11 series que nos han hecho llorar

El Blue Monday (Lunes Triste) es el producto de una campaña publicitaria de 2005, que llegó para quedarse. Y es que desde entonces, el tercer lunes de enero se lleva el premio de ser el día más triste del año. Y nosotros vamos a contribuir con él con series que nos han hecho llorar.


Normalmente buscamos series para que nos entretengan. Sin embargo en algunas ocasiones, como pasa con la música, buscamos series que concuerden con nuestro estado de ánimo. No, no me digas que estando triste, nunca te has puesto música aún más triste. Pues igual nos pasa con las series. Claro que otras veces simplemente llega una serie y te sorprende. Y cuando acuerdas estás rodeado/a de pañuelos y con los ojos como chupetes.



‘This is us’


¿Quién no ha llorado con la tierna historia de esta familia? Ya sea porque te identificas con alguno de los personajes o porque la trama nos llega a la patata, hemos llorado mares por esta serie. No sólo llegas a querer a los personajes como tu propia familia sino que ves tantos puntos de vista que te planteas tu vida. Y de ahí a la crisis existencial no hay nada. Llorandito estamos.




‘One Day At a Time’


Aunque One Day A Time la podemos catalogar en su mayoría como comedia, no todo son risas. Al tratar temas tan impactantes como la depresión, tiernos como el trato familiar, o duros como el proceso de decirle a tu entorno tu orientación sexual, en más de una ocasión se nos escapa alguna que otra lagrimilla. Menos mal que luego tiene escenas de llorar, pero de risa. Es totalmente recomendable para los días que nos sentimos un poco plof. Y no, no somos masoquistas. Porque como he dicho antes, por cada lágrima de pena, se lloran 5 de alegría.




‘Glee’


Esta serie toca muchos puntos importantes cuando fuimos creciendo con ella. No sólo sobre la homosexualidad, o el bullying, también sobre depresión, deshonestidad, embarazo adolescente y decisiones que van a marcar tu futuro. Además, Glee al ser una serie musical saben tocarnos la fibra sensible cuando cantan alguna canción triste tristísima. Puedes leer más sobre Glee aquí.




‘Boy Meets World’ (Yo y el Mundo)


Esta sitcom se estrenó en la época dorada de las sitcoms adolescentes: la década de los 90. Series como Salvados por la Campana, Popular, Beverly Hills, El Príncipe de Bell Air, Blossom o Punky Bruster nos acompañaban por las mañanas en verano y por las tardes en invierno en La2 y Club Megatrix en Antena3. Pero Boy Meets World (serie que ha conseguido este año pasado un reboot con Girl Meets World) seguía los pasos de Cory, el protagonista, y sus intentos por sobrellevar la pubertad.


Cierto y verdad es que esta serie es más comedia que otra cosa. Pero a mí me llegó a la patata muchísimo su primer encuentro con el amor, encarnado en la mítica Topanga, y en cómo lloré en el episodio final de la serie cuando, después de muchas idas y venidas, los dos parecían abocados a estar separados porque la familia de ella se mudaba definitivamente. No os desvelaré el final de la historia, pero es cierto que quedará para siempre como la primera serie que me hizo llorar.


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‘Queer Eye’


Parecerá un show de estos de cambio radical más, pero no. Los FabFive, mis adorados chicos de Queer Eye no sólo ayudan a las personas que necesitan un cambio físico en su vida, sino que les enseñan cómo llevar su vida de forma que estén contentos consigo mismos y tengan recursos para enfrentarse a aquellas cosas que no podían confrontar antes. Los chicos profundizan en la relación de las personas que van a ayudar y cada historia que se escucha rompe nuestros corazoncitos. Si queréis saber más podéis leerlo aquí.




‘Lost’ (Perdidos)


Una de las series qué más momentos lacrimógenos ha proporcionado en los últimos años es Lost. Desde el “Not Penny’s Boat“, el “We have to go back” o el dualismo muerte/nacimiento de la primera temporada, la serie está cargada de dramatismo y escenas potencialmente lacrimógenas que no han hecho más que cargar de tensión al espectador temporada tras temporada.




‘Bones’


La serie que más me ha dejado destrozada es BONES. Como primera serie a la que me enganche le cogí cariño a determinados personajes y todo el mundo sabe lo que eso significa: que terminarán muertos. El problema de Bones es que piensas que es una serie blanca y que jamas se les ocurriría a los guionistas matar a un personaje principal y dejarte por los suelos. MENTIRA. TODO MENTIRA. Aún sigo en proceso de duelo y eso que han pasado tres años desde que terminó.




‘Embrujadas’ (Charmed)


Hablamos de la buena, de la de verdad. De la de las HALLIWELL en mayúsculas y todas las letras bien juntas. Porque si alguna serie dramática me hizo llorar más que ninguna fue esta. Todas las muertes (que recordemos que varios personajes han muerto varias veces a lo largo de la serie) me han dejado tocada, especialmente algunas muy muy dramáticas que, si habéis visto la serie, os podréis imaginar cuáles son. Pero embrujadas no sólo nos ha hecho llorar por eso.


Los dramas familiares, los desengaños amorosos con traiciones que duelen más porque has puesto más corazón del que debías en creer que las cosas iban a salir bien, que esta vez iban a funcionar o que al memos serían diferentes. Pero no fueron así. Embrujadas nos enseñó que la magia siempre tiene un precio y que no debe usarse a la ligera. Y que ese precio muchas veces eran ellas mismas.


La CW nos está dando ahora un reboot que honestamente el fandom de Charmed no necesitaba. Más aún cuando de reboot lo único que tiene es el nombre de la serie y que también hay un Libro de las Sombras. En cualquier caso, si quieres saber más sobre este reboot puedes leer las reviews de los capítulos aquí.




‘The Vampire Diaries’ (Crónicas Vampíricas) y ‘The Originals’ (Los Originales)


Algunos pensaréis, ¿otra vez hablando de vampiros? Pues sí, porque la historia de Mystic Falls nos llegó a la patatona en plena adolescencia y nos ha acompañado con los dramas de nuestra vida durante muchos muchos años. Estos son de los que cogen tu corazón, lo tiran por el retrete y ya son 3000000 veces las que te han hecho llorar como una penca. Nunca te lo perdonaré, Julie Plec.


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One Tree Hill


Con One Tree Hill el llanto es asegurado. Capítulo sí… capítulo puede… capítulo sí. Aunque sus primeras temporadas son más juveniles, conforme la serie avanza, sus protagonistas y sus problemas también lo hacen. Lo que al principio eran llantos de adolescentes (también importantes en su día, hay que decirlo todo) éstos son mínimos comparados con los problemas de adultos. Con esta serie me acuerdo de tener que parar el capítulo que estaba viendo porque no podía más. En especial dos capítulos en los que te falta el aire. Literal. Que peca de dramática. Pues si. Pero y lo que nos gusta un dramita madre mía.




Grey’s Anatomy


15 temporadas en emisión lleva el drama médico encabezado por Shonda Rhimes desde 2005 y no es para menos. Cada episodio tiene ese lado sensible que te deja tocado y no debo olvidarme de mencionar esos finales de temporada que nos han dejado a más de uno destrozados. Una serie que te lleva a conocer a sus personajes incluso mejor que a tus amigos y que te incita a interesarte por la medicina aunque tengas pavor a una inyección.



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