Cómo romper con tu serie tóxica en 5 pasos

Steph

hace 4 años

Desde el inicio de los tiempos seriéfilos siempre ha existido aquella serie tóxica. Aquella serie que cuya existencia es ponzoñosa para la vida pero que no puedes alejarte de ella.

No te preocupes, amigo enfurecido, porque hoy vamos a hablarte de como romper este ciclo que está acabando contigo en 5 sencillos pasos. Dile adiós a tus pequeñas mentirosas.

Primer paso: Ponle un nombre

Levantate.

Mírate al espejo y repite “que el señor (da igual si es el oscuro o el claro) me acompañe porque esto hundido hasta el fondo“. Muy bien.

Ahora te sientas de nuevo y piensa en tus series. Muy bien. Ahora cierra los ojos y búscala, siéntela… ahí está. Ahí está esa serie que te persigue, te aterra pero que te arropa, te atrae.

Dale la mano, y prepárate.

Segundo paso: ¿Cuál es vuestro problema?

Tu serie y tu estáis cara a cara, el problema está claro.

La series es, probablemente una mierda, o ha decaído a un nivel más allá del subsuelo, o no puedes ya con los guionistas.

Prefieres entrar en un atardecer seriéfilo eterno antes de volver a verla. Pero ahí estás tu, buscando el siguiente capítulo, porque necesitas saber que pasa. No puedes deshacerte de ella. Te persigue.

Cuando tu vas, ella vuelve hacía ti. Cuando ella va, tu todavía estás aquí, con tu chandal gris y esperándola.

Tercer paso: Asumelo, tienes un problema

Esto es como la droga. El primer paso siempre tiene que ser asumirlo, pero estamos en una relación más tóxica que un vertido de uranio en tu cama, así que es el tercero.

Lo que esa serie tiene contigo es más poderoso que el poder de Greg Berlanti en la CW (Perdón, señor Berlanti, me refería a la cadena Berlanti DC). Lo que esa seria tiene va más allá de tu incapacidad de entender como en las series corren en tacones y no se revientan los dientes.

Asúmelo, tu serie y tu tenéis que romper. Tenéis que separaros y tomar caminos diferentes.

Tenéis que decir adiós.

Tu problema se llama X (Introducir en “x” el nombre de la serie, como cuando uno leía fanfics y sabía que significaba y/n, y si no lo sabes, pues no sé cual era tu adolescencia. Bueno, si eres tío, me la puedo imaginar)

X te está matando por dentro, está acabando con tus ganas de ver series, como Shonda con tus ganas de cogerle cariño a algún personaje en Anatomía de Grey

Cuarto paso: lentamente nos alejamos.

Una vez encontrado, y asumido el problema, comienza la etapa más dura.

Decir adiós.

Tu te agarras ahora la serie, la miras, piensas en todo aquello por lo que habéis pasado juntos, pero te plantas. Y lentamente te vas alejando.

No podemos mentirte, habrá alguno que pueda decir “hasta aquí he llegado y no veo una mierda más de estas” y bueno, de la noche a la mañana se acabó.

Pero no es lo normal.

El momento de la despedida es duro, vas a comenzar poco a poco. Pasaras semanas sin verlo, pero pasará algo (Alguno de los 800 crossovers de Arrow y compañía) y volverás a caer, porque necesitarás saber que está pasando.

Pero llegará ese momento en el que te da completamente igual si Stephen Amell se quite la camiseta, si a Meredith Grey la parte un rayo o si alguien está torturando a las Liars.

Una vez llegado el momento, amigo mío, estás listo.

Quinto paso: Caminarás hasta el más allá libre

¡Felicidades! ¡Eres libre! ¡Has escapado de la cárcel mejor que cualquiera de los de Prision Break!

Mírate, has madurado. Has crecido, pero sobretodo, has aprendido una lección que más de alguno de nuestros seriéfilos querría.

Sabes detectar una serie tóxica, sabes detectar esa serie que empieza muy bien, que pinta interesante pero que va a acabar persiguiendo el camino de las Liars, o de Gossip Girl. Y vas a ser capaz de evitarlo, y si caes, pues bueno, volverás a buscar este post.

No es fácil decirle adiós a una serie que ha estado ahí tanto tiempo. Pero a veces ahí que hacerlo, porque seamos sinceros, no podemos ser como Rachel y Ross, probablemente no sea tu langosta y vas a sufrir más que cualquier personaje de Shonda.