Outlander 5×05 Review: “Adoración perpetua”

¡Bienvenidas sassenachs! ¿Cómo lleváis este nuevo y desconocido estado de alarma? Consejo para hacerlo más ameno: ¡quedaos en casa y leed la review de Outlander! Entrando en materia, tras el episodio anterior, la serie con “Adoración perpetua” nos presenta un episodio algo irregular y falto de equilibrio, muy disfrutable para los fans de Bree y Roger y para los no tan fans pero con una falta notable de los Frasers que hace que algo se sienta vacío. Eso sí, la sorpresa WTF?! del final y un lindo gatito casi hacen que todo lo anterior merezca la pena. Casi. Se quedan muy cerca. ¡Pongámonos nuestras mascarillas y volvamos, una semana más, con nuestra familia favorita! 

Queremos empezar diciendo que hemos echado mucho de menos a Jamie en este episodio. Ha salido demasiado poco para nuestro gusto y, encima, hasta el final no ha tomado relevancia y nos ha dejado con la boca abierta pensando WTF?! En realidad Holy Shit (jodida mierda, lo que viene a ser qué me estás contando en murciano) pero somos demasiado finos para decirlo. 

Dicho esto, vamos a analizar lo que ha dado de sí la poca participación de nuestro rey de los hombres. Al principio, me parece curiosa la forma en que Jamie, para disimular, se pone a jugar al juego al que todos los oficiales se han aficionado: el tiro al Murtagh. Jamie es incapaz de acertar con el dardo en la cabeza de un retrato de Murtagh, a pesar de que tenía la atención de todos los Casacas Rojas en él. Si Jamie ni siquiera puede dañar a un retrato de Murtagh, ¿alguien se cree que sea capaz de enfrentarse a él en un campo de batalla real? Es imposible que le haga daño, es incapaz, ni siquiera a algo tan inocuo como un retrato. Su propio instinto se lo impide. 

Tenemos que avanzar hasta casi el final de la aparición de Jamie para que vuelva a suceder algo digno de mención. Y es, de nuevo, una semilla que se planta aquí y ahora. Knox le encarga a Jamie que hable con sus compatriotas. La mayoría son reguladores pero Jamie es uno de ellos y Knox recuerda lo que Jamie le dijo hace unos pocos episodios: se fían más de uno de ellos que de un casaca roja. Están en una situación delicada, al borde de una guerra, y La Corona no va a escatimar recursos para acabar con los reguladores. Los terminarán matando a todos. 

Así que Knox quiere intentar que uno de ellos les convenza de no llegar a las armas y resolver esa revuelta mientras siga siendo eso, una revuelta, no una revolución que escalaría rápidamente a una guerra. Les promete el perdón a todos…excepto a Murtagh, porque nada puede ser fácil para Jamie. Es una forma de salvar vidas, de un lado como de otro. Esto es claramente una semilla a futuro, ¿qué sucederá con Murtagh? ¿logrará Jamie parar la guerra con los reguladores antes de que empiece? El libro tiene la respuesta…y la serie la tendrá pronto porque volveremos a visitar esta semilla que ha plantado Knox más adelante. Eso seguro. 

Y ahora llegamos al MOMENTO. Con mayúsculas. Antes de que Jamie parta, juega una partida con Knox al ajedrez (no podemos evitar acordarnos de Lord John Grey). Y, hablando con él, tratándose como amigos, la comodidad que siente Jamie con Knox se impone. Él le cae bien. Casi se olvida de que, en realidad, no son amigos, si no enemigos. Llegará un momento en el que tendrán que luchar en bandos separados y, en este momento, Jamie está impidiendo la captura del principal objetivo de Knox. Es entonces cuando todo toma un cariz distinto y Jamie tiene que tomar una decisión que lo cambia todo. 

Knox recibe ha solicitado la lista de prisioneros de Ardsmuir, la prisión donde encarcelaron a Jamie y Murtagh tras Culloden. Esa lista contiene información clave sobre quién pueden ser los más allegados y, por tanto, aliados de Murtagh, para facilitar su captura y, por supuesto, Jamie sabe que su nombre está incluido ahí y será el que más destaque. Antes de que Knox lo vea, él se lo confiesa. Por fin, le confiesa que Murtagh es su padrino y que estuvo encerrado con él en esa cárcel, por jacobita. Jamie intenta explicarlo, precisamente por eso lo confiesa, para intentar que Knox lo entienda…y lo cubra. 

Knox no da crédito a lo que está oyendo, no solo que Jamie fuera capturado por jacobita, eso puede pasarlo por alto, si no lo de Murtagh. Él suma dos más dos y sabe que fue Jamie quien liberó a los reguladores. Sabe que es un traidor. No solo para La Corona si no también para él. Knox confiaba en él, lo respetaba, creía que era un hombre íntegro, honorable…y, para él, está traición es personal porque ha traicionado su confianza. Knox es incapaz de ver que Jamie es todas esas cosas que pensaba de él…solo que su lealtad no está con La Corona. 

Jamie intenta explicárselo absolutamente todo. Él quiere que lo entienda y que esté de su parte, que lo cubra. Al fin y al cabo, Knox mató a alguien (aunque haga como si no y no se sienta mal por ello) y Jamie lo cubrió, incluso llegó a entenderlo y…espera lo mismo de él. Murtagh es su padrino, su familia y está luchando por lo que él cree. Por otro lado, está su familia en el Cerro, sus inquilinos y su tierra, a los que tiene que proteger…pero intenta no traicionarse a sí mismo en el proceso. Está entre dos fuegos…y se debe a los suyos. Siempre ha sido así. 

Jamie hace la pregunta, ¿qué habría hecho Knox? ¿Habría traicionado a su familia en pos de ser fiel a La Corona o los habría protegido? Knox duda, la situación no es fácil y el dilema tampoco…pero, al final, contesta que nunca habría traicionado a La Corona. Es un fanático, para él, La Corona está por encima de todo. Así que le dirá a Tryon la relación que une a Jamie con Murtagh y lo que hizo con los prisioneros. Jamie intenta convencerlo una última vez apelando a su corazón. Él ha notado que le cae bien a Knox, que lo respeta…y decírselo a Tryon significaría que lo tratarían de traidor y lo ahorcarían, Jamie sabe que Knox no quiere eso, por muy decepcionado que esté con él, por muy traicionado que se sienta. 

Pero esa es la clave, Knox se siente traicionado y todo el respeto, la admiración, la amistad, incluso el cariño sincero que sentía por Jamie, nacido en las tardes de risas y confesiones, en el apoyo y la lealtad mostrada en los momentos difíciles en los que se sentía miserable, se ha convertido en desprecio. Porque todo era mentira, todo era parte del espectáculo, de la actuación que Jamie está haciendo. 

Nada fue sincero, ni él juramento a La Corona ni las charlas, ni el apoyo, ni la lealtad…nada. Aunque realmente lo fue, Knox cree que no. Jamie hizo un juramento a La Corona y lo ha roto. Pero antes que a La Corona, Jamie le hizo un juramento a su familia y eso está por encima de todo. Él haría lo que fuera por su familia, es su prioridad, por ellos puede morir…o matar. Es parte de él, ha sido así desde el principio. Así las cosas, para Knox, ahora Jamie es un traidor más. Es uno de ellos. 

Aquí Jamie se da cuenta de que no hay vuelta atrás. Knox le confesará todo a Tryon, lo atraparán y lo ahorcarán por traidor, las tierras del Cerro les serán arrebatadas y su familia y todos sus inquilinos quedarán desprotegidos y tachados de rebeldes en un momento de la historia en que todavía no podían serlo. No puede dejar que eso suceda. Y Jamie está tal que así 

Actual footage of Jamie Fraser

Por ello, no tiene más remedio que matar a Knox. Jamie no quería hacerlo, no le gusta hacerlo…pero no le quedaba otra salida. Por eso le pide perdón a Knox, le caía bien, hubiese querido que las cosas fueran de otra forma…pero no ha tenido opción. Esta es una muerte diferente. No es una muerte en el campo de batalla, no es una muerte por compasión, es una muerte a sangre fría, una solución desesperada para no perderlo todo. Es un paralelismo con lo que sucedió con Dougal en la temporada 2. Entonces, Dougal escuchó algo que revelaba las verdaderas lealtades de Jamie y lo revelaba como traidor. Entonces, como ahora, es lo único que podía hacer: matar. Por ello, Jamie pide perdón a Knox y al cielo, esperando que ambos lo entiendan, que ambos sepan que era algo necesario porque, si no lo hacía, lo hubiese perdido todo. 

Jamie ha mamado desde pequeño lo importante que era proteger a su familia y a las personas que dependían de él. Fue criado para ser un laird y eso incluye la protección a su clan. Ese deber de protección se hizo parte de él, está en su sangre, en sus huesos, de modo que Jamie es muy consciente de que todos, su familia, los inquilinos, el Cerro…absolutamente todos, dependen de él y, por el camino, ha aprendido que a veces tendría que matar para protegerlos. Lo ha aceptado. 

Lo ha tenido que hacer varias veces. Siempre es difícil, siempre es un peso a su espalda, un pecado más que se añade a su cuenta…pero es algo ineludible. Es simplemente lo que debe hacer. En realidad, Jamie tiene el mismo instinto de Claire de proteger a los demás, la misma bondad, el mismo corazón…y es ese mismo instinto el que le lleva a hacer lo que tiene que hacer, aunque sea difícil y signifique segar una vida. Él añade ese pecado a su cuenta, ese peso a su espalda para que ninguno de los que ama tenga que hacerlo. La muerte de Knox no es diferente, es necesaria para que todo su mundo entero siga protegido y seguro en el Cerro, incluso él mismo. Es inevitable. 

Lo cierto es que no me esperaba este desenlace. Y menos con tantos minutos que habían dedicado a Knox. Yo pensaba que este personaje venía a cubrir a otro que sale en los libros, Jamie y él son frenemies. Se hacen amigos mientras Jamie es fiel a los casacas rojas pero la cosa cambia a la misma vez que sus lealtades y terminan siendo enemigos renuentes. Sin embargo, Knox ha desaparecido muy temprano. Le han dedicado bastantes minutos y no entiendo para qué si le iban a dar este final. 

Lo único que se me ocurre es que querían construir una relación entre ellos para que, cuando llegara este momento, Jamie tuviera difícil superar la decisión que ha tenido que tomar teniendo remordimientos sobre ella, sintiéndose culpable. Pero la verdad que espero que esto no sea así por dos razones: Jamie tiene demasiado en su plato ya y no es la primera vez que tiene que matar por proteger a los que ama. Si esto no causa un conflicto emocional en el personaje, entonces le han dado a Knox demasiados minutos para lo rápido que lo iban a hacer desaparecer. 

Siguiendo con la escena, Jamie hace parecer que todo es un ataque de los reguladores quemando la posada donde están. Aunque Fergus sabe mejor…y se imagina lo que ha sucedido. Ambos se van de allí sin que nade los vea. O casi. Hay un único testigo: un lindo gatito. El gatito más adorable de todos los tiempos que es para comérselo: Adso. Jamie lo ve, piensa en su sassenach, y quiere regalárselo. 

Os presento a Adso AKA Nos morimos de amor 😍😍

Así, Jamie vuelve al Cerro y se toma un momento para respirar hondo antes de llegar. Lo que acaba de suceder con Knox sigue en su cabeza pero todo ha merecido la pena. Eso, todo eso, toda su gente, es lo que está protegiendo…y no se arrepiente de hacer lo que sea necesario para lograrlo. 

Entonces, Claire lo ve llegar y se lanza a sus brazos porque lo ha echado de menos y necesitaba verlo, abrazarlo. Lo confesamos, Claire es nosotras. Ese es el momento en que Jamie le da su regalo: el gatito que ya nos tiene enamoradas, Adso. Y Claire, como no podría ser de otra forma, se muere de amor por Adso y le da un buen beso a Jamie, agradeciendo el detalle. La mirada de Jamie…le encanta verla feliz. Haría cualquier cosa para que esa sonrisa no se borrara nunca. 

Outlander – Season 5 – Episode 505

Después del regalo, ambos tienen un momento para ellos, para estar juntos y ponerse al día. Y, de repente, el vacío que se sentía durante todo el episodio, esa falta de algo importante, de algo vital, desaparece, porque ellos están juntos. Jamie quiere contarle todo lo que ha sucedido, lo que ha tenido que hacer, pero antes, solo quiere estar a su lado y disfrutar de la felicidad que irradia, emborracharse de ella. Claire ve a Jamie tan pensativo, tan…distinto. Ella sabe que, sea lo que sea, ha sido difícil para él, y le habla sobre el paciente que ha estado recordando últimamente (y del que analizaremos su historia en detalle un poco más adelante). Gracias a él, fue a Escocia, se reencontró con Roger y volvió…a él. Ese paciente escocés terminó devolviéndola a él. Y Jamie no puede estar más agradecido. 

Claire se lo cuenta para compartir sus sentimientos con él y también para que ambos pongan en valor el camino que han recorrido y que ya no están solos. Están juntos. Claire le acaricia el brazo, imaginando…lo que hubiese sido para ambos seguir viviendo en el infierno que vivían separados, valorando la presencia del otro a su lado. Su mundo entero, parte de sí mismos, sus corazones…están juntos. 

Por eso, Claire le da la bienvenida, “welcome home, soldier” le dice, mirándolo a los ojos, profundamente, transmitiéndole todo lo que siente con una sola miradaClaire utiliza esa expresión, que le ha dicho en momentos muy puntuales, momentos especiales. Como cuando lo eligió, eligió quedarse con él, en ese siglo, porque lo amaba. Jamie reconoce esa expresión y pone esa cara de enamorado, es algo tremendamente especial y significativo entre ellos…está rememorando cada vez que Claire le ha dicho algo parecido, deteniéndose en el momento en que pensó que la había perdido para siempre y volvió junto a él, lo eligió a él…y siempre lo ha hecho a partir de entonces. Claire también está pensando en eso. 

Y es una declaración. Una promesa. Se elegirán siempre el uno al otro. Lo enfrentarán todo juntos y protegerán lo que tienen, lo que han conseguido, aunque haya que tomar decisiones difíciles porque lo que perderían si no lo hicieran sería la mitad misma de su alma y de su corazón. Lo que deben mantener y proteger, merece la pena.

Outlander – Season 5 – Episode 505

Los que sí han tenido un hueco importante en el episodio son Roger y Bree. Y he decir que he disfrutado sus escenas y me ha gustado Roger. Ni yo me lo creo pero así es. Hacedme una fiesta o algo, por favor. Sus escenas no solo han dejado contentos a los que les gusta la pareja si no también a los que no nos gusta.

Creo que hemos visto el punto de vista de ambos, hemos podido comprenderlos por completo, tanto sus reacciones como sus acciones y palabras. Esta vez sí hemos visto una comunicación fluida entre ellos, que ya era hora. Y también hemos sido capaces de ponernos en el lugar de los dos. Se han desarrollado a la perfección la forma de pensar, los errores y aciertos de cada personaje, su forma de ver las cosas. Lo cual es una gran mejoría a cómo eran las cosas no hace mucho. 

Todo empieza cuando Roger encuentra, por casualidad, la gema que Bonnet le dio a Bree cuando fue a visitarlo a la cárcel. Roger recuerda un momento pasado con Bonnet. Uno de esos momentos en los que ambos jugaban a las cartas y Roger se daba cuenta del sociópata que tenía delante. En uno de esos juegos, Roger vio la gema mientras Bonnet se jactaba de que podía poner de rodillas a una mujer – quisiera ella o no y esperadme un momento mientras voy a vomitar para no matarlo ahora mismo – por una gema como esa…o por un anillo, en una alusión velada a Bree, un miserable y asqueroso chiste privado que sólo Bonnet entiende en ese momento. 

Así, Roger sabe que sólo Bonnet le pudo dar a Bree esa gema…y también sabe que fue por una razón. Obviamente no piensa en algo consentido, no piensa que Bree se haya vendido pero sabe que Bonnet no le hubiese dado esa gema si no tuviera esa razón. Y Bree la guardó. ¿Por qué? Roger no puede parar de preguntarse por qué. ¿Por qué Bonnet le daría esa gema? ¿Cuándo lo hizo? Y, sobre todo, ¿por qué la guardó Bree? Ese malnacido la violó…y ella guardó una gema que le dio. ¿Por qué? ¿Por qué? Y ¿Por qué? 

Esa pregunta no para de repetirse en la cabeza de Roger. No puede parar. Miles de opciones pasan por su mente pero ninguna es demasiado satisfactoria, ninguna es tranquilizadora, ninguna es lo suficientemente importante como para que lo explique todo. Es entonces cuando Bree aparece en casa y Roger la enfrenta. Él sabe que esa gema se la dio Bonnet pero quiere escucharlo de ella. Necesita que ella se lo confirme. Necesita que se lo confiese a la cara después de habérselo escondido por tanto tiempo. 

A Bree no le queda más opción que confirmárselo y confesarle a Roger que fue a ver a Bonnet y que guardaba esa gema para un viaje futuro a través de las piedras – unas piedras que ya no quiere cruzar pero que entonces sí lo hacía, por el bien de su bebé y porque las cosas con su familia, con su padre, no estaban en un buen lugar – Pero no es suficiente. Roger está enfadado y decepcionado de que Brianna fuera a ver a ese desgraciado, después de lo que le hizo y de que se lo ocultara, pero eso no lo explica todo. No explica por qué Bonnet le dio esa gema. Así que Bree lo confiesa todo: le dijo a Bonnet que Jemmy era su hijo. 

Esto a Roger lo mata por dentro. Es como un puñal directo a su corazón…retorcido por la mano de Bree una y otra vez. Ella fue a ver a ese miserable y no solo le habló de Jemmy si no que le dijo que él, su hijo, el hijo de ambos…era hijo de Bonnet. Roger sigue queriendo saber por qué, por qué hizo eso, por qué les hizo eso a ellos

Pero más que explicaciones, Bree solo tiene excusas. Estaba confundida, sola, sintió la necesidad de enfrentar a ese desgraciado y demostrarle que no la había roto…y creía que él iba a morir así que no vio ningún daño en hablarle de Jemmy. Aunque ya sabéis mi opinión, jamás debería haberlo hecho sin asegurarse, por su propia mano mejor, que el desgraciado iba a estar bien muerto después de escucharla. Pero se lo dijo. 

Roger podría entender esos sentimientos de Bree, esa reacción de ella en ese momento, aunque no le guste, aunque lo odie, pero hay algo…algo que es lo que más le duele. Que no lo deja en paz. Que no puede perdonar. Bree fue capaz de decirle al desgraciado que la violó, que la ultrajó, que Jemmy es su hijo…pero, en cambio, nunca le ha dicho a él lo mismo. Nunca ha estado tan segura como para hacerlo. 

De algún modo, para Roger, Bree le dio un estatus mayor al mal nacido de Bonnet que a él. Aquí Bree se pone a la defensiva. Ella no piensa que sea necesario decirle a Roger algo así porque para él y para ella, Jemmy es el hijo de ambos, independientemente de quién sea el padre biológico. Pero Roger sí necesita escucharlo, sí necesita reafirmarse en el hecho de que Jemmy es hijo suyo. Quiere no tener que necesitarlo, desea desesperadamente no tener que hacerlo…pero lo necesita y no lo puede evitar. 

Pero, independientemente de todo, necesita saber qué piensa Bree. Qué es lo que realmente siente en su corazón, qué le dice el instinto sobre la identidad biológica del padre de Jemmy. ¿Piensa que es él y no le ha dicho nada porque, como afirma, no cree que sea necesario? ¿O nunca le dijo nada porque no cree que sea el padre? El silencio de Bree es suficiente respuesta para Roger: ella nunca creyó que él fuera el padre. Y, de repente, Roger necesita respirar, se está ahogando en las mentiras, en los secretos, en la decepción y en la traición que siente en su estómago y le sube como bilis por la garganta. Necesita aire fresco. 

Después de esa pelea con Bree, Roger necesita alejarse y simplemente pensar y respirar lejos de su casa, lejos de ella. Entonces se encuentra con Claire. Roger estaba alerta, de hecho, se lleva el rifle de caza con él. Es algo que me parece significativo. Roger es pacifista pero, en ese momento, se lleva el rifle y cuando oye a Claire, antes de verla, sube el arma y a punto está de disparar, aunque no sepa hacerlo. Creo que todo esto habla del estado tan alterado de Roger. 

La pelea sobre Bonnet con Bree, su fantasma cada vez más alargado, le han puesto los pelos de punta y tiene ganas de retorcer el cuello de Bonnet o de matarlo de un tiro. Tiene ganas de hacerlo desaparecer. Así que, inconscientemente, se ha llevado ese arma consigo. Casi sin pensarlo. Sin ni  siquiera quererlo y sin servirle para nada porque realmente está peleando con un fantasma, el fantasma del trauma de Bree, el fantasma sobre la paternidad de Jemmy, pero llevar ese arma lo hace sentir algo mejor. Más en control. Roger está al límite. Vamos, que el pacifista necesita una buena pelea. 

Sin embargo, Roger se encuentra con Claire y ella le aclara un poco las ideas. Él no le da detalles sobre lo que ha sucedido pero sí le pide consejo. Quiere llegar a ser como ella y Jamie. Independientemente de cómo sea la relación con su suegro, Roger los ha visto juntos. El amor entre ellos, la confianza, el apoyo incondicional, el respeto, la comunicación…es algo que se siente en el aire. Es algo que se ve. Solo mirarlos y sabes lo que es el amor verdadero. Están hechos el uno para el otro, son almas gemelas. Roger quiere eso con Bree, pensaba que iba a tener lo mismo junto a ella…pero no lo está teniendo. 

Se quieren, pero no se comunican, hay secretos entre ellos, cosas no dichas que los están rompiendo. Roger siempre ha sido un hombre honesto, recordemos que fue criado por un pastor y eso ha influido inevitablemente en su forma de pensar y de ser, así que no comprende estos secretos, estas medias verdades, estos silencios a los que se tiene que enfrentar con Bree y esta falta de comunicación que tienen ambos. Pero Claire sí los comprende. Al fin y al cabo, ella ha vivido media vida con secretos. Primero con Jamie, después con Bree, sin contar a todas las demás personas a las que no les pudo contar la verdad sobre las piedras. 

Al principio de su relación con Jamie, aunque Roger no se lo crea, eran secretos, pero no mentiras. De alguna forma, llegaron a ese acuerdo, nunca una mentira, sí el silencio de un secreto. Llegar a lo que tienen ahora fue cuestión de trabajo y tiempo. Tiempo suficiente para que Claire confiara lo suficiente en Jamie para contarle toda la verdad sobre ella, tiempo para que ella aceptara que lo amaba con toda su alma y que era el amor de su vida, trabajo para perdonar los errores de uno y otro lado. Roger y Bree solo tienen que trabajar en eso y no mentirse, nunca hacerlo, porque eso dinamita toda la confianza que pueden ir ganando. 

El problema aquí es que Roger y Bree se han saltado muchos pasos debido a las circunstancias. No ha sido una situación o una relación dentro de las circunstancias normales. No acababan de nacer como pareja ni de conocerse y confiar el uno en el otro y ya se estaban casando. Parecido a lo que sucedió con Jamie y Claire, aunque para ellos fue una solución a un problema desesperado y para Roger y Bree fue el miedo a perderse y la necesidad de demostrarle al otro que estaban comprometidos.  Entonces no han tenido el tiempo suficiente para crecer y realmente vincularse como una pareja. Pero ahora que están casados, deben aprender a ser una pareja en medio de circunstancias que, para no perder la costumbre, tampoco son normales. 

Tras la confesión de Claire, Roger sigue con dudas. ¿La honestidad no es siempre la mejor y única política? Él no puede comprender por qué Bree no habla con él, le esconde cosas, por qué no se las dice. Claire intenta explicarle que no todo es blanco o negro, a veces hay grises. Ella tuvo secretos con Jamie al principio, después los tuvo con Bree durante gran parte de su vida. Eso no significa que no confiaba en ellos y los amaba, simplemente que no sabía cómo decírselo. 

Esto es lo que sucede con los secretos: se alimentan del miedo. Claire tenía miedo al rechazo cuando ocultó todas esas cosas y Bree sentía lo mismo y por eso no le dijo nada a Roger. Bree tenía miedo de la reacción de Roger, miedo de perderlo de nuevo, miedo de que todo acabara entre ellos…y simplemente no encuentras el momento de decir lo que tienes que decir. Porque cada vez tienes más miedo de perderlo todo. Entonces, es un círculo vicioso haciendo una bola de nieve cada vez más grande…hasta que explota, como ha sucedido entre Roger y Bree. 

Que Bree no le haya contado a Roger no significa que no le quiera o que no confíe en él…significa que estaba aterrorizada de perderlo. Bree solo tiene tres cosas en su vida que son sus pilares: sus padres, su hijo y Roger. Ella ya sabe lo que vivir sin dos de esos pilares. Recuerda perfectamente lo que sintió cuando Roger no estaba y no sabía si iba a volver. Se acuerda de cómo estaba de destruida cuando su relación con su padre era tan lejana, casi inexistente, y ellos no estaban allí junto a ella. No quiere volver a pasar por eso. Así que, por miedo, va escondiendo estas cosas, guardándoselas para ella. No es correcto, pero es humano. Y los humanos somos imperfectos y complejos. 

Además, si hablamos de falta de comunicación…hace faltan dos personas también para eso. La experiencia de Bree con las reacciones de Roger ante los momentos difíciles y las verdades incómodas tampoco es la mejor. Hasta ahora, según su experiencia, solo ha hecho tres cosas: gritar, decir cosas hirientes y huir. Eso, la posibilidad de que se repita algo así y saber que no podría soportarlo de nuevo, le provoca más miedo a Bree a decir la verdad. Como hemos mencionado, es un círculo vicioso, la pescadilla que se muerde la cola. 

Así que la confianza y la comunicación en una pareja es cosa de dos. Es cosa de trabajar ambos para llegar ahí. Y ni Roger ni Bree han dado lo mejor de sí mismos para ello. 

Y esa confianza y entendimiento entre una pareja se puede tener de muchas formas. Claire las vivió con Jamie, con Bree…y con Frank. Roger le hace la pregunta del millón, ¿Claire se arrepiente de no haberle dicho la verdad antes a Bree, de no haber buscado antes a Jamie, de la vida post piedras que tuvo con Frank? Eso, al fin y al cabo, fue un gran engaño. Claire ya no quería a Frank, no eran una pareja, Brianna no era su hija y el siglo XX no era su tiempo, de ninguna de las dos. ¿Claire se arrepiente de esa gran mentira que creó para el beneficio de Bree? ¿No hubiese sido mejor ser honesta con ella? 

La respuesta de Claire es que no. Frank y ella lo hicieron funcionar y fue lo mejor para Brianna, aunque una mitad de sí misma estuviera perdida, mereció la pena. Y, gracias a eso, Roger y Bree se conocieron y todos están ahí, ella está junto al amor de su vida y todo ha salido bien. Todo ha sido como estaba destinado a ser. Así que mereció la pena. Aunque convivieran con secretos y mentiras…todo fue por una razón, porque esos secretos y esas mentiras los llevaron a donde están ahora. 

Si no hubiesen existido, Brianna no hubiese conocido al amor de su vida, Roger tampoco, Jamie no hubiese tenido a Willie, no se hubiese casado con Laguarri Laoghaire (aunque nosotras eliminaríamos ese infame matrimonio encantadas ahora mismo), conocido y adoptado a Marsali y Joan, Fergus y Marsali jamás se hubiesen enamorado y creado una familia y Frank no hubiese cumplido su sueño de tener una hija…y Claire quizá tampoco, dado el parto tan difícil que tuvo. Así que, la conclusión de Claire es que, a veces, los secretos merecen la pena y que, aunque los quieras confesar, tienes demasiado miedo para hacerlo y que la comunicación y la confianza necesarias en una pareja no se alcanzan si no se trabajan en ellas como eso, una pareja. 

Parándonos aquí un momento, he de decir que yo no estoy de acuerdo con Claire en que no se arrepienta sobre sus acciones al regresar. Empezando por los libros, nunca me gustó ni entendí que Diana separara a esta pareja por tantos años. Me pareció algo innecesario y un completo error. Una separación más corta, para mí, hubiera sido lo correcto. Siguiendo con la historia de los libros y de la serie, tampoco me gustó en absoluto que Claire se conformara tan rápido con todo y simplemente parara de buscar a Jamie. Aquí estoy con Jenny, la Claire que se arriesgó con ella en una aventura por las indómitas Tierras Altas, atestadas de Casacas Rojas, que se arriesgó a subir a un escenario para atraer a Jamie e incluso a entrar en una cárcel con unos pocos hombres para rescatarlo, esa Claire, jamás hubiese dejado de buscar a Jamie. 

Pero en el futuro lo hizo, ni siquiera esperó a estar segura de que había muerto. Después, Frank quemó su vestido, las pocas posesiones que probaban que el viaje en el tiempo había sido real, que Jamie era real, que su matrimonio, su hija, su unión, su conexión, era real, sin que ella protestara. Igual que no protestó cuando la hizo prometer que jamás volvería a mencionar su nombre o se lo diría a Bree, a su hija. Ella cumplió todas esas exigencias al pie de la letra y no luchó. No luchó por encontrar a Jamie y no luchó por su memoria y su presencia en la vida de su hija. Incluso en su propia memoria.

Por si esto fuera poco, Claire aceptó a Frank cuando ya no lo quería, siendo egoísta y dándole esperanza de algo que ya no estaba ahí. Al igual que él, que sabiendo que no era lo mismo, se aferró a algo que ya no tenía futuro – y más cosas, pero ahora estamos analizando a Claire. Ella aguantó estoicamente a sus amantes, sus humillaciones, tardando mucho en pedirle el divorcio, un divorcio al que él se negó y por el que ella, de nuevo, no luchó. Todo por el bien de Bree. Y yo me pregunto, ¿no hubiese sido mejor que Bree hubiera crecido con ella, sabiendo la verdad, una vez que fuera lo suficientemente mayor como para comprenderla, y no en un hogar roto y lleno de mentiras? Puede parecer que Frank y Claire consiguieron disimular delante de Bree. Y mayormente lo consiguieron. Pero nunca del todo. 

Bree escuchaba sus horribles peleas, los reproches no dichos, la distancia entre ellos, veía las camas separadas, la falta de cariño, amor y caricias entre ellos…y todo eso le afectó. Brianna creció en un hogar hecho añicos a los que sólo unían la fuerza de voluntad, pero nunca encajaron del todo. Como un puzzle al que le falta una pieza o un jarrón roto del que no consigues pegar los trozos para que quede igual. Eso no fue justo para Bree (a la que, recordemos, le daba miedo el compromiso y el matrimonio porque solo había visto un matrimonio infeliz), tampoco para Frank, ni para Jamie ni para la misma Claire que vivió amargamente a medias en un infierno cuya única alegría eran su hija y su trabajo. 

Sí, la historia hubiera sido diferente, distinta, pero ella tenía que haber luchado mucho más. Siempre he pensado que Claire debería de haber rechazado a Frank, haber buscado a Jamie y, mientras, haber criado a Brianna en las Tierras Altas, quizá en Lallybroch, para que viviera y creciera en el mismo lugar donde lo hizo su padre. O, si ese lugar contenía demasiados recuerdos como para poder hacerlo, al menos, haber sido honesta con Bree cuando llegara el momento y nunca, jamás, dejar de buscar a Jamie. 

Pero no lo hizo y que diga que no se arrepiente…a mí me duele, la verdad. Porque nunca me gustó esa parte de la historia ni las decisiones de Claire. Siempre pensé que se equivocó y a lo grande. Frank y Jamie también cometieron sus errores en sus propios tiempos pero, en esta ocasión, solo me estoy centrando en Claire a raíz de lo que ha dicho. Además, si la moraleja de este episodio, de la historia que recuerda Claire, es que todo pasa por algo y eso nos lleva a nuestro destino, ¿quién sabe si Roger y Bree o Fergus y Marsali no hubiesen estado juntos de igual forma? Siguiendo la moraleja del episodio, si están destinados, hubiesen terminado juntos de todos modos, ¿no? 

Dicho esto, le doy la razón a Claire en la segunda parte de su enseñanza. La confianza y la honestidad es algo que se alcanza con tiempo y trabajo y Bree y Roger deben ponerse a ello ahora. 

Siguiendo con la escena, Roger le da la razón a Claire por su honestidad. Sabe que no ha sido fácil para ella remover esos difíciles momentos y hablarle de cosas tan íntimas y personales pero lo ha hecho por él porque eso es lo que hace la familia. Ahora, sabe que debe ir a hablar con Bree. Tiene algunas cosas por las que disculparse y otras por aclarar. 

He de decir que me encanta esta escena. Confieso que en el libro las escenas de Roger y Bree por separado con Jamie y Claire siempre me gustaron mucho más que las de ellos como pareja. Porque la relación que llegan a tener es preciosa, sí, incluso el suegro y el yerno que no pueden parar de tirarse de los pelos. Llegan a ser una auténtica familia unida, Roger llega a ver a Claire y Jamie también como sus padres y son precisamente por estas escenas de apoyo, de comprensión, de confesiones. Es muy bonita esta relación y me gusta que la estén empezando a construir. Ahora solo falta que lo hagan con Jamie. 

Si lo pensamos, Claire y Roger se han apoyado desde que se volvieron a encontrar. Roger apoyó a Claire cuando Bree no la creía sobre las piedras, la apoyó en la búsqueda de Jamie, incluso cuando ella misma se había dado por vencida y ella lo apoyó a él en su relación con Bree y ahora que está en un siglo extraño en el que no sabe cómo sobrevivir y se siente un inútil. 

Roger siente una admiración y respeto enormes por Claire. Le fascina su valentía, su tesón, la forma de adaptarse a las circunstancias y su voluntad de ayudar a los demás, aunque ponga en riesgo su propia vida, le maravilla la forma en la que se adaptó a ese siglo, decidido vivir en él y se enamoró de Jamie, tan perdidamente que perderlo fue perderse a sí misma y, aún así, siguió adelante. Y Claire le tiene un especial cariño a Roger, lo conoció desde pequeño y ya de mayor, vio en él a alguien de buen corazón que querría a su hija con todo en él, porque no haría nada a medias. En cada escena de ellos esto se hace notar y muero por ver más escenas así. 

Después de haber hablado con Claire, Roger se da cuenta de que no importa. No importa lo que Bree le haya dicho a Bonnet, ni siquiera importa lo que la misma Bree crea. Importa lo que él crea. Lo que él sienta. Al fin y al cabo, él le hizo un juramento a ese niño, le juró a él, a Bree y a sí mismo que era su hijo. Y eso es lo que importa. No es una competición, Roger no debería necesitar esa reafirmación sobre la paternidad de Jemmy…porque él ya decidió ser su padre, sin que importara nada más. Lo eligió como su hijo, para tratarlo y criarlo como tal y eso es lo único que importa. 

Así que va hacia Bree, se sienta junto a ella y solo habla con ella. Y le pide perdón. Realmente Roger se da cuenta de sus errores aquí (esa necesidad humana y totalmente comprensible de reafirmación sobre algo que él debería sentir no que le deberían decir) y le pide perdón a Bree. Es lo más bonito que ha dicho y hecho Roger en todo el show. De verdad, por fin, aún creo que le debería pedir perdón por más cosas…pero no le pidamos peras al olmo. Roger ha sido capaz de darse cuenta de lo que ha hecho mal y rectificar. ¡Ha sido un adulto! 

Por su parte, Bree también se ha dado cuenta de que le debía sus propias disculpas a Roger. Ella no le dijo nada sobre todo eso. No confío en él ni se comunicó con él cuando debería haberlo hecho. Así las cosas, ambos se perdonan los errores del otro pero con una condición: no más secretos, no más mentiras, los dos y su hijo se merecen más que eso. Bree está de acuerdo pero entonces…debe confesarle a Roger que Bonnet está vivo y que cree que estuvo con Jemmy. Si van a empezar una nueva etapa como pareja, si van a luchar por ser una, se deben transparencia y Bree no puede guardar más ese secreto. 

Así que se lo dice. Bree por fin le confiesa a alguien lo que escuchó en la boda y creo que la reacción de Roger lo dice todo. Es de enfado, de rabia, quiere matar a Bonnet con sus propias manos…y sabe que lo hará si es necesario, para protegerlos. Porque también tiene miedo, pánico de que Bonnet aparezca de nuevo en sus vidas no ya como un fantasma como hasta ahora, al que podrían ahuyentar y superar, si no como una presencia física que los amenace como familia. Roger tiene miedo de que Bonnet se lo arrebate todo. Todo su mundo. Porque Jemmy y Bree son su mundo. Así que no piensa permitirlo. Está dispuesto a protegerlos como sea. Está dispuesto a morir…o a matar si es necesario. Y así se lo deja claro a Bree. Ella no está sola.

Y, de repente, Bree puede respirar un poco mejor, relajarse algo más porque ahora el terror, el miedo y la necesidad de protección son están divididos entre dos, es un peso compartido y siente que no está sola contra el mundo si no que tiene a Roger a su lado y todo va a estar bien. Ninguno de los dos va a dejar que Bonnet acabe con su familia. Y lo cierto es que es precioso. 

Hay algo que nos llama la atención del final de esta escena y es la cara de Bree cuando Roger le dice que volverán a cruzar las piedras en cuanto sepan que Jemmy puede hacerlo. Está claro que Bree sigue queriendo quedarse y me parece que Roger debería de acordarse de que tuvieron una decisión precisamente por ese motivo, en vez de dar por hecho ese tipo de cosas. Por la cara de Bree, ella no desea irse y sólo quiere que Bonnet esté muerto, quiere matarlo, así siente que estará más tranquila, sólo así se sentirá segura. Ella no quiere huir al siglo XX, quiere sentirse segura en lo que considera su hogar, el siglo XVIII.Bree sólo quiere que Bonnet desaparezca, sin embargo, Roger quiere irse a su propio tiempo porque piensa que son todo ventajas: estarán más seguros y Bonnet no puede alcanzarlos allí. Son dos posiciones que siguen muy enfrentadas y seguro que ese tema será una discursión futura entre la pareja. 

Bueno, y después de todo esto, ¿cuál es la valoración de Roger en nuestro tira y afloja particular? Pues…

Adivinad quién soy yo 😏

¡LE DEVUELVO EL MINIPUNTO! Se lo merece. He podido entender sus reacciones, ha estado a la altura, le ha pedido hasta perdón a Bree y se ha comportado como un adulto. Así que todo eso le hace merecedor del minipunto que perdió hace algunos capítulos. No le ponemos más por esa pelambrera que me sigue llevando, la cera aún ni la ha catado.¿Terminaré la temporada dándole un 10? Quizá…aunque no nos vengamos tan arriba. 

Y llegamos a Claire. A una completamente desdibujada Claire. Sí, sale bastante en el episodio pero no podemos evitar preguntarnos ¿para qué? Lo único que vemos de la Claire de la temporada 5 es la operación a los gemelos con la penicilina que, al fin, consigue crear – esa escena de euforia entre ella y Marsali es maravillosa – que es todo un éxito y me alegro pero, francamente, no es una trama que me interese para que sea la única escena que veamos que conecta con la temporada. 

El resto del tiempo de Claire está concentrado en pasado, en unos flashbacks totalmente desconectados de la realidad que estamos viviendo ahora. No tiene demasiado sentido que nos muestren la historia de este paciente. Se trata de un paciente escocés al que trató Claire justo antes de ir a Escocia. Su vitalidad, su humor, su honestidad, su forma de ser…le recuerda a Jamie. 

No puede evitarlo, inconscientemente, crea una conexión con este paciente llevada por la forma en que la recuerda a Jamie y la conecta con él y con Escocia, el único lugar al que llegó a considerar su hogar. No es un paciente cualquiera, aunque debería serlo. Necesita una operación sencilla, le hacen las pruebas oportunas por si tiene alguna alergia a la penicilina, todo sale perfecto pero…muere en la mesa. 

Claire está tremendamente afectada por esto. No era solo un paciente. Era Escocia, era Jamie. De alguna forma, a través de ese paciente, volvió a sentir una conexión con la vida que ella misma decidió dejar atrás, a la que cerró las puertas pero nunca pudo olvidar. Y perder a ese paciente ha sido como volver a perderlo todo de nuevo. Y no ve razón para ello. Todo debería haber salido bien y él era una persona maravillosa, se merecía vivir…pero nada salió como debía. 

Antes de la operación, el paciente, medio en broma medio en serio, le dijo a Claire que quería ser enterrado con su mujer, en Escocia. El amor por su mujer se sintió en cada palabra que dijo. Algo que le recordó a Claire, una vez más, a Jamie. A ellos. Hubiesen querido morir juntos y ser enterrados juntos. Con ellos no pudo ser pero va a hacer lo posible para que ese hombre sí sea enterado junto a su esposa, en su tierra. Eso significa volver a Escocia, a las Tierras Altas, a su hogar pero sin su hogar que era Jamie. No puede hacerlo sola. Y solo puede acompañarla Bree. 

Es su hija, la hija de ambos y, aunque no tenga intenciones de decirle la verdad, ya es hora de que conozca las Tierras que vieron nacer a su padre y que los vieron nacer y crecer a ellos como pareja. Ya es hora que se conecte con su verdadera historia. Es importante para ella ese viaje porque, además, tiene el presentimiento, el pálpito de que ese viaje va a cambiarlo todo y no sabe si está preparada para ello. 

Al final, Bree acepta, a regañadientes, acompañar a Claire. Bastante a regañadientes diría yo. Está claro que no tiene ganas de acompañarla y Claire casi tiene que suplicarle. Hay…una distancia enorme entre ellas. Sus conversaciones son extrañas, casi forzadas, cercanas, pero no demasiado. Es ese muro invisible lleno de secretos y mentiras. El muro invisible que Claire construyó sin darse cuenta para poder seguir adelante, en piloto automático, viviendo una vida a medias y soportando todo su dolor y su pasado en soledad. Gracias a ese viaje, ambas se encuentran con Roger y el resto, es historia. 

La muerte de ese hombre no debería haber sucedido pero, porque sucedió, ella se volvió a encontrar con Jamie y Bree conoció a Roger. Es casi como si todo estuviera destinado. Como si todo la hubiese llevado a ese momento, esa es la sensación que tiene Claire, se lo dice a Jon, esa sensación de que todo esto ha sucedido por una razón importante, la sensación de que, aunque nada de eso debería haber pasado, tenía que pasar. 

De verdad, comprendo la premisa, el concepto de estos flashbacks es que todo pasa por una razón, es el destino y todas las decisiones que tomamos o las que cosas que suceden, nos van guiando a través de ese sino, llevándonos al lugar en el que tenemos que estar, guiándonos hasta la inevitable conclusión. Está claro que visitaremos de nuevo este concepto porque también se aplica a lo que está sucediendo ahora. Todo lo que está pasando, lo que están viviendo, los está llevando a un momento en específico que veremos más adelante. 

Además, está relacionado con lo que puede salir mal con la penicilina. Incluso con pruebas modernas, la gente puede morir debido a alergias. Allí, en el siglo XVIII, en el Cerro, la posibilidad de eso es mucho más alta. 

La historia es entretenida, bonita y una adaptación libre de lo que lleva a Claire a Escocia en el libro. Tiene unos planos y unas transiciones de escenas preciosas, incluida la que ha mezclado varias escenas de temporadas anteriores con las piedras y la voz en off guiando el capítulo me ha gustado mucho, como un debate filosófico que hemos tenido desde principio de los tiempos. Sin embargo, veo estos flashbacks totalmente innecesarios. Una vez que no nos mostraron esta historia cuando Claire volvió no veo la utilidad de perder el tiempo en ella ahora. A pesar de que tiene cosas buenas, ¿de verdad era necesario dedicar prácticamente un episodio a esto? La respuesta, para mí, es un rotundo no. Podrían haber explicado lo mismo de forma diferente o de forma más corta y así haber avanzado trama de temporada con Claire en el presente. 

Entonces, ¿por qué lo han hecho? Pues a mí me ha parecido un intento de disimulo bastante descarado y me explico. Una de las críticas a la season 4 fue que, conforme avanzaba la temporada, el protagonismo de Claire y Jamie se fue diluyendo hasta llegar al punto de tener dos escenas contadas o incluso no salir en absoluto. Así que, como para mostrar que no repiten el mismo error, nos ponen mucho a Claire y algunas escenas desperdigadas de Jamie como para decir, “¡eh, que esto no es lo mismo que en la season 4 porque mira, salen, aquí los tenéis” pero, new flash: es exactamente lo mismo. 

El hecho de hacer lo mismo que en la season 4 han intentado disimularlo con poner mucho a Claire y algo a Jamie, desdibujando a una y prácticamente desapareciendo al otro. Para eso creo que han sido los flashbacks: un intento de disimulo y nada más. Es que, de verdad, no les veo otra razón de ser. ¿Vosotros sí? 

No solo se trata de tener más escenas o menos si no de lo que aportan esas escenas. En este caso, Jamie no aporta nada hasta el final de sus poquísimas escenas y Claire sale mucho pero no aporta absolutamente nada. Así que no, no tienen protagonismo real en el episodio y sí repiten en este episodio uno de los más infames errores de la season 4 y es la falta de equilibrio. Aunque eso sí, con algunas mejoras pero, en síntesis, es igual. Y este no es el camino.

Como veis, tengo muchos sentimientos encontrados con este episodio. Pero se resumen en que le falta equilibrio y eso hace que sea irregular. Reconozco que me esperaba un tipo episodio 2 porque tenía claro que Jamie y Claire estarían separados hasta el final, como así ha sido, pero no me esperaba esta falta de equilibrio. Y no, no me refiero a que se traten otros temas y otros personajes a parte de Jamie y Claire. Es lo que tienen que hacer, la historia se ha abierto y si el resto de personajes, Roger y Bree sobre todo, van a formar parte de la historia a largo plazo deben hacer que sus problemas nos importen, mostrándolos. El equilibrio se trata de mostrarnos esos problemas y no dejar abandonados o desdibujados a Jamie y Claire. Se trata de equilibrar el peso del episodio. 

En este capítulo el peso lo llevan una Claire en pasado con una historia totalmente desconectada de la realidad presente y Roger y Bree. Pero el peso real, en trama de la season 5, lo han llevado Roger y Bree. Y me han gustado, de verdad, tal y como hemos comentado antes, incluso le he devuelto el minipunto a Roger. Pero. Y es un gran pero…no puedo evitar preguntarme si ambos personajes están preparados y son los ideales para llevar el peso de toda la serie sobre sus hombros. 

La respuesta, igual que en la season 4, sigue siendo no. Ni siquiera en los libros Bree y Roger llevan el peso, después lo llevan de su propia historia, pero en estos momentos, en el libro, el peso real lo siguen llevando Jamie y Claire, como siempre. Porque es debido a ellos y gracias a ellos que el resto de personajes se relacionan los unos con los otros. 

Jamie y Claire son personajes troncales, yo los veo y los siento así, los demás son las ramas que nacen a partir de ellos. Cada rama puede tener ramas propias pero el tronco siguen siendo Jamie y Claire. Y en este episodio, han convertido en troncales a Roger y Bree y no están preparados para eso, no son personajes para eso, aún no, al menos. Mientras que los verdaderos personajes troncales han estado prácticamente desaparecidos o sin aportar nada a la historia. 

No pueden permitir eso, no de nuevo. Así que necesitan mucho más equilibrio del que han mostrado aquí. Pueden mostrar todo tipo de tramas, varias de ellas a la vez, sin necesidad de hacer desaparecer a personajes imprescindibles para la historia. Porque Jamie y Claire son imprescindibles, sobre todo juntos, pero también por separado. Ellos son Outlander. Y la magia que existe en su historia es lo que ha convertido a la serie en lo que es hoy en día. Es lo que hace que la sigamos cada semana después de años. No pueden olvidarse de eso. Ni siquiera en un episodio. Deben mantener el equilibrio. Mucho más que en el libro, como siempre os digo. 

El episodio 2 personalmente era el que menos me había gustado hasta ahora. Pero tenía un equilibrio del que este episodio carece. Sí, Jamie y Claire estaban separados y faltaba algo (en este también, hasta que no han estado juntos algo se sentía vacío), pero vimos varias tramas, con equilibrio en todas ellas. Cosa que no ha sucedido aquí. 

Dicho esto, el episodio es entretenido, no te aburres en ningún momento, lo cual lo hace aún más raro todo porque, por un lado, te mantiene entretenida y tiene escenas para que los fans de la pareja de Roger y Bree disfruten de lo lindo y los que no somos fans también, así que, por ahí, chapó pero, por otro lado, te quedas con una sensación de insatisfacción tremenda, como que has estado todo el episodio esperando que algo más pasara y, de repente, acaba, así que no puedes evitar pensar “¿ya está? ¿Eso es todo lo que me van a contar en 1 hora? Pues podrían haberlo contado en 20 minutos”.

Ha sido un episodio extraño, de esos que ves por inercia por estar en la temporada…pero no repites. Excepto algunas escenas que han estado al nivel de sus predecesores y esas sí merecen la pena reproducirlas en bucle, incluidas, y jamas pensé que lo diría, alguna de Roger y Bree. Pero es el que menos me ha gustado por el momento.

Y hasta aquí la crítica del 5×05 de Outlander. Nos leemos el lunes que viene con la review del 5×06 “Mejor casarse que quemarse”. ¿Y a vosotros qué os ha parecido el episodio? ¡No dudéis en comentármelo! 

Por Raquel.

Imágenes propiedad de Starz.


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Raquel Morales

Un día descubrí las series, al día siguiente internet y mi vida muggle se fue a la basura. Escritora a tiempo completo, y fangirl como modo de vida.

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Outlander 5×05 Review: “Adoración perpetua”

de Raquel Morales Tiempo de lectura: 39 min