Beauty and the Beast: ¿Felices para siempre?

Érase una vez que se era

Qué narices ha pasado con una serie de primera. Todos sabemos que se trata de una serie cuya trama principal es la historia de amor entre Catherine y Vincent, para nosotros a partir de ahora Cat y VK, hasta ahí vamos bien. La primera temporada estuvo bien elaborada, las tramas individuales de cada uno de los personajes estaban enlazadas con la principal y en conjunto, el concepto de chica buena encuentra a chico malo y se muere por sus huesos (unidos al beast-mood) era cuanto menos, inquietante.

SPOILERS ARE COMING…

Una vez acabado el salseo inicial del ‘’quiero y no puedo’’ que nos tuvo en vilo a todos durante la temporada completa, comenzó lo que viene siendo unos guionistas monótonos que desde mediados de la S2 e incluyendo la S3 han convertido a VK en un calzonazos sin distinción, a la pobre Cat en una insegura de la vida y a sus dos mejores amigos, Tess y JT en el vástago del unicornio que vomita purpurina por la primera pareja.

Centrémonos en la tercera temporada; comenzando con la (‘’para nada’’) esperada pedida de mano de Vincent a Catherine –thanks god- y todo lo que ello posteriormente conlleva. En teoría, la oleada de ‘’beasts’’ había terminado, pero habiendo una boda por delante lo último que pueden hacer poner el camino fácil. Cual señoras entrando un día de rebajas, los superhumanos aparecen salvajemente en pantalla (eso sí, de forma algo ‘’dosificada’’, para rellenar capítulos) y haremos por obviar el pequeño detalle de que esos señores nos recuerdan curiosamente a los metahumanos-inhumanos de otras series –cejas, cejas-. Recordemos que esta pareja está directamente relacionada vía destino con Alistair y Rebecca Reynolds, una antepasada de Cat a la que el romanticismo o la falta de ello. Dicho esto, y como quien no quiere la cosa, todo secomplica hasta el punto de que el enamorado que Rebecca rechazó hace casi 200 años resulta ser una bestia (¡no envecen!) a la que la listilla victoriana cambió por una machote aparentemente más potente. Nuestra bestia inmortal decide llevar a cabo una revancha contra lo que queda de su familia –seriously?- y finalmente, contra Catherine y Vincent.

En resumen, después de muchas bestias que acaban muertas, excusas creadas por niños de guardería, muchas bombas porque ya no quedan más argumentos para matar a la gente y pajas mentales por todos y cada uno de los implicados en esta trama tan dispersa como el vaivén de Heather en la serie, POR FIN SE DAN EL SÍ QUIERO, después de dos intentos fallidos de boda y usando como cura a Tess, con su recién adquirida licencia gracias a San Google.

A pesar de todo lo dicho arriba, aquí una que no se va a perder todo lo que venga.

Y colorín colorado, por ahora esta temporada ha acabado.

Por Laura (Twitter: @LauraDarcy_)


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