijo, con ese juramento. 

El caso es que Jocasta es una Mackenzie y no es ninguna tonta. Quería probar a Roger. Al igual que a Jamie, no le gustó la forma en la que él dudó si volver con Bree. Y sabe que una propiedad como River Run puede ser un aliciente muy importante para regresar. Brianna es su familia y no quiere que alguien esté con ella solo por el beneficio económico que eso supondría. Jocasta ha vivido mucho, conoce cómo son las cosas, para ella misma fueron así, por eso, quiere proteger a Bree de una desilusión tan grande y, a la vez, saber por sí misma, qué intenciones tiene. Y lo hace como solo ella sabe: a la manera Mackenzie.

Así, lo lleva a un sitio alejado y lo prueba. Le comenta, cómo quien no quiere la cosa, que River Run está a nombre de Jemmy y le hace ver que, aunque se case con Bree, no lo obtendrá. Es la reacción de Roger lo que le hace ganar el minipunto. Le deja bien claro a Jocasta que no está interesado en casarse con Brianna por su dinero, si no porque la ama, y que Jemmy es su hijo, además de que, puede que no tenga muchas virtudes en ese tiempo, pero él proveerá para su familia por sí mismo. Jocasta está satisfecha pero aprieta un poco más y toca un punto sensible. 

Roger jura que Jemmy es su hijo pero…no lo ha reconocido como tal. Roger, a pesar de lo que le dice a Jocasta, sabe que en eso tiene razón. Y ese es el empujón que necesitaba. Se da cuenta de que todo el mundo puede cuestionar su decisión, que quizá, hasta él mismo se la estaba cuestionando…pero ya no más. Así que coge a Jemmy, lo toca con su sangre y les jura, a él y a Brianna que Jemmy es su hijo, su familia, sangre de su sangre y huesos de sus huesos (¿no os suena?) y que nada ni nadie cambiará eso jamás, los protegerá con su vida. 

Brianna sabe lo que esto significa. La completa aceptación de Jemmy por parte de Roger, aunque Bonnet esté acechando en las sombras, aunque sea su hijo, nunca lo será, siempre será hijo de Roger, siempre será un Mackenzie. Eso, de alguna forma, la tranquiliza un poco. Puede que Bonnet sea alguien presente…pero su hijo y ella no están solos. 

Jocasta, por su parte, se ha quedado más que satisfecha ante la reacción de Roger, han comprobado por sí misma que su sobrina es correspondida. 

Eso sí, no nos volvamos loc@s porque esto es solo el principio y a Roger aún le queda mucho para que yo lo perdone por su pésima temporada anterior. Ha empezado bien esta temporada…pero es mérito del libro. Veremos cómo sigue…pero le queda todo el camino por recorrer aún. 

Aunque lo que es del César, es del César, y no he visto casi nada reprochable en Roger en este episodio. Y digo casi porque, ¡madre mía esos pelos Roger! Los hemos vuelto a sufrir en la noche de bodas. ¡Marchando 2 kilos de cera, por favor y gracias! 

Aprende, Roger

Volviendo a centrarnos en asuntos más serios, tras la boda y su conversación con Tyrion, Jamie sabe que debe reclutar a sus hombres, pedirles que luchen y confíen en él. Que le juren lealtad y fidelidad. Para eso, tras ponerse su uniforme de guerra de las Tierras Altas, Jamie realiza un ritual ancestral. Un ritual que da nombre al episodio. El ritual de la Cruz Ardiente. 

El jefe del Clan hacía arder una cruz como una llamada a sus hombres para coger las armas y prepararse para la batalla. Se acerca una crucial y los necesita a todos. Incluido Roger. Él sabe que, tal y como Claire le dice, no está preparado para ello, pero debe estarlo, él lo protegerá y lo entrenará. Ahora, es el marido de su hija, su mano derecha, su familia…y va a darle el lugar que debe tener a su lado. 

Por eso, mientras Jamie le habla a todos los habitantes del Cerro y llama a sus hombres, es a Roger al primero al que llama, él no sabe lo que hacer, no en estos casos, sus libros no le ayudan y Jamie lo mira, como instándole a ir…y se decepciona cuando es otro el que toma su lugar y le jura fidelidad a Jamie. Pero entonces, Roger toma su ejemplo, se arrodilla ante Jamie, le jura lealtad y fidelidad, mientras lo mira a los ojos y ambos se comunican. Roger, sin palabras, le está jurando que proveerá por Bree y que aprenderá a vivir en ese siglo, que se ganará el lugar que Jamie, por honor, le está dando ahora como su mano derecha. Jamie acepta ese juramento silencioso y nombra a Roger Capitán.

Tras él, Jamie llama a Fergus, haciéndole ver cuánto lo valora y que es su hijo y el de Claire tanto como Bree y ahora Roger. Jamie le hace ver a Fergus que él luchará junto a todos y que tiene un lugar importante en su familia. No lo va a dejar atrás. Nunca. Y eso significa un mundo para Fergus que no duda en jurar lealtad a Jamie. Tras él, vienen todos los demás. 

Esta escena es un paralelismo con el juramento a Collum que vimos en la season 1. Ahora, es Jamie quien recibe esos juramentos porque es Jamie el Jefe del Clan. De un Clan inesperado, en un lugar distinto…pero en el cual todos se giran a él para mirarle y esperar instrucciones. Para que los guíe en la vida y en la muerte. 

Más tarde, cuando la Cruz ya no arde, Jamie y Claire se encuentran frente a otra igual, contemplando su tierra y a toda su familia, a todas las personas y la tierra que deben proteger. Que lucharán con uñas y dientes por proteger, como iguales. Es la hora. 

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¡Adoro a Fersali! Verlos disfrutar con todos en la boda y, más tarde, la mirada de orgullo de Marsali cuando Jamie reconoce ante todos a Fergus como su hijo y lo llama para que luche a su lado. Ella sabe lo importante que es eso para Fergus, no sólo por la emoción de ser reconocido, de nuevo, como un Fraser, si no por el hecho de que no lo dejan atrás por su mano y así, Fergus siente que con mano o sin ella, puede luchar junto a su familia como todos los demás.

Para Marsali, Fergus nunca fue alguien distinto por no tener mano pero ella entiende. Comprende que el resto del mundo, excepto su familia, sí lo ve así. Incluso él mismo se ve así. Y ante una lucha, donde todos deben ir al campo de batalla, Fergus corría peligro de sentirse como si fuera un inútil o un hombre incompleto al no poder participar como los demás. Fergus corría peligro de sufrir. Pero el ver como Jamie no hace distinción con él, ver en Fergus, en toda su cara, lo emocionado que está y todo lo que significa para él, hace que se sienta orgullosa de ese hombre que lo da todo por ella, por su hijo y por toda su familia. 

Además, me ha gustado verlos como iguales celebrando la boda, bebiendo y haciendo rimas subidas de tono. Debemos recordar, que entonces, el trato de igual a igual que siempre le ha dado Jamie y Claire (y viceversa) no era la norma. Pero esta pareja siempre se ha tratado así, y los amo por ello, ¡Fersali como modo de vida, por favor y gracias!

Tras analizar hace un momento a Jamie y Claire, vamos a centrarnos ahora en Jocasta y Murtagh. Ellos también han tenido su particular celebración, aunque no ha terminado felizmente. Ellos sabían que le estaban robando minutos al propio tiempo. Murtagh es un hombre con una sentencia de muerte sobre su espalda, así como Jamie cuando conoció a Claire. Él ni siquiera ha podido estar presente en el matrimonio de Bree y ahora, se encuentra con Jocasta en una cabaña alejada de todo, a escondidas, como proscritos. 

Murtagh debe desaparecer por un tiempo. Él lo sabe, Jocasta lo sabe, todos lo saben. Y su relación…falta qué hacer con eso. Jocasta es una terrateniente que no puede permitirse desafiar a La Corona y menos, en estos momentos donde son tan fuertes. A la vez, su condición de mujer en esos tiempos no le permite hacer todo lo que desearía así que necesita a alguien a su lado. Con eso, Duncan Innes se ha metido en todo el asunto y le ha propuesto matrimonio a Jocasta. 

A Murtagh no le ha gustado nada saber eso. Pero lo que menos le ha gustado es que sabe que lo mejor para Jocasta es que lo acepte. Y solo puede sentir rabia y frustración y dolor porque no puede hacer, literalmente, nada. Él debe escabullirse en la noche y en sus sombras, como un fantasma, mientras que la mujer que ama se casa con otro. Una historia muy parecida a la que vivió con Ellen, la madre de Jamie. Y no puede hacer nada. No puede casarse con Jocasta, no puede matar al otro tipo por atreverse a mirarla, no puede reclamarla como suya…solo puede huir y observar, destrozado, cómo la historia se repite. 

Outlander Season 5 Key Art and Marketing Shoot – Sep 17-21 2019

Eso lo lleva de una rabia ardiente, que lo quema por dentro, lo va desgarrando con un dolor lacerante poco a poco. Quiere matar a Jocasta por atreverse a aceptar a Duncan pero, a la vez, no puede porque sabe que es lo mejor para ella. Que es lo único que puede hacer porque ellos, al menos por el momento, no tienen un futuro. Y Jocasta también lo sabe, por eso va a aceptar la proposición de Duncan. 

Esto hace de este encuentro una despedida temprana. Una despedida que ambos sabían que llegaría pero que, de alguna forma, los ha pillado por sorpresa debido a la brusquedad, a la injusticia y al dolor de todo. Y así, con esta despedida, empieza el principio del fin. Murtagh va perdiendo a todos los que quiere y los que le dan una razón para luchar: Jocasta, Bree, Fergus, Claire…Jamie. 

Jamie…el más doloroso de todos. Cuando murió su madre, Murtagh le juró a Jamie que siempre cuidaría de él y que nunca estaría solo. Lo ha cumplido todos los días de su vida. En cada batalla que luchaba Jamie, allí estaba él. Se enroló en el ejército jacobita por él. Luchó en Culloden por él. Y ahora, deben luchar en bandos separados. Es demasiado doloroso para contemplarlo. 

Murtagh ha luchado tanto por él…pero ahora está luchando por una causa en la que él cree. Por una justicia que desea. Y Jamie no puede estar a su lado. Es doloroso que no lo haga, Murtagh lo entiende pero hay una parte de él, una pequeña parte, que se lo reprocha. 

Para Jamie tampoco es fácil. Murtagh es como un padre para él, es familia, y siempre ha estado a su lado, ahora, él debe acabar con él y con su causa. Es sólo…desgarrador e injusto. Tanto que no puede hacerlo. No puede matarlo, no puede luchar en una batalla teniendo en frente, como enemigo, a Murtagh. Así que no lo hará. Le pide que se vaya, lejos, hasta que todo se calme. Hasta que lo den por muerto. Le pide que se ponga a salvo y que espere, dentro de no mucho ambos lucharán en el mismo bando, como siempre. Dentro de poco, no tendrán que fingir que son enemigos. 

Pero Murtagh también es un guerrero y, por una vez, no acompaña a Jamie, si no lucha por una causa en la cree, por su propia causa. Hasta ahora, siempre había seguido a Jamie. A Murtagh realmente no le importaba si Escocia se independizaba o si Jacobo o Carlos se sentaba en el trono o si moría en Culloden. Solo sabía que Jamie estaba allí y allí debía estar él. Pero ahora…es una causa por la que desea luchar. No puede apartarse de eso. No puede dejarlo correr. Y así se lo hace saber a Jamie. 

Además, dibuja un conocido círculo de piedras, Claire, Bree e incluso Roger pasaron por él y ahora están ahí, en ese siglo, con él. Ha…conseguido todo lo que deseaba en la vida. Una compañera de vida, una familia. Pero él…Murtagh es familia pero nunca ha creado una propia, siempre ha estado a las afueras de la vida de Jamie, de la familia de él. Siempre cuidándole, protegiéndole y proveyendo para su familia. Pero él estaba solo. Sabía que Jamie, Claire, Bree son también su familia pero no es lo mismo que tener una. Y cuando pensaba que la había encontrado, solo tiene que dejarlo ir. 

Y lo único que tiene, lo único que le queda, son sus convicciones y su cuerpo para luchar. No va a renunciar también a eso. No puede porque entonces no le quedaría nada, no tendría nada. Así las cosas, Jamie sabe que Murtagh no va esconderse, si no a luchar. Pero el juramento que le hizo cuando él era un niño entra en conflicto con eso. Si ambos deben verse las caras en el campo de batalla como enemigos, Murtagh no puede hacer honor a su juramento. Ya no más. Así que Jamie hace lo que tiene que hacer, con todo el dolor de su corazón, le retira esa responsabilidad a Murtagh, considera su juramento cumplido. 

Con esto, Jamie le está diciendo que lo entiende pero que él no tiene más remedio que seguir en el bando que está por ahora. No tiene más remedio que verlo como enemigo. Murtagh lo entiende. Y ambos, obligados por las circunstancias y con el corazón desgarrado, acuerdan verse, desde ese momento, como enemigos y tratarse como tal. Aunque no creo que lo consigan, Murtagh sería incapaz de levantar un arma contra Jamie y él sería incapaz de hacerlo contra Murtagh. Estoy segura. 

Así, Jamie y Murtagh se separan, Jamie cae al suelo, llorando por todo lo que ha perdido, por las decisiones tan difíciles que ha tenido que hacer, por tener que dejarlo marchar y por todo lo que inevitablemente vendrá a partir de ahora. Y sus lágrimas son un reflejo de las mías. Aún no puedo parar de gritar “¡NOO!” cuando veo la escena. 

Es tan triste…esto va a ser muy difícil para ambos. Eso sí, mis dieses para Sam que está de Oscar en esta escena. Logras sentirlo todo gracias a él. ¡Bravo!

Como últimos apuntes, no me digáis que no ha sido emocionante cuando Jamie ha gritado, ¡los Fraser del Cerro están aquí! Se me ha erizado todo el cuerpo y eso, junto a la música del Cerro mientras Claire describía el hogar que habían formado, que habían construido, la gran familia que tenían…ha sido realmente emotivo y no he podido más que sonreír llena de orgullo porque, por fin, hayan conseguido todo lo que deseaban. El tema del Cerro siempre será tremendamente especial.  

Y esos pequeños momentos que llamaban o, más bien, clamaban a las seasons 1 y 2 han sido simplemente brillantes. Emotivos, preciosos, maravillosos…mágicos. Nos han colocado la música inconfundible de la season 2 que habla de guerra. Hay, de nuevo, una guerra que se acerca y, de nuevo, Jamie luchará junto a Claire. Esa música nos la han colocado mientras Jamie se preparaba, sacaba su kilt de entonces, después de tantos años, su arma y vestido por completo con su uniforme escocés, su uniforme del ejército jacobita, está listo para la guerra. Porque puede que tenga que luchar, por ahora, por La Corona, pero él es escocés, de las Tierras Altas, y lleva con orgullo el kilt de su familia. 

Si habéis leído los libros, sabéis que Jamie usa kilt mucho antes de prepararse para lo que viene pero creo que, si lo hubiesen hecho en la serie así, este momento no hubiese sido tan impactante, tan emocional y tan significativo como es. 

Claire, en cuanto lo ve así, sabe lo que significa, todo lo que arriesgan y por lo que luchan. Y volver a verlo así…llama algo en ella. Claire se enamoró de todas las partes de Jamie, incluida la del guerrero, volverlo a ver vestido como el guerrero de las Tierras Altas que es, y lleno de orgullo, todo en ella se estremece, recuerda y se mueve por dentro. 

Pero, sin duda, el momento más especial para mí, ha sido cuando, en la boda de Bree y Roger, Claire y Jamie han recordado su propia boda, sus votos y los han vuelto a repetir. Esa emoción al decirlo, ese brillo en los ojos de ambos, sus tenues sonrisas, su amor…han traspasado la pantalla. Casi me han cumplido el sueño de una renovación de votos en toda regla. Porque yo siempre he soñado con una. 

Desde su boda, siempre he querido que Jamie y Claire renovaran sus votos en una ceremonia con ambos conscientes, felices y seguros de lo que iban a hacer, llenos de amor, rodeados de toda su familia, no con una Claire borracha que casi no se entera de lo que sucede ni de lo que dice y casándose por obligación. Así que ese pequeño momento para mí ha sido un gran regalo. 

En medio de todo esto, nos han introducido a un nuevo personaje por el que Lizzie se ha prendado. Atentos a estos dos…que van a dar mucho de qué hablar. Se avecinan problemas…

Lo cierto es que no puedo ponerle pegas al episodio y eso dice mucho, aún más que hasta Roger haya estado bien (por ahora) para mí. El capítulo es todo lo que debería haber sido la season 4. De hecho, la ha superado en todo en cuanto a construcción y presentación de tramas, el desarrollo de los conflictos emocionales, de los personajes y de las parejas. Absolutamente en todo. 

El episodio en sí mismo también ha tenido de todo. Momentos para reír, para disfrutar, para emocionarnos, para recordar, para llorar, para enamorarnos y para sufrir. Un capítulo muy completo. ¿Lo mejor? Que esto acaba de empezar así que, agarraos, porque han puesto toda la carne en el asador. Han corregido grandes y graves errores de la season anterior y ¡hemos empezado la season con más fuerza que nunca. ¡La que nos espera sassenachs! 

Y hasta aquí la crítica del 5×01 de Outlander. Nos leemos el lunes que viene con la review del 5×02 “Entre dos fuegos”. ¿Y a vosotros qué os ha parecido el episodio? ¡No dudéis en comentármelo! 

Por Raquel.


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Raquel Morales

Un día descubrí las series, al día siguiente internet y mi vida muggle se fue a la basura. Escritora a tiempo completo, y fangirl como modo de vida.

2 comentarios en «Outlander 5×01 Review: La Cruz Ardiente»

  1. El suegri se ha quedado perplejo cuando le ha dicho…repite conmigo!!,y ha visto que Roger se lo sabía y ha puesto cara de…”ya me vas ganando” ( como a Raquel🤣) y lo de Fergus también me ha emocionado cuando le ha dicho “hijo de mi nombre y mi corazón”😍

    1. Jajajaja si, yo creo que por eso le ha perdonado lo de que no fuera antes y ha pensado, “bueno, te lo paso” 😂😂😂😂

      Aiiii a Roger aún le queda mucho para ganarme, por el momento, que se conforme con el minipunto y que no se me acostumbre Jajajaja

      Ese momentazo cuando llama a Fergus y lo que le dice, es que me derrito, de verdad, Jamie Fraser es PERFECTO 🥰🥰🥰❤️

      ¡Gracias por comentar guapa! 😘😘💜💜

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Outlander 5×01 Review: La Cruz Ardiente

de Raquel Morales Tiempo de lectura: 23 min